tag:blogger.com,1999:blog-28591568630501886232024-02-06T18:52:08.363-08:00signos en el cieloReflexiones-Ideas-PerplejidadesUnknownnoreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-80131039548185700672011-11-16T02:14:00.000-08:002011-11-16T02:28:45.969-08:00GENIOS O DJINNSTraduje este artículo del autor Jay Alfred, que tiene como tema central el análisis de una tradición de la Religión Islámica, los Genios o Djimm, desde el ángulo de su teoría sobre la vida de plasma, proveniente de la Materia Oscura.<br />Es un punto de vista particular, creo que merece la pena interiorizarse en el.<br />Esta nota es complementaria de una muy interesante publicada en UFOS BUENOS AIRES, más completa que la presente, sobre esta teoría.<br />La dirección del Blog mencionado es esta:<br /><br /><a href="http://edgarger.fullblog.com.ar/dark-plasma-theory-editorial.html">http://edgarger.fullblog.com.ar/dark-plasma-theory-editorial.html</a><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Jinns – Aliens de plasma de un Mundo paralelo.</strong><br /><br />El propósito de este artículo es mostrar, desde una perspectiva histórica, cómo ciertas categorías de formas de vida en plasma fueron vistas por los musulmanes a través de su literatura sagrada <br /><br />Genie es una traducción al inglés del término árabe "genios". La palabra en Inglés viene del francés "génie", lo que significaba: un espíritu de cualquier tipo, que a su vez provenía de América, "genio", lo que significaba una especie de espíritu guardián personal asignado a cada persona al nacer.<br /> <br /><strong>(En la tradición musulmana, el nombre que se da a estas entidades es djinn. Según el diccionario Larousse: “En las creencias musulmanas, genio o demonio, generalmente hostil al hombre”).N/T.</strong><br /><br />El Islam enseña que hay tres formas principales de vida inteligente: los ángeles, los genios y los humanos. <br />Los ángeles están hechos de luz. La Sura* 55 versículo 15, "Ar-Rahman" del Corán dice que los genios son de "fuego sin humo" y los humanos están hechos de barro (como la utilizada en la cerámica). <br />En términos modernos, podemos decir que los humanos están basados en el carbono a base de agua, los genios a base de plasma (esto se hará evidente después de leer el texto más abajo) y los ángeles son formas fotónicas de vida. <br />Se cree que los genios que han sido creados antes que los humanos y parecen haber sufrido alguna forma de evolución. En el Islam la existencia de los djinn se toma muy en serio y es plenamente aceptado, incluso legalmente, aún hoy en día, en la jurisprudencia islámica.<br /><br /><strong>*(Una Sura, literalmente es una hilera de piedras, un muro.<br />En el Corán es una unidad formada por un conjunto de versículos. La palabra Sura es a menudo traducida como “Capitulo”, en comparación con los capítulos de los libros de la Biblia. A diferencia de estos, en el Corán no están ordenados de forma cronológica.).N/T.</strong><br /><br /> <br /> <strong>Los Ovnis y los djinn aéreos</strong><br /> <br />El famoso cosmógrafo y médico islámico persa que vivió en el siglo XIII, Zakariya ibn Muhammad ibn Mahmud Abu Yahya al-Qazwini, establece que los genios "son animales aéreos, con cuerpos transparentes que pueden adoptar diversas formas." <br />Estos se reconocen como una categoría de genios que penetran la atmósfera y son una reminiscencia de las “criaturas del cielo” de Trevor Constable, basadas en el plasma. <br />Gordon Creighton , ya en 1989, ha argumentado que los OVNIS son genios , en diversos artículos publicados en la "Flying Saucer Review". <br />La idea de que la atmósfera terrestre podría estar habitada por seres vivos aéreos que se manifestaban como ovnis no es nueva.<br /><br />ver el articulo <strong>MEDUSAS DEL ESPACIO</strong>,<br /><br /> <a href="http://signosenelcielo.blogspot.com/2008/11/medusas-del-espacio.html">http://signosenelcielo.blogspot.com/2008/11/medusas-del-espacio.html</a><br /><br />Charles Fort parecía creer también en ello, y Arnold Kenneth, que dio el pistoletazo de salida a la ufología moderna en 1947, también creía que los ovnis eran seres vivos. <br />Su creencia de que los ovnis eran animales del espacio con la posibilidad de cambiar su densidad ha molestado a algunos ufólogos. <br />Sin embargo, los genios aéreos constituyen una sola categoría. <br /> Se cree también, en el Islam, que los genios impregnan el cuerpo sólido de la Tierra y su superficie.<br /> <br /><strong>Djinn de Plasma</strong><br /><br />Los musulmanes creen que los djinn tienen el poder de volar y de cambiar de tamaño mediante su instalación en cualquier espacio<br />Es interesante notar que las representaciones populares de un "genio" a menudo muestran un gran gigante, cuyo cuerpo se estrecha en un vórtice y que, a pesar de su tamaño, es capaz de meterse en la lámpara de Aladino o una pequeña botella. <br />Esta imagen ficticia, en realidad ilustra muy bien la capacidad de los genios de cambiar de tamaño. La representación de una llama en una lámpara, es también una reminiscencia del plasma. <br />Los letreros de neón y las lámparas fluorescentes funcionan sobre la base del plasma. <br />Cualquier tipo de fuego con una temperatura muy alta puede generar un plasma. <br />También se cree que los djinn son capaces de cambiar de forma y por lo tanto, pueden aparecer a los seres humanos como serpientes, escorpiones, vacas, burros, pájaros y otros animales.<br />Existen en una "frecuencia vibratoria" o "nivel de energía" diferente, y por lo tanto normalmente no son visibles o detectables por nosotros. <br />En otras palabras, se puede decir que vivimos cercanos a un mundo paralelo que ínter-penetra el nuestro. <br />El Diccionario del Islam, de Thomas Patrick Hughes afirma: "Se convierten en invisibles gracias a la rápida extensión o rarefacción de las partículas que los componen, o desaparecen de repente en la tierra o por aire, o a través de una pared sólida. " <br />A través de fuerzas magnéticas y eléctricas, las partículas pueden aumentar su distancia entre si para disminuir la densidad del plasma. La distancia entre las partículas en el plasma sin colisiones es tan grande que los objetos de plasma pueden pasar fácilmente a través de otro.<br />Todas estas características son consistentes con formas de vida en el plasma .según lo descrito por este autor. <br />Otros autores han argumentado tambien que los genios (djinn) son en realidad formas de vida del plasma, por ejemplo, el Dr. Ibrahim B Syed, Profesor Clínico de Medicina en Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville. <br />Hay que señalar que el concepto de plasma es un fenómeno relativamente moderno. <br />El término "plasma" fue acuñado por Irving Langmuir en 1929 y la moderna física de plasma sólo se inició en el siglo XX.<br /> <br />Hace mil años el concepto de plasma no existía. Pero el término "fuego sin humo" capta bastante bien la imagen de un plasma. Si hubiera habido lámparas fluorescentes y luces de neón (que están compuestas de plasma) hace mil años, es probable que se describieran como "fuego sin humo».<br /><br />Los genios (djinn) no pueden ver claramente a los seres humanos, sólo como imágenes borrosas. <br />Sin embargo, al igual que los seres humanos, los rangos de percepción de algunos genios puede ser más amplio, lo que les da acceso intermitente al mundo de los humanos (al igual que algunos seres humanos tienen acceso intermitente al mundo de los djinn).<br />No seria sorprendente que estos genios sean considerados como "psíquicos" en su propio mundo - siendo de los pocos que son capaces de comunicarse con una especie rara llamada "seres humanos".<br />Es probable que la mayoría de los genios consideren a los humanos como los fantasmas que viven en una Tierra paralela. <br /><br /><br /><strong>Genios (djinn) en las sociedades</strong><br /><br />Igual que los seres humanos, a los genios se les han confiado responsabilidades (carreras, vida familiar, etc.) <br />Se nos dice que muchos aceptaron la misión y el mensaje del Santo Profeta cuando oyeron leer el Sagrado Corán por el Profeta en el curso del "Fajr salah" en Ukaz. <br />Por lo tanto, se cree que ellos, como los humanos, se congregan en las diferentes religiones y se unen en diferentes grupos, sectas y cultos, como los musulmanes, los cristianos, Judíos y hasta ateos, presumiblemente. <br />Ellos tienen sus propias mezquitas, iglesias y templos - según lo informado por algunas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte. <br />En otras palabras, los djinn operan en las sociedades, las comunidades y dentro de los sistemas políticos y son sorprendentemente similares a los humanos. <br />Su civilización a base de plasma tiene probablemente una historia más larga que la nuestra.<br /> <br /><strong>"Bien" y Mal" entre los djinn</strong><br /> <br />Se cree que a cada persona se le asigna un djinn personal llamado "qarin". Se nos dice que el qarin del profeta Mahoma, convertido en un "buen" genio musulmán, al escuchar la recitación del Corán declaró que este era "hermoso". <br />Esto demuestra que los genios pueden ser persuadidos por los argumentos para cambiar su comportamiento y que son formas de vida inteligente, con un sentido de la moral y la estética, incluso. Los musulmanes creen que los genios serán recompensados por su justicia y serán castigados por su maldad, como los humanos. <br />Los genios, como los humanos, serán juzgados el día del juicio y seran enviados al cielo o al infierno según la calidad moral de la vida que llevaron. Por lo tanto esto, obviamente, hace pensar en seres con libre albedrío.<br />Lo que hace pensar además, que también tienen una conciencia. <br />En algunos textos, los genios han sido descritos como "demonios" o "mal" en contraste con los seres humanos. Como se explica en la metafísica de plasma, la densidad del cuerpo, bioplasma, cuanto más “densa”, hace al ser más egoísta. <br />Cuando la densidad aumenta la frecuencia vibracional disminuye. <br />Vivimos en un universo de energía más bajo que el de los genios.<br />Los genios egoístas y malévolos, con los cuerpos más densos, de baja frecuencia del bioplasma, son más propensos a caer y se infiltran en nuestro espacio más a menudo. <br />Esta muestra de genios que los seres humanos más a menudo encuentran, es a la vez parcial y pequeña en comparación a su población total. <br />No debemos por lo tanto, juzgar a todos los genios por los pocos que con mayor frecuencia se encuentran. <br />Por otra parte, con todas las guerras, genocidios, atrocidades, asesinatos, torturas, la extinción forzada de otras formas de vida, daños irreparables al medio ambiente de la Tierra y el comportamiento simplemente despreciable de muchos seres humanos en la historia, es muy difícil de defender una tesis que sostiene que los seres humanos son, de alguna manera más virtuosos que los genios. <br />Algunos pueden argumentar que los humanos influyeron en los genios para hacer el mal. <br />Pero los seres humanos no tienen libre albedrío? <br />La responsabilidad por actos de maldad por lo tanto, debe estar sobre los hombros de los seres humanos que cometen esos actos.<br />Los genios pueden por tanto convertirse en chivos expiatorios para los seres humanos.<br />La conclusión lógica sobre la base de todos los hechos más fiable es que, así como hay seres humanos que practican el bien o el mal, hay genios buenos y malos. <br />Esta es, de hecho, la creencia general del Islam. (Aquí "bueno" y "malo" se utilizan como términos subjetivos en relación con un cierto marco de identificación de referencia moral.) <br /><br /><strong>¿Puede haber vida de Plasma?</strong><br /> <br />Un crítico es de la opinión de que los genios , que se componen de "fuego sin humo", no pueden ser las formas de vida que describe, desde el capítulo XXI, el Corán, que dice "que sacamos del agua a todo ser viviente." <br />El argumento es que, dado que los genios no están compuestos de agua no pueden ser seres vivos. <br />Lógicamente antes de que nadie pueda llegar a esta conclusión habría que definir qué es la vida.<br /><br />Tal vez usted ya sabe que todavía no hay consenso sobre la definición de la vida en la comunidad científica, aunque muchos de los principales científicos han tratado de hacerlo y han fracasado en un aspecto u otro. <br />La definición de lo que es la vida, claramente, está lejos de resolverse. <br />Pregúntele a cualquier biólogo! <br />En segundo lugar, en términos de lógica de la frase, se puede afirmar que "del agua a todo ser viviente" no está tan lejos de: "hemos hecho todos los seres vivos del agua". <br />Esto último significa que el conjunto de todos los seres vivos es un subconjunto de las cosas hechas de agua.<br />Lo primero simplemente significa que todo lo que se hizo a partir de agua, en el contexto del capítulo XXI, estaba viviendo. <br />En otras palabras, significa que el conjunto de los seres vivos (no todos) son un subconjunto de las cosas hechas de agua. <br />Esta interpretación más restringida es claramente más coherente con el resto del Corán. <br />Cualquier persona que dice que los genios (djinn) no son también formas de vida, debería preguntarse por que las entidades que viven en sociedades, tienen libre albedrío, son persuadidos por los versos del Corán para cambiar su comportamiento, tienen un sentido de la moralidad y el aprecio por la estética, se mueven y comunican y, finalmente, son sometidos a juicio sobre la base de sus acciones y pensamientos, si no son formas de vida o seres vivos (inteligentes). <br />Tiene sentido decir que Dios "juzgará", una forma de no-vida sobre si habría actuado moralmente o no? ¿Cómo puede una forma de no-vida tener la libre elección? ¿Cómo puede una forma de no-vida tener un sentido de moralidad?<br /> <br />Actualmente los científicos están considerando seriamente la posibilidad de otras formas de vida sobre la base del silicio y formas gaseosas de vida, y otros sustratos además del agua, por ejemplo, el metano líquido y amoniaco.<br /> <br />"Que el agua sea necesaria para la vida, en sentido excluyente, es, creo, muy dudoso", dice Christopher McKay, científico planetario de la NASA Ames Research Center en Moffett Field, California. El astro biólogo Dirk Schulze-Makuch Universidad Estatal de Washington en Pullman cree que la dependencia del agua por las formas de vida en la Tierra es pura coincidencia. "La vida en la Tierra aprendió a trabajar con el agua porque es el único líquido que es realmente abundante. No creo que haya ninguna magia al respecto", dice.<br /><br />Existen serias razones científicas que se han presentado para argumentar que océanos de ácido sulfúrico podría hacer el trabajo en un planeta más caliente, o incluso los océanos de metanol, amoníaco o metano podrían ser suficientes en un planeta más frío. <br />Algunos científicos han señalado que no todas las propiedades del agua son únicas. El fluoruro de hidrógeno, ácido sulfúrico, amoníaco y el peróxido de hidrógeno comparten con el agua la capacidad para llevar los iones de hidrógeno que catalizan reacciones químicas que son cruciales para que las células digieran los nutrientes haciendo posible la vida.<br /> <br />Este autor ya ha argumentado en el artículo "Panspermia Dark" (2008) que el agua líquida es esencial para la vida bioquímica como un agente para el transporte y el plegamiento de proteínas. <br />Su alta capacidad calorífica, capacidad de permanecer en estado líquido en un amplio rango de temperaturas y propiedades como disolvente, aseguran un soporte estable y útil para las actividades bioquímicas.<br /> <br />Sin embargo, su importancia es relativa para la vida bioquímica electromagnética a base de plasma. Las forma de vida de Bioplasma, son formas de vida electromagnéticas que utilizan campos magnéticos para formar las estructuras y los campos eléctricos como los agentes de transporte. <br />El agua no es necesaria. El Plasma complejo (que es lo que compone los cuerpos de bioplasma, de acuerdo con la metafísica de plasma) pueden existir en un estado de cristal líquido - similares a las células biológicas en el cuerpo humano. <br />Las partículas en una fase de cristal líquido son libres de moverse en la misma forma que en un líquido, pero al hacerlo se quedan orientados en una dirección determinada. Esta característica puede hacer que sea superior al agua en su capacidad para mantener la vida en un lugar de mayor energía o el universo.<br /> <br /><strong>La arcilla o el agua?</strong><br /><br /> Por otra parte, como se citó anteriormente, en el capítulo 55 del Corán, se dice que los seres humanos se han hecho de arcilla. <br />Creo que si vamos a un restaurante y pedimos un vaso de agua y te sirven un vaso de arcilla serás capaz de notar la diferencia. <br />Así, son los seres humanos formados a partir de agua o barro?<br /> <br />De acuerdo con una categoría de las teorías científicas que se ocupa del origen de la vida, cristales de grano fino de arcilla podrían haber sido muy bien las primeras formas de vida en la Tierra.<br />De acuerdo con estas teorías, la auto-replicación de cristales de arcilla en capas habría desarrollado la capacidad para la fabricación de complejas biomoléculas, como el ARN, durante millones de años lo que llegó a ser la forma dominante de vida en el planeta.<br /> <br />Esto dio lugar a todo tipo de formas de vida que conocemos hoy en día (no sólo los seres humanos). Un equipo del Instituto Médico Howard Hughes y el Hospital General de Massachusetts en Boston han demostrado que los materiales de arcilla fueron la clave para algunos de los procesos iniciales de la vida en formación.<br />Pero la ciencia también nos dice que la molécula más común en el cuerpo humano es agua.<br />Entonces, ¿hay una contradicción? La respuesta es "No" porque estamos describiendo la composición de las formas de vida en dos puntos diferentes del tiempo en su historia evolutiva. <br />El concepto de evolución tiene que ser tomado en cuenta al estudiar no sólo los seres humanos, sino también los genios.<br /> <br />El undécimo capítulo del Corán: "Voy a llenar el infierno con los genios y los hombres todos juntos". En este sentido, hay también otra de las críticas en la literatura que plantea que si los genios fueron hechos de fuego, entonces no hubieran podido sufrir en el infierno de fuego, ya que se componen de la misma sustancia. <br />A pesar de que esto implica una contradicción en el Corán, es tan absurdo como decir que los seres humanos no sienten dolor cuando se las golpea con bolitas de arcilla.<br /> <br />Una vez más el concepto de evolución es aplicable. Incluso si los humanos evolucionaron de un pasado lejano de la vida de barro, hoy son de diferente composición. <br />Del mismo modo, los genios también han evolucionado a partir del sustrato elemental "fuego sin humo", hasta sofisticadas formas de vida a base de plasma. Esto incluye (según el estudio del autor) una membrana plasmática de protección, que si se destruye, puede someter a la forma de vida de plasma a la radiación dañina y desagradable.<br /> <br />También hay tantos tipos de plasma, ya que hay tipos de infiernos. Es posible imaginar calientes hacinamientos infernales, así como infiernos fríos aislados. (Tenga en cuenta que en la teoría metafísica de plasma, el concepto del infierno es algo más complejo. Si bien hay regiones naturales en plasmasfera paralelos de la Tierra que pueden ser considerados en relación agradable y desagradable de una forma de vida particular, también hay paisajes culturalmente condicionados que se superponen sobre estas regiones. <br /> El plasma, sobre todo el "súper plasma", es muy sensible a los pensamientos. Por lo tanto, las fuerzas psicológicas colectivas que emanan de un sistema de creencias de cada comunidad en particular pueden generar una realidad compartida que puede parecer tan real como la región natural subyacente a los habitantes de ese sistema de creencias. <br />El grado de realidad vivida por los habitantes que existen en la realidad compartida es proporcional al número de personas en la comunidad y la duración de las creencias.<br /><br /> <strong>Genios,Hombres-</strong><br /><br />Se cree que los genios son más numerosos que los seres humanos en la Tierra. <br />El autor de al-Lawaami Anwaar al-Bahiya menciona un hadiz de la siguiente manera: "Los genios tienen los niños de la misma manera que los hijos de Adán tienen hijos, pero ellos son más en número." <br /> El diccionario de Hughes de El Islam dice que los genios "propagan su especie, a veces junto con los seres humanos; En este último caso, el hijo participa de la naturaleza de ambos padres" <br />Esto sugiere la existencia de los genios-humanos híbridos. <br />Un híbrido de los genios (Djinn- humano) efectivamente puede vivir en dos diferentes "universos" y evitar el exterminio de la identidad personal a través de la muerte de cualquier cuerpo. Por ejemplo, es posible que el componente de los genios pueda separarse de los humanos y del carbono a base de agua del cuerpo, en la muerte de este último y luego propagarse, y su identidad (que ahora se ha visto enriquecida por las experiencias humanas) a través de otro ser humano en una especie de reencarnación. <br />El componente de los genios también puede separarse cuando el componente humano se duerme para visitar otras entidades en su propio nivel de energía. <br />En cierto sentido, por lo tanto, el genio sale de la botella cada vez que el híbrido duerme, y permanentemente luego de la muerte. Al igual que los seres humanos, los genios individuales también se mueren y son por lo tanto, mortales. <br />Sin embargo, la identidad personal de un ser humano- genio híbrido, posiblemente se puede mantener durante mucho tiempo por la transferencia de la información relativa a la identidad personal o de la "memoria autobiográfica" de la parte de atrás adelante y hacia atrás del híbrido entre lo humano y los componentes de los genios.<br />Esto es análogo a la transferencia de un archivo de ordenador desde el disco duro de su computadora a un disco duro externo y viceversa.<br />Pero hay una pieza que faltaba - el ser humano receptor debe tener una forma de generar un cuerpo de bioplasma nuevo para la transferencia de la memoria autobiográfica del difunto genio humano híbrido. <br />El nuevo hombre-genio híbrido puede hacer recaer en la memoria de los híbridos de la próxima, y los ciclos de repetición de la existencia corporal basada en el carbono del ser humano, que tiene un cerebro que está compuesto por miles de millones de neuronas y un número aún mayor de redes neuronales, que pueden codificar grandes cantidades de información. <br />Por otro lado, en el cuerpo de bioplasma de los genios, podemos imaginar sofisticados sistemas de memoria holográfica con cristales de plasma líquido. <br />Un sistema digital holográfico ha sido construido por los científicos de la Universidad de Stanford y sofisticados sistemas de tiempo real de cristal líquido de memoria holográfica ha sido creado por ingenieros del Estado de Pensilvania. (Los sistemas de memoria holográfica de formas de vida del plasma se discuten en mayor detalle en el libro de Jay Alfred Nuestros Cuerpos Invisible, 2006.) <br />Una pregunta pertinente es : "¿Cuánto tiempo atrás ocurrió la hibridación?»<br /><br /><strong>.¿Cuáles son las implicaciones de esto en la especie humana?</strong><br /> <br /> Los genios conforman sólo una categoría de las formas de vida que se compone de "fuego sin humo", según el Islam. <br />Las otras categorías son la Janns, Shaitans, Ifrits y Marids. Se cree que los genios han evolucionado a partir de la Jann más primitivo. <br />El proceso de evolución darwinista, por lo tanto, presumiblemente también se da entre los genios .<br /><br /> <strong>Conclusión - La evolución darwiniana en universos paralelos</strong><br /><br /> Si quitamos el folclore y las supersticiones en que se ha sumido el estudio de los genios a través de más de un milenio, veremos que es probable que haya un núcleo de verdad que se puede extraer de la literatura para establecer a los djinn como una categoría de las formas de vida del plasma. <br />La historia y evolución de los genios y los humanos se han entrelazado - una simbiosis que es probable que continúe en el presente,y en el futuro. <br />Para entender los orígenes y la evolución de los seres humanos, por lo tanto, tendrá que estudiarse a los genios y otras formas de vida a base de plasma dentro de un marco científico, utilizando las últimas investigaciones para ampliar la comprensión inicial obtenida de fuentes religiosas.<br />Es inevitable que pueda encontrarse que el árbol de la vida darwiniana, identificado en nuestro universo sólo recientemente, se extienda también hacia universos paralelos. <br /><br /> Alfred Jay ha estado investigando sobre las formas de vida de plasma y sus hábitats correspondientes desde el año 2001. <br /><br />Fuente original de este articulo en ingles:<br /><br /><br /><a href="http://www.unexplained-mysteries.com/column.php?id=130606">http://www.unexplained-mysteries.com/column.php?id=130606</a><br /><br /><em><strong>Agrego aquí una traducción de un artículo en francés al que se puede acceder con el link que pongo mas abajo, con la sola intención de tener una idea mas amplia de lo que sobre este tema dice la tradición islámica.</strong></em><br /> <br /><a href="http://www.sajidine.com/monde-invisible/djinns/general.php">http://www.sajidine.com/monde-invisible/djinns/general.php</a><br /><br /><br /> <br /><br /><strong>Los Djinns </strong><br /><br /><br />Los versículos del Corán y los Hadiths, muestran sin equivoco que los djinns han sido creados del fuego. <br />Allah: « Y EL a creado los Djinns de la llama de un fuego sin humo » ( Sura 55 versículo 15)<br />Según Ibn ‘ Abbas, la expresión « sin humo » significa « de la extremidad de una llama ». Otros sabios piensan que esta expresión significa que se trata del más puro y mejor de los fuegos. Dios es el mas sabio!.<br />Lo que nos importa es saber simplemente que los djinns han sido creados del fuego, y que por lo tanto, tienen una constitución totalmente diferente de la nuestra. <br />Dice también: »y en cuanto al djinn, Nosotros lo hemos creado a partir de un fuego de un calor ardiente » ( Sura 15, versículo 27).<br />Este versículo nos aporta una información complementaria; en efecto, nos indica que los djinns han sido creados antes que el hombre… <br /><br /><br />En lo que concierne a la Sunna, se puede citar el hadith del Profeta, relatado por Musim y Ahmad : » Los ángeles han sido creados de luz, los djinns de fuego sin humo, y Adán como les ha sido descrito ( de arcilla) » <br />Los djinns prefieren los lugares no habitados por los hombres, como los desiertos y los terrenos desabitados. <br />Es por esto que el Profeta se dirigía al desierto para recordarles a Allah, leerles el Corán, y enseñarles su religión. Este hecho ha sido transmitido por Ibn Abbas y Ibn Mass’ud en el Sahih Musulman…<br /><br />Los djinns tienen la capacidad de adoptar formas y cambiar de apariencia. Según Ibn Taymiya, pueden tomar forma humana o animal, como una vaca, un escorpión, una serpiente, un pájaro…El dice también que el perro negro es el diablo de los perros y los djinns aparecen en muchas ocasiones bajo esta forma. Pueden también aparecer bajo la forma de un gato negro, dado que el color negro se agrega a la fuerza nefasta de los diablos…<br /><br /><br />Hay que precisar que cuando un djinn toma la forma humana o animal, obedece a las leyes físicas de esta forma, lo que significa que seria posible de verlo, o de matarlo de un disparo o herirlo con un arma blanca. Es por esto que los djinns no se quedan demasiado tiempo bajo una forma animal o humana, porque se transforman en ese momento en vulnerables. En realidad, utilizan su invisibilidad para asustar a los humanos.<br />Cuando el Profeta entraba en los lugares de aseo y reposo, recitaba la invocación siguiente: “O Señor, te pido protección a Ti contra los demonios masculinos y los demonios femeninos” ( Allahouma ini a’oudoubika minal khoubthi wal khoubeyth) ( transmitido por Anas, y relatado por Bukhari et Muslim.)<br />Esto muestra claramente que existen djinns masculinos y femeninos.<br />Allah: « que antes que ellos, ningún hombre o djinn a desflorado » ( Sura 55, versículo 74)…<br /><br /><br />Este versículo muestra que los djinns tienen la capacidad de desflorar, por lo tanto, de tener relaciones sexuales.<br />Como los humanos, los djinns son responsables de sus actos. En efecto, Allah les demandará el día del Juicio Final « O comunidad de los djinns y de los humanos, no les han llegado mensajeros, elegidos entre vosotros, que os han relatado Mis Signos y advertido del encuentro de este día » (Sura 6 versículo 130)…Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-67167610568005684322011-10-25T16:32:00.000-07:002011-10-25T16:52:26.047-07:00OVNIS. Alto SecretoHola Amigos :<br /><br />Hoy quiero presentarles un gran libro sobre la temática OVNI.<br /><br />Se trata de <strong>OVNIS ALTO SECRETO, encuentros cercanos con seres de otros mundos</strong>.<br /><br />Su autor, Marcelino Requejo, nos regala en este volumen con una serie de investigaciones de campo, documentadas de manera exhaustiva, y relatadas con un estilo ameno y agradable.<br /><br />J.J. Benítez, en el prólogo, escribe lo siguiente:<br /><br />“…Marcelino, como digo, además de excelente y esforzado investigador, escribe como un profesional, con soltura y con la transparencia del que sabe y del que se ha tomado la molestia de buscar y de indagar. He disfrutado con su estilo directo y con su fino humor; no podría ser de otra manera. Y he aprendido. Sus conclusiones me han dejado con la boca abierta y, lo que es más interesante, pensativo. ¿Y si tuviera razón?...”<br /><br />La primera edición de este interesantísimo estudio fue publicada en España en 2009, por Ediciones Cydonia : <a href="http://www.edicionescydonia.com/ovnis/ovnis.html">http://www.edicionescydonia.com/ovnis/ovnis.html</a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN7kjQXv9FSf-9SeqJYLU8sRFWUDiv3NWv_ZoG050MhGfK7kYIo7VoSEke662hkTVgSqwyWMyUEvxF50ygLVXPr1DNTFUk54UEvWKl5G2NrYej4uxklsK34f-sS1gijsafN2P57ux_qEg/s1600/untitled.bmp"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 120px; height: 128px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN7kjQXv9FSf-9SeqJYLU8sRFWUDiv3NWv_ZoG050MhGfK7kYIo7VoSEke662hkTVgSqwyWMyUEvxF50ygLVXPr1DNTFUk54UEvWKl5G2NrYej4uxklsK34f-sS1gijsafN2P57ux_qEg/s400/untitled.bmp" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5667577765789230354" /></a><br /><br />Marcelino Requejo estudió Ciencias Químicas, aunque en la actualidad es funcionario del Ministerio de Justicia. Lleva décadas investigando el enigma OVNI y es el responsable de que salieran a la luz algunos de los casos más importantes de los últimos tiempos. Concienzudo y meticuloso, siempre viaja al lugar de los hechos para entrevistar en persona a los testigos. Habitualmente interviene como invitado en programas radiofónicos como “Espacio en Blanco” (RNE), “La Rosa de los Vientos” (Onda Cero) o “Milenio3” (Cadena SER). Es colaborador de “Milenio” (Radio Galega) y de las revistas “Año/Cero” y “Enigmas.<br /><br /><a href="http://marcelinorequejo.blogspot.com/">http://marcelinorequejo.blogspot.com/</a><br /><br />Signos en el Cielo publica hoy la introducción de Ovnis Alto Secreto.<br /><br />Mas adelante pondré en línea una síntesis del ultimo capitulo, donde se destacan las conclusiones de este trabajo, por su audacia y creatividad, tal como lo expresara J. J. Benítez en el prólogo.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis-AZ39jPwV9PE7gzsfTt4ztKYz9LhQaAUlrCRVL_d69ZffuKWwcAgmW7l6iDhlJPpg0FAPqz_bhjzUGDvaTtBI28lW9vAuY6zv1FPDccgWSUTejPPkwkB1uKE4WgKKpSfRyh474HUsNU/s1600/imagesCAC9UDOF.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 160px; height: 230px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis-AZ39jPwV9PE7gzsfTt4ztKYz9LhQaAUlrCRVL_d69ZffuKWwcAgmW7l6iDhlJPpg0FAPqz_bhjzUGDvaTtBI28lW9vAuY6zv1FPDccgWSUTejPPkwkB1uKE4WgKKpSfRyh474HUsNU/s400/imagesCAC9UDOF.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5667578441780607074" /></a><br /><br /><br /> <br /><strong><em>La vida en otros planetas es igual que la religión, cuestión de fe; puede uno creer en ello o no. Debe haber miles y miles de planetas donde la vida puede haberse desarrollado análoga o diferente a la nuestra. En eso creo.</em></strong><br /><br /> Severo Ochoa, Premio Nobel de Fisiología y Medicina <br /><br /><br /><br /><strong>Introducción</strong><br /><br /><br /><br />EL DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA de la Lengua, define el término “testigo» como “la persona que presencia o adquiere conocimiento directo de una cosa”; es lo que llamamos “testigo presencial”.<br /><br />Ciertamente la definición es muy acertada y sirve para todo tipo de testigos, incluidos los que figuran en este trabajo, pues no dejan de ser ciudadanos que “presenciaron o adquirieron conocimiento directo de una cosa”: un avistamiento OVNI. Y si estas personas han decidido dar el paso de “desclasificar” sus experiencias es por una razón muy sencilla de comprender: son los únicos autorizados para hacerlo; porque, a fin de cuentas, los testigos presenciales son los mejores expertos sobre objetos voladores no identificados. Nos guste o no, la investigación del fenómeno OVNI se supedita a la existencia de testigos.<br />Si no hay testimonios, no hay nada que investigar. Por ello, en mi opinión, a lo máximo que debe aspirar el investigador es a convertirse en “experto en escuchar a los testigos”, lo cual no es poco.<br /><br />Cualquier desclasificación de sucesos OVNI que se lleve a cabo sin el asesoramiento, supervisión y beneplácito expreso de los testigos presenciales del fenómeno que se pretende analizar, sólo puede obedecer a razones de tipo crematístico o de distorsión del fenómeno, o ambas cosas a la vez.<br /><br />Así pues, para poder profundizar en el estudio de la casuística OVNI, debemos empezar por respetar y analizar, punto por punto y coma por coma, todas y cada una de las frases que salen de la boca del testigo. Y digo esto porque los detractores del fenómeno OVNI suelen agarrarse a cualquier palabra para tratar de desmontar su relato, desestimando y pasando por alto otros aspectos que si se tuviesen en cuenta ya no permitirían ni tan siquiera intentar buscar una explicación racional a lo sucedido.<br /><br />A veces, el afán por querer convencer al propio testigo de que está equivocado, que no vio lo que dice que vio, ha llevado a ciertos “investigadores” a presionarlo de una forma soez, avivando con ello ciertas dudas acerca de las verdaderas intenciones de ese supuesto “investigador”. Ha de admitirse que cualquiera está en su derecho de transmitir al público en general la idea que los OVNIs no existen, pero cosa muy distinta es intentar convencer de ello a la persona que afirma haberlos visto. ¡A ver quién es el guapo que se acerca a un ciudadano para decirle que el objeto volador que se abalanzó sobre su coche y puso en peligro su vida y la de su familia, era el planeta Venus! El testigo le responderá, sin duda, aludiendo a alguna parte de la anatomía de su interlocutor y, por ende, la contestación nos la podemos imaginar…<br /><br />Recuerdo un desgraciado incidente de este tipo acaecido en 1996 en las cercanías de Sarria (Lugo). El 14 de junio, alrededor de las doce de la noche, una vecina de Puebla de San Julián, Mari Luz Fernández, pudo seguir durante unos segundos, desde una ventana de la segunda planta de su vivienda, el vuelo silencioso de una extraña esfera luminosa que dejaba tras de sí una cola multicolor. Según la testigo, el OVNI llevaba una altitud de unos 100 metros sobre el suelo y “…desapareció justo ahí, cuando pasaba por encima del colegio. Pensé que iba a estrellarse contra el tejado…”<br /><br />Un par de semanas después, la testigo fue visitada por un “científico”, experto en Astronomía, que acudía al lugar con el fin de obtener datos acerca de este avistamiento. Mari Luz volvió a relatar pacientemente su observación. Tras tratar de convencer a la testigo de que lo avistado no había sido otra cosa que un simple y rutinario meteorito, el “científico” le preguntó por enésima vez acerca de la altitud a la que volaba el objeto.<br />Ella respondió de nuevo de forma contundente:<br /><br />-¿Ve esos cables de la luz? pues algunos metros más arriba por encima de ellos…<br /><br />Visiblemente enojado, el astrónomo replicó:<br /><br />-¡Señora, está usted loca! ¡Eso es imposible. Le repito que eso era un meteorito y estaba a más de 40 kilómetros de altura!<br /><br />La lógica reacción de Mari Luz no se hizo esperar, invitando al “honoris causa” a abandonar inmediatamente su propiedad e informándole, al mismo tiempo, de lo afortunado que había sido al ofenderla justo cuando su hijo se encontraba ausente.<br /><br />A veces el afán por colaborar en el desprestigio del fenómeno, lleva al frenesí y alguno hasta pierde los papeles, como acabamos de ver. Comprendo que el buen hombre tuviese órdenes estrictas de elaborar, como de costumbre, un informe “antiovni” y “prometeorito”, pero eso no le daba derecho a insultar descaradamente a una testigo simplemente porque el relato de la misma no se ceñía a sus pretensiones.<br /><br />Hechos como éste son más habituales de que lo que uno imagina y vienen a poner de manifiesto que existe una clara tendencia a manipular las informaciones de los testigos con el fin de anular y ridiculizar cualquier tipo de avistamiento. A nadie se le escapa que estos comportamientos no surgen del carácter noble, espontáneo, desinteresado y pasional del propio “científico antiovni”, que de buena fe intenta sacar al testigo de un error de apreciación. Es obvio que hay algo más en juego; nadie recorre 200 kilómetros para terminar insultando a un testigo OVNI que le lleva la contraria… Porque, pensándolo fríamente, ¿a quién se pretende engañar con estas “lecciones didácticas gratuitas” a domicilio?<br /><br />Prácticamente todos los gobiernos del mundo, al tiempo que pregonan a los cuatro vientos que los OVNIs no existen, mantienen el tema bajo el más absoluto secreto militar. Esta ingenua contradicción no hace sino echar leña al fuego alimentando aún más la sospecha de que se está ocultando información realmente importante a la opinión pública mundial.<br />Una de las mayores ofensas que se le puede hacer a cualquier individuo es tomarlo por “pardillo”, por eso creo que “alguien” se está equivocando muy mucho a la hora de enfocar este problema, pues hoy en día, con más de un 50% de la población convencida de que se oculta información sobre el tema OVNI, carecen ya de sentido las viejas consignas de ocultar,<br />“explicar”, ridiculizar y tomar por imbéciles a los ciudadanos y a los testigos de los avistamientos. En realidad, los únicos “pardillos” que existen actualmente son aquellos gobiernos que siguen las directrices marcadas por los servicios secretos de ciertas potencias.<br /><br />Porque, a fin de cuentas, ¿qué podría suceder si los gobiernos reconociesen la existencia real de visitantes de otros mundos en nuestro Planeta? Bruce S. Maccabee, profesor de laUniversidad Americana en Washington, físico de la Marina de Estados Unidos y consultorde National Geographic Society, respondía así a esta misma cuestión:<br /><br /><em><strong>¿Qué puede suceder si los humanoides pasan del mito a la realidad? ¿Se estremecerá el mundo ante tan tremenda revelación?<br />¿Se derrumbará la bolsa, los fieles atiborrarán las iglesias y se desmoronarían los sistemas políticos? ¿Degenerarán los regímenes democráticos en totalitarios? ¿Unirá esta singular emergencia a la población del globo? ¿Se desencadenará la anarquía? ¿O no ocurrirá nada de esto y el cuerpo social se mantendrá como siempre, salvo con un cambio drástico en la concepción de nuestro lugar en el Cosmos? ¿Es demasiado dramático este conocimiento secreto como para que pueda ser absorbido por la humanidad? ¿Nos está protegiendo el gobierno, el Gran Hermano orweliano, de los invasores o más bien de nosotros mismos?</strong></em><br /><br />Las respuestas a estos enigmas son de inmensa importancia, y de ellas depende el destino del género humano, ya que afectan a los fundamentos esenciales de la civilización, en los motivos del no contacto.<br />Posiblemente tenga razón, y sea el miedo a la reacción humana y a la desestabilización del sistema la causa de tanto secretismo. Si embargo, después de tantos años de “mentalización encubierta” de la población, creo que hoy en día a nadie le causaría gran impresión el hecho de que cualquier gobierno reconociese la existencia de otras civilizaciones más avanzadas y confirmase la presencia de sus naves en la Tierra. Esta obra no tiene otro objetivo que mostrar al público, de una manera llana y sencilla, algunos sucesos OVNI en los que se vieron envueltos ciudadanos de a pie, que nada tienen de “pardillos” y que, muy a su pesar, se convirtieron de la noche a la mañana en sujetos pasivos de este inquietante e impenetrable fenómeno. La práctica totalidad de los mismos ha preferido mantenerse en el anonimato y es por ello que sus nombres reales han sido cambiados con el fin de que prevalezca su voluntad; sin embargo, los relatos, las fechas y los lugares se corresponden exactamente con aquellos de los avistamientos.<br /><br />Así pues, lo que se recopila en este trabajo son manifestaciones de personas que “adquirieron conocimiento” de un avistamiento OVNI. Simplemente eso, sus relatos, sin más… Que su historia sea o no de nuestro agrado, eso ya es harina de otro costal. Los testigos se limitan a narrar su experiencia y el lector está en su pleno derecho de creerlo o no, sacando las conclusiones y aportando las críticas que le parezcan más oportunas.<br />No me cabe la menor duda de que muchos lectores se sentirán identificados con alguna de las experiencias que se exponen en esta obra pues, tal vez, hayan vivido una situación semejante que, por miedo al ridículo o al qué dirán, jamás se han atrevido a exponer abiertamente.<br /><br />El enigma sigue estando ahí, aunque desde ciertos estamentos se mire para otro lado, al tiempo que se clasifica y se oculta información de forma sistemática. “Algo” desconocido se desplaza por nuestros cielos y, en ocasiones, aterriza en nuestros campos. La postura oficial en cualquier país es ocultarlo, pero el fenómeno, sea cual fuere su origen, sigue manifestándose…<br /><br /><em>Como diría ese gran genio del humor que fue y es Mario Moreno “Cantinflas”, “cuando el tecolote canta, el indio muere. No será verdad, pero sucede”.</em>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-8567192956884246852011-10-19T06:27:00.000-07:002011-10-19T06:46:59.122-07:00JAQUES VALLÉEHola amigos:<br /><br />Estos últimos días estuve trabajando en esta traducción de un texto del Dr. Jaques Vallée, que se puede encontrar en francés en la página de la COBEPS <a href="http://www.sobeps.org/fr/accueil.html">http://www.sobeps.org/fr/accueil.html</a>, que es la heredera de la mítica SOBEPS, Sociedad Belga para el Estudio de Fenómenos Espaciales, que tuvo su momento de mayor auge en los meses de la ya legendaria “Oleada Belga”, de fines de la década de los 80 y principios de la del 90.<br /><br />Jacques Vallée tuvo la excelente idea de revisar su diario « Forbidden Science », del cual, la parte que cubre el periodo que va de 1957 a 1969 apareció en francés en 1997, bajo el titulo de “Ciencia Prohibida”, La nueva versión existe solo en inglés.<br />Esta es una traducción de las paginas 444 a 457.<br /><br />“Ciencia prohibida. Diario 1957-1969. Un científico francés en las fronteras de lo paranormal”<br />Collection Documents, l’Observatoire des Parasciences et O.P. Editions, 1997.<br />_____________________________________________________________________________________<br /><strong>REFLEXIONES</strong><br /><br />Dr. Jaques Vallée.<br /><br />El paso del tiempo es destructivo. No solamente borrando de nuestra memoria numerosos hechos, fechas y cifras, si no además oscureciendo la imagen que guardamos de aquellos que han jugado en nuestra vida un rol importante.<br />Deforma también aquella que guardamos de nosotros mismos.<br />Llevar rigurosamente un Diario, es una formidable protección contra esta erosión. Pero al mismo tiempo, hace a nuestros errores más evidentes, y a nuestros fracasos más flagrantes. A la vez fuente de experiencia y de humildad, pone los éxitos de los que estamos mas orgullosos en la perspectiva de aquellos todavía mas notables alcanzados por otros.<br /><br />La puesta al día de la presente obra, me ha permitido cuatro ejes de reflexión:<br />El primero concierne a la vez la realidad de los Objetos Voladores no Identificados, y lo que ellos significan.<br /><br />La triste realidad es que las respuestas a estos dos interrogantes siguen sumidas en el misterio de la misma manera que en los años sesenta.<br /><br />A los principales casos que archivé a medida que se producían (Socorro, el asunto del « gas de los pantanos », Monticello, el secuestro de los Hill, etc.), sucedieron muchos otros igualmente sensacionales durante los años 70 y 80. El encuentro cercano de dos pescadores en Pascaguola o la abducción de Travis Walton, fueron titulares de los periódicos, y pusieron regularmente a Hallen Hynek a trabajar, antes de caer en el olvido, algunas semanas mas tarde. No sirvieron más que para engrosar nuestras bases de datos, sin jamás aportar el menor modelo de explicación a un fenómeno que, por el contrario, parecía ingeniárselas para mandarnos señales sádicamente contradictorias.<br /><br />Luego de que el nuevo análisis por ordenador de las tendencias históricas que emprendí a mediados de los años setenta dio como resultado un grafico muy interesante mostrando que las “oleadas” de actividad no son periódicas, Fred Beckman y el profesor Price-Williams de la UCLA (Universidad de California, de Los Ángeles), señalaron el parecido que existe entre este reparto y los “esquemas de refuerzo” característicos de los procesos de entrenamiento o aprendizaje. Dicho de otro modo: el fenómeno OVNI se comportaría como un sistema de control, más que a la manera en la que se haría una exploración por visitantes de espacio.<br /><br />Numerosos sistemas de control están presentes en nuestro medio. Algunos naturales, como la ecología, los cambios climáticos o la demografía; otros de naturaleza social, como el proceso de educación superior, la justicia o los campos de concentración. Otros, finalmente tienen origen humano, como los mecanismos de control de actitud de cohetes o satélites, y también el humilde termostato en la pared de su departamento.<br /><br />Suponiendo que el fenómeno OVNI sea un sistema de control, es posible testearlo para determinar si es natural o artificial, abierto o cerrado?<br />Estas preguntas, entre las más interesantes a plantearse respecto a el, no han encontrado todavía respuesta.<br /><br />La exposición de estas ideas en El Colegio Invisible, escrito en 1975, interpela a los otros investigadores, dado que planteaban la cuestión del origen síquico del fenómeno, considerado como chocante para aquellos que no lo veían más que bajo su aspecto « chapas y bulones », que nosotros habíamos abandonado. Su aparición, algunos años después de Visa para Magonia, contribuyo aun mas a agrandar la brecha entre mis ideas y las de los “platillistas” clásicos, hasta el punto de no retorno actual.<br /><br />Los ocupantes de OVNIS descritos por los testigos de encuentros cercanos son conocidos bajo múltiples denominaciones: ufonautas, visitantes, humanoides u operadores.<br /><br />No cesaron jamás de comportarse de la manera absurda de los actores de producciones hollywoodenses de serie B sin dar jamás la menor indicación de que su presencia aquí abajo respondía a algún tipo de programa sistemático. Peor aun, el examen de más de un millar de casos de secuestro no permitió detectar la más minima estructura que podría hacer pensar en una exploración de la Tierra por parte de extraterrestres.<br /><br />La tecnología de estas criaturas no es mas que un simulacro de muy mala calidad, y además completamente sobrepasado a la vez sobre el plano biológico y técnico. Porque es evidente que la verdadera razón de su furtividad y de lo absurdo de su comportamiento, sigue siendo incomprensible, no deberíamos nosotros comenzar a preguntarnos si no es porque nuestras ideas respecto a ellos fallan desde e Antes de ir mas lejos, preguntémonos lo que significa « extraterrestre » para la mayoría de los ufólogos clásicos. Hoy todavía, la aceptación más popular se sitúa al nivel más elemental: los ovnis son naves de una civilización originaria de otro planeta y sus pilotos son criaturas humanoides con ojos enormes, habitualmente denominados “grises” aparecidos a partir de 1947, luego de la observación de Kenneth Arnold.<br /><br />Estos humanoides vendrían a la Tierra para recoger minerales o materias orgánicas, y procederían a secuestrar personas para efectuar experiencias genéticas.<br />Esta idea en un primer momento podría parecer casi aceptable, si no fuera porque se silencia que las declaraciones de un gran numero de testigos son en realidad muy diferentes de este esquema, que los primeros casos no se remontan a 1947, ni inclusive al principio de siglo XX, y que su contenido no hace referencia, salvo excepcionalmente, a visitantes del espacio.<br /><br />Además, presentando numerosas variantes desconcertantes, las descripciones de las criaturas en si mismas no son siempre conformes al retrato bosquejado mas arriba.<br />Es a partir de esta constatación que me vino la idea de que el origen de los OVNIS podría situarse en una realidad multidimensional, en la que nuestro continuum espacio tiempo no seria más que un subconjunto. Visto desde ese ángulo, no rechazo enteramente la hipótesis extraterrestre, bajo la condición de admitir que la forma de inteligencia que el fenómeno representado coexiste con nosotros sobre este planeta del mismo modo que podría provenir de otro planeta situado en nuestro universo, o en un universo paralelo.<br /><br />El ejercicio del método científico no es siempre fácil. Mis profesores me han siempre enseñado que los fundamentos mismos de la ciencia reposan sobre la aptitud de poner en duda todos los resultados obtenidos, incluidos los nuestros. Sin embargo, cuantas veces constate que toda puesta en duda del origen extraterrestre de eso objetos era recibida como una verdadera afrenta por aquellos que necesitan integrar la posibilidad de esos contactos en su propio sistema de referencia de la realidad. Mientras que ese tipo de personas trata de hacer creer que están en búsqueda de verdades científicas, tratan en realidad de instalar nuevos dogmas.<br />Con el paso de los años, mi persistente rechazo a asociarme a cualquier coalición de ese tipo condujo inevitablemente a confusiones lamentables y ha contribuido a que me sea atribuido, al mismo tiempo ciertas teorías absurdas que no exprese jamás. Por ejemplo, cuando sugerí que el fenómeno OVNI podía ser parcialmente de origen síquico, se dedujo bastante seguido que yo consideraba que los testigos eran victimas de ilusiones y que los objetos no presentaban la más minima realidad física, cosa que no dije jamás, ni escribí y ni siquiera pensé. Mas tarde, mi observación de que ciertos casos habían sido manipulados por algunas sectas, muchas veces con la complicidad de servicios de informaciones, fue interpretado como que había renegado mis primeros escritos, y consideraba actualmente los “platos voladores” como armas secretas o instrumentos de engaño de origen puramente terrestre, cuando jamás había dicho semejante cosa. Para terminar de una vez por todas con este tema, me veo obligado a reafirmar aquí mis convicciones, que son perfectamente coherentes con todo lo que he escrito precedentemente:<br /><br /> <strong>El fenómeno OVNI existe. Ha estado presente a lo largo de toda nuestra historia. Es de naturaleza física y la ciencia actual no es capaz de explicarlo. Corresponde a un nivel de conciencia que nosotros no hemos alcanzado todavía, es capaz de manipular las dimensiones temporales y espaciales que conocemos y afecta nuestro propio nivel de conciencia de una manera incomprensible, comportándose globalmente como lo haría un sistema de control.</strong><br /><br />Capaz de manipular nuestra conciencia con métodos desconocidos, se acompaña además de otros efectos que podemos calificar de paranormales. Pero, como mi colega Allen Hynek, estoy convencido que la ciencia de los siglos venideros terminará por explicarlos.<br /><br />Estructurando nuestras creencias religiosas y nuestros conceptos del universo, este fenómeno a ejercido también una influencia importante en numerosas tradiciones mitológicas.<br /><br />Es posible que nos engañe utilizando múltiples disfraces bajo los que se presenta a nuestra mirada, tomando diversos rostros en diferentes culturas: divinos entre los primeros hebreos o los habitantes de la Mesopotamia, farfadets (pequeños demonios maliciosos, gnomos) para los cronistas de la Edad Media, bajo la forma de demonios en la época de la inquisición. Para nuestros abuelos, hacia fines del siglo diecinueve, puede haber adoptado el aspecto de fantasmas o de golpes en los muros, o el de la Muy Santa Virgen para los creyentes.<br />En nuestra época tecnológica, a tomado el aspecto de astronautas vestidos con trajes espaciales.<br />____________________________________________________________________________________<br /><br /><br />Mi <strong>segunda</strong> reflexión esta relacionada con la reacción de los medios científicos frente a este fenómeno.<br />Aquí, una vez más, no se puede hacer otra cosa más que constatar la ausencia de evolución desde la publicación de la primera edición de este libro.<br />La única razón verdadera que permitió a la Aeronáutica Militar de EEUU de sacarse de encima tan fácilmente, con la manera desenvuelta con la que trató la cuestión, reside en la falta de información, inclusive el total desinterés de la comunidad científica, en el país y en el extranjero. Para la mayor parte de los investigadores, el solo hacho de hablar el tema es ya una aberración. ¿Hay que asombrarse cuando sabemos que nadie en este medio se tomó la molestia de analizar los verdaderos datos? Ningún verdadero estudio fue hecho jamás, y quien siguió este diario hasta aquí, habrá entendido perfectamente porqué: mientras que algunos investigadores como Allen Hynek y yo, con un puñado de otros, consagrábamos nuestro tiempo libre y nuestros recursos a reunir colecciones de anécdota Nuestro mas grande fracaso fue el de no haber podido presentar a nuestros colegas un dossier suficientemente sólido para que desemboque en un verdadero estudio del tema.<br />Nosotros no podemos, entonces, muy simplemente, especular sobre lo que hubiera sido descubierto si este estudio hubiera existido. <br />Mientras que algunos investigadores como Allen Hynek y yo, con un puñado de otros, consagrábamos nuestro tiempo libre y nos recursos a juntar colecciones de anécdotas interesantes, la poderosa maquina científica se mantenía globalmente sorda.<br /><br />Como le dije un día a Hynek, nuestros esfuerzos por documentar los casos mas interesantes y presentarlos al publico, no sirvieron mas que para allanar el camino de un jugoso negocio a los buscadores de oro que hicieron los grandes titulares de los periódicos y de las actualidades televisivas, con historias increíbles o absurdas, a la medida del efecto que tenían en la opinión publica. Lo que lleva a los medios académicos a concluir que un fenómeno tan vergonzosamente explotado, al mismo tiempo por los medios de comunicación y los zelotes excitados<br /> (Para ver cual es la definición de ZELOTE, hacer clic aquí: <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Zelote">http://es.wikipedia.org/wiki/Zelote</a> )<br />y desprovistos de todo sentido critico, no era digno de gastar tiempo en el o de prestarle mínimamente atención, así que nuestros llamados fueron ahogados por el tumulto reinante.<br /><br />Sigo pensando que este desinterés obstinado fue uno de los fracasos intelectuales mas graves de la ciencia del siglo veinte.<br /><br />Si la ciencia oficial negaba la cuestión, que pensar entonces de la investigación privada? Al igual que en la arqueología o en la medicina, se pueden encontrar numerosos ejemplos de ricos mecenas o intrépidos emprendedores que han esponsorizado nuevas franjas de la investigación que la ciencia del sistema había despreciado hasta ese momento. Los nombres de grandes familias como los Kettering, Ford, Carnegie, son sinónimo de fundaciones que permitieron algunos de los trabajos de investigación más prestigiosos en artes o ciencias. Podemos lamentar que estas familias no hayan jamás acordado la menor importancia al fenómeno OVNI, a pesar que durante años, Allen y otros hemos tratado de reunir los fondos para permitir investigaciones puntuales.<br /><br />Actualmente, la situación sigue sin cambios. Inclusive si algunas personalidades influyentes han ocasionalmente invertido algunos recursos, fue siempre con la intención no declarada de financiar proyectos que habrían servido para hacer prevalecer su idea favorita, del origen extraterrestre de los OVNIS, excluyendo cualquier otra. Se trata aquí de una actitud que habría sido, no solamente juzgada inaceptable para con cualquier otro sujeto de estudio, si no también una garantía cierta de que si una acción de ese tipo daba resultados probatorios, estos serian automáticamente descalificados por todo un panel de científicos encargados de juzgarlos. Es algo así como si se propusiera financiar un nuevo observatorio astronómico, a condición expresa que los que allí trabajen acepten previamente la teoría de una Tierra inmóvil en el centro del universo.<br /><br />Lo poco que se hace hoy en investigación es inmediatamente blanco de críticas venidas del sectarismo.<br /><br />El trabajo constructivo de pequeños grupos de aficionados sigue siendo desnaturalizado por las luchas por ganar influencia entre múltiples facciones. Los raros científicos con espíritu abierto que han osado poner los pies en ese intercambio de opiniones venenosas, lo hicieron a su riesgo y peligro, como lo hubiera hecho un turista mezclado en una riña de un bar. Si existen todavía felizmente algunos raros buenos investigadores que realizan un verdadero trabajo de campo, sus resultados son publicados raramente, y un gran numero de reportes interesantes se han perdido.<br /><br />Allen y yo no éramos de la misma opinión sobre la cuestión de la urgencia o no de denunciar el rol que juegan los lobbys de desinformación gubernamental, que yo analizo en este libro.<br /><br />Con los años, el comenzó de todos modos a entender que, aunque indiscutiblemente reales, los OVNIS no eran, sin dudas, de origen extraterrestre. En octubre de 1976, declaró valientemente a un periodista: « He llegado al punto de tener cada vez menos confianza en la idea de que los OVNIS sean ingenios de chapa y bulones originarios de otros planetas (…) Demasiadas cosas no coinciden con esta idea. Me parece inconcebible que una inteligencia mas evolucionada que la nuestra se tome el trabajo de atravesar enormes distancias en el espacio con el único objetivo de hacer cosas tan entupidas como detener motores de autos, juntar vegetales o minerales, y darles miedo a las personas. Creo que ya es tiempo de comenzar a reexaminar los datos y de preguntarnos sobre lo que esta pasando cerca nuestro.”<br /><br />Inevitablemente, nuestras conversaciones nos llevaron cada vez más lejos: los últimos desarrollos de la parasicología, la naturaleza síquica del hombre y la incapacidad de la ciencia para entender los niveles superiores de la conciencia humana. Debatimos sobre los estados místicos, y de lo que representa la iniciación.<br />El hombre que entonces yo tenia frente a mi era el verdadero Allen Hynek, y es lamentable que, ni sus colegas científicos ni los ufólogos hayan tenido nunca la ocasión de encontrarse con el ni de descubrir lo que en esos momentos habría podido aportar. Se interesaba bastante más en la parasicología de lo que osaba manifestar en público. Después de su muerte en 1986, su esposa Mimi que el había deseado cederme su biblioteca sobre el tema. Es hoy parte integrante de una sección muy especial de la mía, sobre la que tengo una vigilancia muy especial.<br /><br />En el ejercicio de mi actual profesión de inversor en tecnologías de punta, me sucede de acordarme, no sin cierta amargura, de lo que incorpore a mi conocimiento durante esos años de aprendizaje: las ideas preconcebidas y los engaños evidentes en numerosos proyectos de estudio de lo paranormal, el desastre del proyecto Libro Azul, el espectáculo de la pusilanimidad de la mezquindad de los “pontífices” científicos que se pronuncian sobre cualquier cosa sin siquiera saber de que se esta hablando, cuando no es para destruir pura y simplemente los datos, como vi hacer a mis directores de investigación en el tiempo en el que figuraba en las nominas de pago del Comité francés para la exploración del espacio.<br />_____________________________________________________________________________________<br /><br /><br />La <strong>tercera</strong> cosa de la que hay que hablar, concierne el escándalo del Memorandum Pentacle ( para ver información sobre este tema hacer clic en este link. N/T.) <a href="http://www.philipcoppens.com/pentacle.html">http://www.philipcoppens.com/pentacle.html</a> <br />Es muy difícilmente perdonable que los servicios de información americanos hayan podido tener el descaro de bloquear el camino a los científicos del Jury Robertson, impidiendo que les sean comunicados los resultados que Pentacle y sus colaboradores había obtenido ya con anterioridad.<br /><br />El descubrimiento de este documento tuvo sobre mí el efecto de una bomba, y me dio una visión muy desfavorable de las prácticas del gobierno norteamericano y de sus altos consejeros a su servicio.<br /><br />Guardar silencio sobre este tema, editando por ejemplo aquí o allá la primera edición de este Diario, habría hecho incomprensibles algunas de mis actividades pasadas. Esta fue la primera razón para mi vuelta a Europa en 1067. Desvelándome ciertos aspectos nauseabundos de las prácticas científicas al más alto nivel, fue al mismo tiempo una lección muy importante para el joven astrónomo idealista que yo era en esa época.<br /><br />Todavía hoy desconozco hasta que punto podían llegar las negras intenciones que ese documento quería cubrir. Agentes de la CIA habían reunido a los cinco investigadores científicos más eminentes norteamericanos para analizar objetivamente ciertos casos de interés potencialmente elevado, tanto desde el punto de vista científico como desde el de la seguridad nacional. El acceso a las conclusiones de un prestigioso organismo de investigación financiado por el gobierno que debían ser hechas publicas, fue denegado, a pesar de que se hizo alusión de manera críptica durante una reunión entre el « Proyecto Stork (Cigueña) » y el instituto Batelle, si debemos creer al reporte, hoy desclasificado, que data de enero de 1953, firmado por F.C. Durant, cuyo destino era el sub. Director de informaciones científicas de la CIA.<br />El lector que recuerde que ese comité no reunía a gente sin experiencia ni formación, sino todo lo contrario, admitirá sin dificultad que el hecho mismo de que no se hubiera pedido a ninguno de los miembros de Batelle de emitir su opinión sobre los resultados descritos en el Memorándum Pentacle, es por si mismo algo que produce consternación. El profesor Luis Álvarez había recibido el Premio Nobel de Física. Lloyd Bekner era especialista de primera línea en la aeroespacial, Sam Goudsmit, del Laboratorio Nacional de Brookhaven, reconocido como investigador americano de primer plano en el terreno de la energía nuclear, y Thornton Page uno de los mas eminentes astrónomos de EEUU.<br /><br />En cuanto al presidente de la comisión, no era ni mas ni menos que H.P. Robertson, físico de renombre mundial que trabajaba en esa época en el instituto de Tecnología de California ( CALTECH). Algunos pensaran, quizás con razón que Allen debería haber trepado por los escalones de la Academia de Ciencias y entrando con fuerza con ese documento en la mano, desde el momento mismo en que lo descubrí. Pero era alguien muy reservado, que huía de las confrontaciones y el escándalo, respetuoso de la autoridad y muy poco propenso a las maniobras de pasillo. Me había confiado un día que no echaría nunca una mirada bajo su cama, inclusive si estaba persuadido de que allí se escondía algo.<br /><br />Ese documento quedó, entonces, poéticamente disimulado en un marco, bajo vidrio, donde con ironía lo había escondido, justo debajo de una reproducción en color de una tapiz representando La Dame à la Licorne. Esta reproducción estuvo largo tiempo suspendida de un clavo de su oficina del observatorio de Corralitos, en las montañas de Nuevo Méjico, al abrigo de la codicia de periodistas inquisidores o de ufólogos intempestivos, y no fue que después de dolorosos debates de conciencia que me decidí al fin a revelar su existencia.<br /><br />Los amantes de conspiraciones encontraran aquí, quizás, alimento para sus teorías de un ocultamiento del fenómeno OVNI que remonta al menos al año 1953. En mi novela de ciencia ficción en francés Alintel, imaginé ya en 1986 como un estudio financiado por el Pentágono habría podido seguir en secreto después de la Comisión Robertson. Allí exponía igualmente porqué el Proyecto Libro Azul no habría servido, a partir de ahí, que de pantalla de humo destinada a desviar la atención del publico y de los medios académicos en su conjunto, mientras que un pequeño grupo de expertos proseguía discretamente el estudio de los datos.<br /><br />Ufólogos más conservadores podrían, de su lado, estimar que la única prueba que aporta ese documento es que resultados importantes no fueron comunicados a personas como Álvarez, Robertson, Page y sus pares, sin demostrar, de todos modos, la existencia de una conspiración organizada. Si es el caso, porqué las conclusiones del Comité Robertson no fueron hechas publicas? Podría ser que las recomendaciones precisas e inteligentemente bien sopesadas de Pentacle, de montar en todos sus detalles falsas observaciones allí donde se desgranaban numerosos testimonios habrían tenido efecto? Está allí la explicación de ciertas observaciones bizarras reportadas en el curso de los años siguientes?<br /> <br />Cuando llamé la atención sobre las flagrantes manipulaciones de los sistemas de creencias que se perfilaban detrás de ciertos engaños, numerosos investigadores prefirieron rechazar esta idea. Difícilmente podía entonces justificarme, dado que Allen y yo habíamos elegido no expresarnos en público sobre este tema.<br /><br />Es imposible actualmente negar que desde mediados de los años 50 los servicios de informaciones contemplaran seriamente y en gran escala, la posibilidad de este tipo de desinformación. Las declaraciones tardías del investigador independiente William Moore en lo que concierne a las operaciones secretas del OSI (Buró de investigaciones Especiales del Ejercito del Aire), confirman el escenario que en mi libro “Revelaciones”, había evocado ya desde 1991, y en consecuencia, no volveré sobre el tema<br /><br />Es a los futuros historiadores de la cuestión que les corresponderá la tarea de decidir objetivamente si si o si no a existido un proyecto del tipo que imaginé en Alintel . El Memorándum Pentacle ilustra uno de los aspectos negativos según el cual se puede practicar la ciencia, y los sociólogos harían bien en examinar de cerca en lugar de buscar la manera de ridiculizar los testigos deseosos antes que nada de hacer conocer sus experiencias, ofreciendo así tantos regalos a la investigación.<br />Hoy estoy convencido que el Ejecutivo del gobierno americano, como el de otros países, sabe exactamente a que atenerse sobre la realidad física y las implicaciones asombrosas de la existencia de los OVNIS. Me parece evidente que un acuerdo tácito a sido puesto en practica entre varios gobiernos para minimizar la cuestión y desanimar toda investigación privada.<br /><br />Los resultados negativos que obtuvimos en el curso de de los años 60 luego de nuestros encuentros con altos representantes del gobierno francés, y el muro de secreto y el rechazo con los que chocaron nuestros esfuerzos, son los índices mas probatorios. Los obtenidos por Allen Hynek en Washington fueron idénticos. La disimulación de datos sin el acuerdo del Congreso americano es bien entendido, ilegal. No es el rol del ejército de disimularlos deliberadamente al ciudadano o de engañar a los científicos sobre un tema tan importante. Pero cuando tratamos de encontrar pruebas de una conspiración aun más secreta, podría ser que nos diéramos de frente, simplemente, con la estupidez burocrática pura y simple.<br /><br />Habrá que esperar que una luz más grande se haga sobre el tema en su conjunto.<br />_____________________________________________________________________________________<br /><br />La <strong>cuarta</strong> preocupación, está relacionada con la tendencia sectaria que se manifiesta entre los ufólogos. El investigador serio que tiene el coraje de confrontarse con los escépticos, debe también tener en cuenta la peligrosa paranoia que reina entre los numerosos propagandistas de la Hipótesis Extraterrestre.<br /><br />Muchos investigadores aficionados con espíritu abierto han visto su trabajo desgraciadamente perdido en medio de vociferaciones de aquellos que reaccionan de la manera extremista de los zelotes en tren de construir un dogma religioso. Hay que haber osado mezclarse en debates con los que sostienen la opción de “chapas y bulones” para comprender hasta que punto su discurso puede revelarse rencoroso. Mientras que insisten para que los científicos se interesen por el fenómeno, al mismo tiempo la única cosa que les importa realmente es de ver que sus teorías personales sobre la naturaleza y orígenes del mismo se confirman.<br /><br />Algunas de sus concepciones más paranoicas tienen hoy una influencia no despreciable sobre grandes capas del público, a causa de la carga emocional que resulta de la atención obsesiva y creciente que aplican ciertas agrupaciones a la cuestión de los secuestros (abducciones). Diversos autores que no tienen más que conocimientos muy limitados en sicología clínica se han arrogado el derecho a interrogar a testigos bajo hipnosis, lo que los ha llevado a fantasear en el sentido de sus propias concepciones, que posteriormente difunden en círculos cada vez más extensos por medio de libros, películas, conferencias.<br /><br />Bajo la mascara de una actitud empática y calurosa, la acción de estos escritores desemboca a menudo en una agravación mas que una sanación de los traumatismos sufridos por los abducidos, creando al mismo tiempo en sus lectores un sentimiento de pánico y de catástrofe inminente. Ya en el transcurso de los años cubiertos por este Diario, la cuestión de las abducciones había sido considerada como uno de los aspectos más interesantes de la fenomenología OVNI.<br /><br />La abducción del brasileño Villas Boas, por ejemplo, había sido bien estudiado por el Dr. Olavo Fontès antes de ser publicado por Gordon Creighton en su revista, y el lector recordará que Allen y yo tuvimos numerosas conversaciones no solo con estos dos investigadores, si no también con Betty y Barney Hill, el Dr. Benjamin Simon, y John Fuller, el talentoso escritor que fue el primero en llamar la atención sobre el fenómeno de los “tiempos perdidos”.<br /><br />Desde los años 70, algo más de una docena de casos de abducción figuraban ya en nuestros dossiers, y algunos ufólogos curtidos como Jim y Coral Lorenzen los habían documentado mucho más todavía. Desde entonces, no había ninguna duda que este aspecto de la cuestión había estado presente desde el principio. Lo que nos parecía una indicación de que el misterio que queríamos resolver tenia implicaciones bastante mas importantes todavía que la simple venida sobre la Tierra de visitantes del espacio, por mas impresionante que esta perspectiva pueda parecer.<br /><br />No solamente el fenómeno OVNI era un desafío en lo que concierne nuestras concepciones de la realidad física, sino que lo era con respecto de aquellas mucho mas generales de lo que significan « conciencia » y « realidad » .Ponía en cuestión, además, todos los fundamentos de nuestros sistemas de creencias, incluidos los de las religiones, y la importancia mitológica de las relaciones entre los terráqueos y criaturas sobrehumanas que supuestamente habitaban el cielo.<br /><br />Pienso que el fenómeno de las abducciones es a la vez real y muy difícil de estudiar. Es lamentable que el pequeño grupo de ufólogos que se interesaron en el no se haya molestado en definir una metodología apropiada a este estudio. Al contrario, estos estudios han rápidamente desembocado en querellas entre los que piensan que los aliens vienen sobre la tierra para ayudarnos, y aquellos que les consideran como animados de malas intenciones.<br /><br />En septiembre de 1991, Betty Hill en persona demostró su decepción cuando decidió no interesarse mas en el tema, hablando de “ teorías neblinosas, fantasiosas e imaginarias ».<br /><br />Pienso que se esconde otra cosa detrás del fenómeno OVNI, y sigo siendo optimista en cuanto a la aptitud que tendrá un día la ciencia de estudiar eventos inesperados, paranormales o que se sitúan por fuera de la norma.<br /><br />Tenemos que ser agradecidos con los testigos por nos hacer participes de sus experiencias notables que necesitan ser explicadas, porque ellos no son responsables si estas experiencias ponen en cuestión nuestra concepción de la realidad. Al contrario, es a los hombres de ciencia a quienes corresponde, luego de haber eliminado pacientemente errores de percepción y engaños, de poner en valor las pepitas de oro que contienen los auténticos fenómenos inexplicados.<br /><br />Esto deberá hacerse de manera responsable, con respeto y dedicación hacia aquellos que se toman el trabajo de aportar su testimonio, y teniendo siempre en la mente las limitaciones de la ciencia actual. Claro que, inclusive si no ofrece ninguna solución ya hecha a la cuestión, en nuestra época de profundos cambios teóricos, el fenómeno OVNI es una oportunidad sin precedentes para hacer evolucionar los conceptos de la estructura física del Universo. Inclusive si nuestros investigadores tuvieran la fortuna de recuperar restos o muestras de materia alienígena, harían falta quizás siglos para que puedan entender su significado.<br /> <br />Esto no debe sorprendernos cuando recordamos que la historia de la ciencia esta trufada de ejemplos anecdóticos de fenómenos conocidos desde hace tiempo, pero cuya puesta en aplicación no se opera si no muy lentamente. Por ejemplo, los primeros Egipcios conocían las propiedades magnéticas de ciertos metales, y su joyería prueba que se servían de la electro plastia, a pesar de que no lograron jamás formular una teoría del funcionamiento de los circuitos eléctricos más simples. Desde el siglo 18, el astrónomo Messier había observado y catalogado las principales nebulosas del hemisferio norte, pero no fue hasta el siglo 19 que se pudo comprender que se trataba en realidad de galaxias exteriores a la nuestra.<br /> <br />Esta constante sigue siendo valida en tecnología: conocido desde los primeros años del siglo 20, el principio del radar no fue puesto en práctica hasta el fin de la segunda Guerra Mundial. La lista es muy larga. Antes que las experiencias anormales se puedan integrar a una nueva teoría, y que la conjunción se realice, es necesario que numerosos conceptos lleguen a madurar. Inclusive si nosotros no estamos todavía en ese punto, en la cuestión de los OVNIS, esto no debería traducirse, todo lo contrario, en el rechazo a examinar los datos.<br /><br />Un atento examen de los parámetros físicos presentes en los mejores casos permite desde ya emprender investigaciones sobre topologías alternativas a nuestro concepto de la realidad. En el curso de los años 70, el escritor Jacques Bergier, como observador autorizado de los últimos progresos tecnológicos que era, había ya llamado mi atención sobre el hecho de que debíamos rever nuestra concepción sobre la unicidad del Universo. La primera lección para sacar de la existencia de los OVNIS, pensaba el, podría ser que vivimos en lo que llamaba « Multiverso », presentando muchas mas dimensiones que aquellas que habíamos imaginado en un principio.<br />El me llevó a reflexionar en las modalidades según las cuales un sistema de control podría ejercerse en el seno de una diversidad tan grande. El escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, desarrolla con talento conceptos muy cercanos en una serie de novelas sorprendentes.<br /><br />El llamó a esa entidad superior VALIS, iniciales en ingles de « Gran Sistema Vivo de Inteligencia Conciente ». Es a partir de ese punto de vista, de los universos múltiples, y de la noción de sistema de control, que el estudio del fenómeno OVNI encuentra su justificación científica, y no al nivel simplista de la búsqueda de cualquier tipo de « mecanismo de propulsión ».El tipo de tecnología que los ovnis utilizan podría, perfectamente, no apoyarse en lo que nosotros actualmente entendemos por « propulsión ».<br /><br />La cosmología admite la posibilidad, inclusive la inevitabilidad de la existencia de universos con dimensiones múltiples. Tanto sobre el plano de las comunicaciones que en el de los viajes espaciales, la posibilidad de velocidades superiores a la de la luz o de la variabilidad de la flecha del tiempo es objeto de numerosas especulaciones. La idea misma de la posibilidad de viajar hacia el pasado es hoy admitida sin levantar invencibles paradojas.<br /> <br />Son ideas que estimulan la imaginación y abren nuevas perspectivas a las especulaciones teóricas o experimentales.<br /><br />Si contemplamos el mundo que nos rodea desde el único punto de vista informacional y analizamos las diferentes maneras según las cuales el tiempo y el espacio podrían estar interconectados, la idea de base de una traslación por medio de naves viajando en el espacio aparece no solamente como inadaptada, si no también como simplista. Desde hace tiempo, ella se ha transformado en caduca por los más recientes desarrollos de la física, que proponen una visión muy diferente de lo que podría ser un modelo “extraterrestre”.<br /><br />He seguido el consejo de mis amigos experimentados, que me han incitado a continuar mis investigaciones separadas de las luces de la pista. Seria en consecuencia injustificado de mi parte continuar asociándome con el medio ufológico actual. Sospecho que el fenómeno se presenta bajo un aspecto muy diferente a partir del momento en que usted logra mantenerse lejos de la querellas que solo sirven para oscurecer su estudio, y las pistas que me parece deberían ser seguidas. Las oportunidades científicas verdaderamente importantes se encuentran en otro lado.<br />Viendo desde la distancia del tiempo, me doy cuenta que hay muchas cosas que tendría que haber hecho durante todos estos años y de las que nunca me inquieté. Me habría hecho falta fundamentalmente reunir una documentación más sistemática sobre el periodo en el que Ruppelt dirigió Blue Book. Hynek, sobre los recuerdos de quien me basé entonces, reconocía que el Mayor había sido muy poco explicito sobre muchas cuestiones y que había “escondido su juego”.<br /> <br />El oficial militar no había acordado sin reserva su confianza al consejero civil diplomado en astronomía que el era. He aquí una porción de la historia que debería haber documentado, cuando todavía los dossier estaban accesibles.<br /><br />Y el hecho que nadie mas lo hizo, no es más que un pobre consuelo. Los antiguos platos voladores de aquella época siguen evolucionando entre nosotros bajo diversas mascaras y disfraces. No pasa un día sin que una observación cuyos detalles son raramente conocidos, se produzca en alguna parte del mundo.<br />El resultado sorprendente de esta situación es que uno de los misterios mas importantes y sorprendentes de la historia de la humanidad continúa repitiéndose día tras día sin que casi nadie le preste atención ni se busque dar el más pequeño principio de respuesta.<br /><br />Es este autismo de la humanidad, de su incapacidad para aceptar la existencia de lo desconocido, de lo que hoy yo tengo vergüenza.<br />El destino de la humanidad se sitúa en alguna parte entre la certeza de sus logros científicos y la desoladora constatación de ella no llegará jamás a conocer toda la realidad.<br /><br />Otras fuerzas intervienen, de las cuales jamás nos inquietamos en atribuirles nombres y roles. Las llamamos de manera indiferente fantasmas, espíritus, extraterrestres, y cuando a pesar de todo, no llegamos a deshacernos de ellas, no dudamos en decretar servilmente que se trata en realidad de dioses, con la sola finalidad de adorar lo que en realidad somos incapaces de comprender, o, también, para idolatrar mejor lo que nuestra incurable pereza nos impide de estudiar.<br /><br />Yo busco otra realidad.<br /><br />Retornando a Pontoise, quise volver a ver las colinas de mi infancia, visitar la tumba de mi padre, reencontrar las señas que seguí al principio de mi búsqueda, medir el camino recorrido y lo que el me aportó.<br />Volví con la certeza de que hoy todavía en las mismas circunstancias, tomaría las mismas decisiones.<br />Y que la única cosa que realmente cuenta en la vida, es el misterio que nos rodea, y todos los medios que pone a nuestra disposición para que nuestra conciencia despierte. <br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0QAPgEr7342TMUwG4GkvQD9Sxm5-rQPP8XmYwPmaU3nDCkBSLqjHVq8-UJ5u6Jy2-Ym4cKsGZ8BDmo5fw3wWRPG-UZL5_VKqNOnavEuJumpoG7egNy__PncGnfcrM5YMb12g1UMcEB2I/s1600/pent_vallee.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 324px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0QAPgEr7342TMUwG4GkvQD9Sxm5-rQPP8XmYwPmaU3nDCkBSLqjHVq8-UJ5u6Jy2-Ym4cKsGZ8BDmo5fw3wWRPG-UZL5_VKqNOnavEuJumpoG7egNy__PncGnfcrM5YMb12g1UMcEB2I/s400/pent_vallee.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5665198134370881426" /></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-78485043758504268732010-08-28T06:01:00.000-07:002010-08-28T06:07:24.918-07:00HOMBRES DE NEGRO<em>Siguiendo con la saga de Damian Mast, hoy publico el ultimo relato que nos hizo llegar.<br />Con la calidad que ya es habitual, nos cuenta una historia vivida durante su infancia, donde los protagonistas se encuentran de pronto ante una categoría de sucesos que escapan a la comprensión. Esos momentos en que, sin lugar a dudas, el mundo cotidiano en el que evolucionamos se cruza, o es cruzado, por otra versión de lo que llamamos realidad.<br />Sucesos que escapan a lo racional de todos los días, sobre todo por lo evanescentes e intangibles.<br />Pero no menos “reales” que un muro que esconde un viejo deposito abandonado, una calle empedrada, una montaña de viejas botellas abandonadas.<br />Con precisión, dramatismo y poesía, Damian nos conduce por este relato de un hecho vivido en los años 80, en la ciudad de Rosario.<br />Sin dudas, una inquietante historia, contada con maestría.</em><br /><br /><strong>SE QUE ESTUVIERON ALLI</strong><br /><br />No fue hasta que me decidí a escribir esta historia, que tomé conciencia de hasta qué punto lo que ocurrió aquella tarde influyó en mi futuro. Pero ese análisis lo haré en otro lado. Me cuesta creer que hayan pasado tantos años y recién hoy me disponga a contarla. Trataré de ser lo más objetivo posible, aunque el tiempo, ya lo sabemos, hace de las suyas.<br /><br /> Debería hacer la salvedad, nuevamente, de que estos son los hechos como los registró un muchacho de doce años que jugaba al fútbol y a los juegos de su Commodore 64, como cualquier otro muchacho de su edad. Y tenía una agencia de detectives.<br /><br /> De la agencia Julián & Damián, detectives y su destino ya les conté en otra ocasión. La maldita costumbre que tienen los niños de hacer las cosas por vocación, sin buscar el rédito económico, debe haber sido la causa de la disolución —ahora que lo pienso— de tan noble empresa. Aunque eso ocurrió mucho tiempo después de aquella tarde en que, sentados frente al monitor de la computadora, por el rabillo del ojo vi la Luna llena a través de la ventana del balcón. Eran las tres de la tarde. <br /><br /> No recuerdo a qué habríamos estado jugando. Lo que sí recuerdo es que era multijugador, es decir, juega uno y luego le pasa el joystick al otro. Julián estaba totalmente concentrado en el juego. Yo, sorprendido por mi visión de la Luna en plena siesta, buscaba en el pedazo de cielo que me dejaba ver la ventana, algún rastro de esa luz. Obviamente, no había nada. Era imposible ver la Luna a esa hora y a una altura tan baja sobre el horizonte. Además, no había sido la pálida Luna que se suele ver de día, sino un disco muy brillante.<br /><br />“Hubiese jurado que acabo de ver la Luna”, le dije a Julián que seguía enfrascado en el juego. No me prestó ninguna atención, “y era algo muy brillante, muy raro”. Ver la Luna no parece ser algo que justifique mi sorpresa, aún a esa hora de la tarde, pero, movido por una extraña curiosidad, me vi rápidamente asomado al balcón del tercer piso de calle Wheelwright donde vivíamos con mi familia, frente al río Paraná.<br /><br />Por aquellos años, antes de la construcción del Parque España, frente a mi departamento estaba el ferrocarril abandonado. Uno cruzaba la calle y se encontraba con un paredón de cuatro metros de alto y muchas cuadras de largo, construido por los ingleses a fines del siglo XIX. Detrás de ese muro, el cual sólo se podía traspasar por un par de entradas separadas unas tres o cuatro cuadras, se encontraban las vías del ferrocarril. Luego de atravesar vagones abandonados que servían de refugio a varios linyeras[1], había un conjunto de galpones. Hoy, esos galpones han sido transformados en restaurantes y bares de cierto lujo, pero aquella tarde en que me encontraba asomado al balcón buscando la Luna, aún eran utilizados como depósito de botellas en medio de las instalaciones abandonadas del ferrocarril. Ladrillo rojo, techo a dos aguas al más puro estilo inglés, sólo tenían en su interior montañas de botellas vacías en cajones. Pasando esos galpones, empezaba la barranca del río Paraná que terminaba, diez metros más abajo, con los muelles de pescadores. A ambos lados del depósito que estaba justo frente a mi balcón (ver foto al final), había dos montañas de botellas. Fueron esas botellas las que, de repente, se iluminaron como si un sol hubiese nacido detrás del depósito.<br /><br />La luz fue creciendo paulatinamente hasta aparecer por encima del galpón y luego se apagó, de forma tan sutil como había empezado. Me quedé mirando fijamente, para ver si mis ojos no habían sido engañados por algún reflejo extraño, sintiendo el corazón latir bajo mi camisa. “Julián”, llamé con voz neutra, casi profesional —me gusta pensar ahora—, al ver nuevamente cómo se iluminaba todo lo que estaba a los lados del depósito y luego desbordaba luz por encima del techo a dos aguas. Para cuando Julián salió al balcón, la luz se había apagado nuevamente. “Hay algo detrás del galpón”, le dije señalando en dirección al río, “algo que ilumina todo lo que está ahí detrás”. No es que Julián no me creyera, sino que “algo” es un término demasiado amplio para generar curiosidad. La cuestión es que al cabo de unos minutos oteando el horizonte, Julián volvió a entrar en el departamento. No había introducido medio cuerpo, cuando aquel sol volvió a crecer. “¡Ahí!”, grité, “¿lo viste?”. Esta vez, con Julián nuevamente junto a mí en el balcón del tercer piso de calle Wheelwright, lo que sea que estaba detrás del galpón del ferrocarril comenzó a latir.<br /><br />En menos de cinco minutos ya estaba barriendo la zona con los viejos prismáticos de mi abuelo. Julián me miraba excitado, atento a cualquier detalle que no se pudiese percibir a ojo desnudo. Sostenía en sus manos, lista para disparar, nuestra cámara de fotos: una clásica Kodak pocket de película 110. No debería extrañar al lector la celeridad con la que reunimos el equipo. Al fin y al cabo, éramos detectives.<br /><br />A excepción del depósito, todas las instalaciones, desde el muro que daba a la calle hasta la barranca, para la fecha en que ocurrieron los hechos que narro, estaban completamente abandonadas. Si bien había unos caminos, empedrados con adoquines de la época de los ingleses, utilizados muy de vez en cuando por los camiones que cargaban y descargaban las botellas, la zona sólo era transitada por pescadores dirigiéndose a los muelles. La frecuencia con la que la luz latía iba en aumento. Fue entonces cuando Julián me tironeó del brazo, en silencio, señalando hacia la derecha. Al bajar los prismáticos, veo que por uno de los caminos se acercaban rápidamente, a juzgar por las nubes de polvo que dejaban atrás, dos autos negros. Un Renault 18 y un Peugeot 504. Recuerdo perfectamente la imagen de esos autos que parecían ir corriendo un rally, dentro del círculo recortado de la óptica. Al llegar frente al depósito, frenaron abruptamente, derrapando y, con los autos aún en movimiento, todas las puertas se abrieron al unísono. Se bajaron como en una coreografía muy ensayada, los ocho pasajeros al mismo tiempo. Cuatro de cada auto, incluidos los choferes, dejando las puertas completamente abiertas. Todos vestían trajes, con saco y corbata de oficinista, totalmente negros.<br /><br />Me doy cuenta que mi corazón, veinticinco años más viejo, está excitado como el de aquel niño que miraba, alternando entre los prismáticos y su vista directa, como tratando de comprobar si no era el instrumento el que estaba alucinando, a dos grupos de cuatro hombres cada uno, que corrían con coordinación casi militar hacia la parte de atrás del depósito. Afuera el viento arrecia. Parece ser una típica tormenta de verano. Unas ramas golpean mi ventana, la que no puedo evitar vigilar cada tanto, y me devuelven al presente. Muy lejos de aquella luz que latía cada vez con más intensidad y con mayor frecuencia. Los hombres de traje negro de oficinista, que habían abandonado sus autos negros frente al depósito con sus cuatro puertas abiertas de par en par, desaparecieron a la carrera en dirección a la luz.<br /><br />Y ahí cometimos un error nada digno de dos detectives. Muchas veces se plantea el juego intelectual de viajar con la máquina del tiempo al pasado y encontrarte con tu “yo” más joven. El juego consiste en responder, sin revelarle tu identidad, qué consejo le darías. Por mi parte me arrodillaría para que nuestras miradas queden a la misma altura, lo tomaría de los hombros y le diría: “Estudia lo que se te antoje, ve a donde quieras, no le confieses tu amor a ninguna de las chicas con las que sueñas y soñarás cada noche y cada mañana, si no te animas, pero por lo que más quieras en el mundo, la tarde del 13 de setiembre de 1983, sepárense. Que quede uno de ustedes en el balcón y el otro suba a la terraza solo.” <br /><br />Recorrer los siete pisos que separaban el departamento de la terraza, corriendo por la escalera para evitar las demoras del ascensor, nos llevó menos de tres minutos. Desde el décimo se puede observar toda la isla que se despliega frente a Rosario, cruzando el Paraná. Nos quedamos un rato masticando la bronca en silencio, mirando hacia abajo, la cámara colgando inútil de la muñeca de Julián, yo sosteniendo los prismáticos a la altura del pecho. A unos doscientos metros bajo nuestros pies, podíamos ver el galpón del ferrocarril custodiado sólo por unas montañas de botellas. Ninguna luz. Ningún auto.<br /><br />Sin apuro, con la certeza de que no encontraríamos nada, bajamos y cruzamos el paredón que separaba la calle del ferrocarril. Una de las entradas se encontraba a pocos metros de mi casa. Atravesamos las vías escudriñando cada metro cuadrado. Me detuve un rato frente al depósito, mirando los adoquines con el recuerdo de los autos negros derrapando. Julián ya estaba llegando a la parte trasera del depósito, así que me apuré para alcanzarlo y compartir el momento de algún posible descubrimiento. El depósito, del lado que da al río, tenía una galería con techo de chapa. Entre la galería y la barranca quedaban unos veinte metros. Luego de caminar un rato en círculos, pateando piedras y contemplando la escasa maleza que crecía entre los intersticios de las baldosas rotas, decidimos que ahí no había ningún rastro o pista de lo que había sucedido hacía menos de una hora. Volvimos a casa derrotados, impotentes, sintiendo que frente a nuestras narices ocurrían cosas que no éramos capaces de entender, pero teníamos la obligación de investigar. Aunque no sabíamos cómo. La sensación de que ahí terminaba todo y de que nunca sabríamos nada de la extraña luz, nos duró hasta la mañana siguiente al abrir el periódico local.<br /><br />La Capital, el diario más importante de la ciudad, titulaba en una de sus páginas interiores, dentro de un recuadro pequeño, abajo a la derecha, “OVNI sobre la ciudad de Rosario”, y continuaba el artículo “Ayer por la tarde, varios lectores de este diario se comunicaban con nuestra redacción para informar que estaban viendo una extraña luz moviéndose en el cielo rosarino. Las autoridades del aeropuerto informaron a este medio que no se ha registrado ningún fenómeno anormal”. En la escuela fue el comentario de todos. Varias personas habían sido testigos de la “extraña luz en el cielo”, incluyendo a mi maestra que contaba muy sorprendida: “Se movía de un lado a otro a una velocidad increíble. Cuando una la miraba, parecía como si se escondiera detrás de los edificios. Era como si tuviese inteligencia”. Con Julián nos mirábamos sin decir palabra, asintiendo con la cabeza y sonriendo.<br /><br />Recuerdo que lo que más llamó mi atención en aquel momento, fueron los comentarios acerca del comportamiento inteligente de la luz. Era lo único que no cerraba en los hechos. ¿Cómo puede una nave ser conciente de que una mujer, de entre más de un millón de habitantes, tendiendo la ropa en su patio, cada tanto la detecta en el cielo y esconderse como un hada jugando en el bosque?<br /><br />Esa pregunta me persiguió por muchos años hasta que me topé en Internet con un sujeto que hablaba de dos hipótesis diferentes. Mi problema era que hasta ese momento yo sólo había conocido la del pelotón de tuercas y tornillos. <br /><br />Supe de la existencia de los “Hombres de Negro” muchos años después.<br /><br />Quiénes son estos personajes, aún no lo sé. Me cuesta creer que de ser extraterrestres o no pertenecer a esta dimensión, necesiten movilizarse en un Renault 18. Lo cierto es que algo buscaban frente a mi casa aquella tarde.<br /><br />He vuelto un par de veces, pasados muchos años, a caminar junto al río entre los bares y restaurantes que ocupan la zona. Si van por Rosario, sepan que en ese lugar ahora está la parrilla Don Ferro. Me suelo quedar de pie, sobre la barranca, mirando la gente que ríe y toma cerveza. Me pregunto si sabe qué ocurrió ahí hace veinticinco años. Obviamente que no, nadie lo sabe. Bueno, en realidad hay quienes sí saben. La brisa en la rivera del Paraná es cálida, pero no puedo evitar sentir, cuando estoy parado allí, un leve escalofrío en la espalda. La sensación de ser observado la conocemos todos.<br /><br /> <br />Damián Mast<br /><br />________________________________<br />[1] Vagabundo<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI-3YQTUq6SakSOQK_2Q2aD2LHkS4rIXmMAR0Y7bemAe8NosD2gc4wcwBChtaGZs7a2jsS7myqx9FmPGd7Y3cyau2qfa67CB8EQjB1Ji8o9EMa7faTP1lCzlsOUeDX_lu7Eb5h81fjuJ8/s1600/Est_Ros_Central.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 280px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI-3YQTUq6SakSOQK_2Q2aD2LHkS4rIXmMAR0Y7bemAe8NosD2gc4wcwBChtaGZs7a2jsS7myqx9FmPGd7Y3cyau2qfa67CB8EQjB1Ji8o9EMa7faTP1lCzlsOUeDX_lu7Eb5h81fjuJ8/s400/Est_Ros_Central.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5510446209278345538" /></a><br /><br />La foto de arriba muestra el galpón del lado del río, así que ésta es la cara donde estaba la extraña luz. En la foto de abajo puede verse la Torre del reloj, a la altura de donde hoy se encuentra el Hospital Británico.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-66764932105983312542010-08-24T05:45:00.000-07:002010-08-24T06:02:17.234-07:00OTRO RELATO APASIONANTE<em>En mayo pasado, publiqué por primera vez en este blog un texto de Damian Mast.<br />A modo de presentación, incluí este encabezamiento:<br />“Cuando leí este relato, quedé impresionado.<br />Por dos cosas. Primero, el extraordinario suceso que aquí nos es contado por quien lo vivió en forma directa.<br />Y segundo, y tan importante como lo anterior, sino más, por la forma en que esta historia nos es contada.<br />Damian Mast, el autor de este apasionante texto, no es escritor, si no científico.<br />Nació en Rosario, Argentina, en 1973. A los veintitrés se fue a estudiar a Córdoba, donde pasó doce años. De allí saltó a Palma de Mallorca a vivir dos años que difícilmente borrará de su memoria. Actualmente vive en Granada y trabaja como Astrónomo en el Observatorio de Calar Alto.”<br />Hoy Damian nos hace llegar otro relato, donde todas las calidades ya mencionadas del anterior se multiplican. Sus historias están inundadas por la emoción de lo vivido, llenas de preguntas que quizás nunca tengan respuesta, plenas de ternura por los personajes que las habitan. <br />Sin lugar a dudas, un hermoso momento el que nos depara su lectura.</em><br /><br /><br /><strong>Si juegan la copa</strong><br /><br /><strong>Parte I</strong><br /><br />Apostaría a que la gran mayoría de nosotros, en algún momento de sus vidas, intentó practicar con mayor o menor éxito, espiritismo. Si de niños veníamos cultivando un placer por lo misterioso, por lo desconocido, por tratar de explicar lo que otros no podían, el espiritismo, en sus infinitas formas, se convertía en una herramienta al alcance de todos. Puedo pensar en una sola traba. El miedo. Infundado o no, el miedo provocado por nuestras fantasías, por las de otros, por advertencias de gente con o sin experiencia, por historias y leyendas, era la única barrera entre nosotros y aquello que operaba en las sombras. <br />Y así es como se suele llegar al juego de la copa. Una mezcla de curiosidad y placer lúdico. O así es como llega la mayoría de la gente.<br />En mi caso, la tabla ouija fue un último recurso, desesperado, para tratar de suplir una incapacidad laboral. Porque es muy duro para un niño de doce años ver cómo se derrumba su empresa. En el verano de 1985, la agencia de investigaciones privadas “Julián & Damián Detectives” pasaba por uno de los peores momentos desde su apertura. <br />Las razones eran obvias. El desfile de clientes por aquella oficina situada en la baulera de un antiguo edificio de tres pisos, en la esquina de Sarmiento y San Lorenzo de la ciudad de Rosario, era nulo. La ubicación, frente al bar “El Cairo”, era inmejorable, no lo discuto, aunque reconozco que debe ser difícil para una persona confiar su caso a dos detectives que no se afeitan, no beben whisky, y aún tienen la obligación de reportarse a sus madres si se hacen más de las nueve de la noche. Aunque, ahora que lo pienso, podríamos haber utilizado esos puntos a nuestro favor: “¿Llega siempre tarde su detective a las citas matinales?¿Está cansado de que se alcoholice? ¿Desaparece su detective por largos períodos mientras resuelve un caso? No busque más...”.<br />El negocio de las investigaciones privadas, como pronto descubrimos, es un rubro muy duro. Paradójicamente, la mayoría de nuestros clientes se declaraban insolventes antes de contratarnos. Pero esto no era impedimento para que les brindáramos nuestra ayuda profesional. Supongo que arreglaríamos nuestros honorarios de alguna forma no convencional, no lo recuerdo, o quizá haya sido lo que hoy se denomina estrategia de marketing. <br />Recuerdo que veníamos de resolver un caso rutinario. Un amigo que regresa de sus vacaciones perdidamente enamorado de una tal María Mar. La relación había sido tan frugal como los datos que teníamos de ella, pero utilizando el método de convergencia iterativa –es decir, tocar todos los timbres del barrio, preguntar por María Mar, e ir marcando en un mapa–, logramos dar con su paradero. Desconozco qué ocurrió después entre nuestro amigo y María Mar, quien seguramente nunca sospechó que volvería a encontrarse con su amor de verano –si acaso para ella fue tal cosa–, pero eso estaba fuera de nuestras incumbencias profesionales. <br />Sentado en la única silla de nuestra pequeña oficina, subrayaba con birome la palabra RESUELTO al pie de una cartulina amarilla. El presupuesto –la estrategia de marketing– no daba para sellos. Estábamos archivando el caso “María Mar”. Julián sintonizaba nuestra radio de bolsillo sobre uno de los dos estantes de la biblioteca, tratando de encontrar vaya uno a saber qué programa, cuando la voz del locutor dijo “Sarmiento y San Lorenzo”. Esa era nuestra esquina. A menos de cincuenta metros de la oficina de la agencia de detectives, el diputado nacional Armas había sido asesinado con un disparo a bocajarro al intentar subir a su coche. Casi como una burla, la policía había catalogado el hecho como asesinato en intento de robo. Según explicaba el periodista, Armas se habría resistido al asalto provocando el disparo del malhechor. Ante el estruendo, el asesino se habría marchado rápidamente extrayendo todo el dinero que poseía Armas en su cartera, pero dejándole su Rolex de oro. La inconsistencia, que se nos presentaba como una provocación, estaba en que, para llegar a su coche, Armas debía subir hasta la tercera planta de un edificio de cocheras con seguridad las veinticuatro horas. ¿Qué ladrón se ocultaría en las sombras, con una vía de escape tan complicada? ¿Acaso Armas llevaba otra cosa que le fue sustraída? ¿Por qué entonces sacarle el dinero de su cartera? ¿Se habrá resistido luego de entregarle el dinero a su asesino? ¿Tan rápido huyó el sicario que no tuvo tiempo de robarle el Rolex de oro –cuyo valor seguramente quintuplicaba lo que Armas traía en billetes–? Eran decenas de preguntas que nos saltaban en la cabeza a medida que la voz del periodista, telegráficamente, comentaba la noticia. Pero la más importante, la que para nosotros encerraba todas las respuestas, era saber qué tan fácil podía ser llegar hasta el tercer piso de la cochera y esconderse allí hasta la llegada del diputado. Eso demostraría si la víctima había sido elegida al azar o no. La respuesta estaba a cincuenta metros de nuestra pequeña oficina. <br /><br />En el caso “Armas”, como rezaba el título que acababa de subrayar también con birome en una nueva cartulina amarilla, entramos de oficio. Pero a diferencia del amor veraniego, nunca logramos resolver este caso. Como una cachetada recibimos una y otra vez, con impotencia, la negativa del portero a permitirnos la entrada. ¿Con qué excusa dos chicos de doce años entran a una cochera? Lo intentamos todo. “Mi papá me mandó a que busque algo en el baúl” era rápidamente contrarrestado con “Que venga tu papá”. Para volver a atacar con “mi papá se olvidó los documentos en la guantera” había que esperar la rotación del personal, es decir, toda una semana. Y la respuesta era siempre la misma. Incluso habíamos conseguido una llave inservible de algún coche y entrábamos a paso rápido haciendo el gesto de abrir una puerta. Todo era inútil. Nuestra impotencia crecía cuando desde afuera veíamos entrar a los adultos con tan sólo un esbozo de saludo con la mano. <br />El caso “Armas” fue el punto de inflexión. Nos dimos cuenta de que nuestra edad era una traba, y de que la agencia corría peligro de extinguirse si no hacíamos algo al respecto. Para competir en el duro mundo de las investigaciones privadas, estábamos obligados a encontrar una línea de trabajo, un área de especialización, donde no ser adulto, lejos de un inconveniente, se convirtiera en nuestro fuerte. Fue así que decidimos dedicarnos a las actividades paranormales. <br />Nuestro razonamiento fue el siguiente:<br />Un adulto siente ruidos en su desván. Durante la noche escucha el crujir de los viejos tablones sobre su cabeza, y sabe que allí arriba no hay nadie. Se le cruza la loca idea de que tiene un fantasma en su casa. ¿Qué hace? ¿Llama a un exorcista? ¿Llama a un parapsicólogo profesional y se arriesga a la burla de familiares y amigos, quienes de allí en más lo van a recibir con “¡¿Cómo andás Juan?! ¿Cómo anda la familia?¿Los chicos?¿El fantasma?”. Éramos la opción perfecta. Nosotros trabajaríamos en su desván y, en caso de que alguien le preguntara:<br />—Ah, estos pibes..., son mis vecinos, viste como son los chicos, con sus historias y fantasías. Ahora creen que tengo un fantasma —haría el símbolo de comillas con los dedos— ahí arriba. Y yo los dejo, qué mal les puede hacer.<br />—Ninguno, Juan, les ayuda a desarrollar la imaginación.<br />—Eso, eso. La imaginación. Los adultos tenemos que incentivar todo lo que tenga que ver con... la imaginación y eso... vos me entendés. <br /><br />Ya habíamos decidido que cobraríamos en función del peligro y el esfuerzo. Luego viáticos y gastos extra. Y de algo estábamos totalmente convencidos. No se podía ser un improvisado. Así que debíamos comenzar nuestra formación. <br />En mi biblioteca privada estaban casi todos los clásicos infantiles que se podían conseguir en el mercado sobre OVNIS, fantasmas y monstruos. Pero ahora nos habíamos convertido en profesionales, así que teníamos que dar un paso hacia algo más serio. Idas y vueltas en bicicleta hasta la Biblioteca Argentina de calle Presidente Roca, con el canasto lleno de Madame Blavatsky y su Doctrina Secreta, o el Libro de los Espíritus de Allan Kardec. Aunque lo más importante, no cabía la menor duda, sería la formación práctica. <br />Por aquellos años, una editorial —no recuerdo su nombre— lanzó una colección de libros sobre lo oculto. Convencimos sin dificultad a un tercer socio y salimos hacia el kiosco de diarios a comprarnos el primer tomo, sobre espiritismo, que traía un extraño souvenir. Una tabla Ouija. Recuerdo lo emocionados que caminábamos los tres hacia mi casa con nuestra tabla bajo el brazo, sin poder esperar un segundo más para probarla, como a quien le acaban de regalar su primer autito a control remoto. <br />La tabla era de cartón, de un metro por cincuenta centímetros, con una decoración entre gótica y kitsch. Un asco, ahora que lo pienso, pero, al fin y al cabo, era una herramienta de laburo y no un adorno. Una ronda de letras de la A a la Z, un SI, un NO, y la palabra ADIOS debajo de la fila de números del 0 al 9. Supongo que todas las tablas son así, pero la describo por si todavía existe alguien que nunca se ha topado con una. <br />En el libro venían las instrucciones básicas, como si se tratara del juego del Estanciero . <br />Lo primero era relajarse y respirar profundo durante unos minutos, buscando la armonía de los presentes —que no debían ser menos de dos ni más de seis—, sentados alrededor de la mesa donde estaba la tabla ouija en el centro. Sobre la tabla, boca abajo, una copa de cristal. Una vez lograda la relajación del grupo —o todo lo relajado que puede estar un grupo de muchachos a punto de charlar por primera vez con un muerto—, los participantes extendían un dedo y lo depositaban suavemente sobre la base de la copa. Supongo que, ante la obvia incomodidad de hacerlo con el pulgar, la elección del dedo es indistinta. <br />Aquí venía un apartado interesante, que planteó el primer debate del grupo. El paso siguiente decía “Elegir un médium”. Las características que debía cumplir el candidato incluían ser tranquilo, sereno, pacífico, suave, armonioso, lo más parecido a un gato persa que uno podía encontrar en la sala. También aclaraba que una mujer es un médium ideal. Evidentemente, el espectro de mujeres que el autor del manual había conocido en su vida, eran lo más parecidas a un gato persa, ya que puedo pensar en varias que espantarían al mismísimo Belcebú. <br />Decidimos ir rotando para ver cuál de los tres era el de capacidades mediúmnicas más desarrolladas. No teníamos ni idea de lo que eso significaba, pero para cualquier persona —no importa la edad—, saberse con cualquier capacidad desarrollada es razón de orgullo. <br />Cada vez que releo el último párrafo, y pienso que es cierto, el ser humano me resulta más imbécil. <br />Yo sería el primero en entablar contacto con el más allá. El libro explicaba que el resto de los presentes no debían hacer ningún ruido durante la sesión espiritista, y que el único autorizado a hablar era el médium. Previamente tendríamos que hacer una lista con las preguntas, a modo de guía, y, en caso de que alguno de los presentes deseara formular alguna no contemplada en la lista, podría pedir el papel y el lápiz y escribirla. <br />Producto de la ansiedad, la lista sólo incluía “Nombre” y “cómo murió”. Y de la última no estoy muy seguro. Decidimos pasar a la acción, así que, una tarde de otoño, sentado con mi mis amigos en torno a una tabla de cartón sobre la que sosteníamos por su base con nuestros dedos índices, una copa de cristal secretamente robada del aparador de mis viejos, dije por primera vez en mi vida “Si hay un espíritu aquí, que se quiera comunicar con nosotros, que la copa se mueva hacia el SÍ”. <br />Fueron quince segundos donde tres pares de ojos no se despegaban de la copa. Podía sentir el corazón bombeando en mis orejas. Con la respiración contenida, mi mirada iba una y otra vez desde la base de la copa hasta la palabra SI. La distancia entre estos dos puntos —no más de diez centímetros— se me antojaba infinita. <br />No recuerdo quién fue el primero en largar el aire y comenzar a respirar con normalidad. Supongo que aquel que tomó conciencia de lo ridículo de la situación. Porque hay estupideces que uno puede hacer en privado. ¿Quién no ha mirado un vaso sobre una mesa, convencido de que, si se concentra mucho y en la forma correcta, el vaso se moverá? ¿Quién no ha pensado en que si uno se arroja contra un muro, convencido de que lo atravesará, la probabilidad de que este efecto túnel macroscópico ocurra es directamente proporcional a nuestra fe en el éxito? <br />Pero son todas cosas que uno hace en la intimidad. A nadie se le ocurriría invitar a unos amigos a casa, y comenzar a lanzarse como lemmings esquizofrénicos contra la pared, esperando que alguno desaparezca de repente. <br />Es a este miedo profundo al ridículo, a este temor por experimentar lo imposible, que nuestra sociedad llama sentido común. Es lo único que diferencia un hombre de éxito de un verdadero genio. <br />Los tres retiramos nuestros dedos de la base de la copa al mismo tiempo y comenzamos a reírnos a carcajadas. <br />Los fracasos se sucedieron durante meses. Llegamos a pasar dos horas en silencio, concentrados en la copa, alternando de dedos y de manos para evitar el cansancio, con los codos sobre la mesa. Probamos de mañana, de tarde y de noche, rotamos de médium, intentamos con velas y en distintas habitaciones de cada una de nuestras casas. La copa nunca salía del círculo central. <br />No puedo entender cómo no desistimos. Aunque, pensándolo bien, me atrevería a afirmar que la única razón de nuestro éxito se debió a que en ningún momento se cruzó por nuestras cabezas que la ouija es una mentira, que la copa no se mueve —porque las cosas no se mueven solas—. Algo estábamos haciendo mal. Algo faltaba. Supongo que le debemos a esa convicción ciega de tres jóvenes inexpertos en las artes espiritistas, el que una mañana cálida de sol, bajo un árbol frondoso junto al muro del cementerio de la ciudad de Funes —a pocos kilómetros de Rosario—, la copa rompiera su inercia de meses y se desplazara bailoteando muy suavemente, con pequeños movimientos casi imperceptibles, hasta la palabra SI. <br />Aquel día éramos unos seis chicos y chicas, todos de la misma edad, y el perro de uno de ellos, un callejero juguetón de orejas grandes y puntiagudas como un murciélago. Los fines de semana en esos pueblos, suelen ser muy aburridos para un grupo de chicos de ciudad, y nadie dudó ante la extraña propuesta de hacer espiritismo. “¿Cómo se hace?”, preguntó alguien. “Tranquilos, nosotros somos expertos. Además siempre llevamos nuestra tabla ouija encima”. En cierta forma era cierto, puesto que ya no sabíamos qué más probar con la tabla, dónde llevarla, a quién invitar para testear sus capacidades mediúmnicas. Además, por sobre todas las cosas, era la primera vez desde nuestro infructuoso debut en el mundo de las comunicaciones con los muertos, que se encontraban mujeres entre los presentes. No recuerdo si alguna de ellas era tranquila, serena, pacífica, suave y armoniosa —para los ojos de un chico de doce años casi todas lo son—, pero los tres dueños de la tabla nos miramos sabiendo que nos estábamos jugando mucho más que el honor. Mientras sacábamos la tabla envuelta en una toalla, ante la mirada embelezada de los otros chicos que no podían creer estar ante un artilugio mágico que hasta ese día sólo había poblado películas e historias de fogón, sabíamos que nuestra reputación como detectives privados pendía de un hilo muy delgado. ¿Tenía sentido arriesgar años de preparación, toda una vida dedicada a la búsqueda de la verdad y la justicia, echar por la borda nuestros proyectos, nuestros sueños, la agencia que con tanto esfuerzo habíamos logrado construir y consolidar, por tan sólo la admiración de los ojos claros de una niña? La respuesta, para cualquier ser humano alimentado a base de Julio Verne, Mark Twain y Stevenson, era, es y seguirá siendo afirmativa. <br /><br /><strong>Parte II</strong><br /><br />La elección de lugar fue natural. Alguien sugirió el cementerio y nadie puso en duda que sería el sitio ideal. De entrada la idea no me convenció del todo, supongo que por miedo, pero ya era tarde para echarse atrás. Y partimos en caravana, con la tabla bajo el brazo, el perro con orejas de murciélago detrás, hacia el otro extremo de la ciudad, donde las casas ya son inexistentes, los caminos totalmente de tierra, y, en medio de un paraje verde lleno de árboles, casi en medio del campo, un muro de dos metros de alto rodeaba el cementerio de Funes. <br /> “Por respeto a los muertos, yo diría que lo mejor es ubicarnos bajo un árbol fuera del cementerio, junto al muro”, dije apenas llegamos, y pude ver como nacía el alivio en todos mis compañeros. De todas formas, entramos y recorrimos las tumbas, la mayoría de ellas cavadas en la tierra —como corresponde a un viejo cementerio de pueblo—, aunque eran notables las obras construyendo los nichos en las paredes, esperando a los inquilinos más modernos.<br />Cualquiera que haya caminado por un cementerio durante el día, habrá notado la paz que se respira a cada paso por sus calles internas. Es un lugar de descanso, no cabe duda. El sereno nos miraba con desconfianza desde la sombra de su garita, aunque no se lo veía con intenciones de interrumpir nuestro paseo. No estábamos haciendo nada malo y caminábamos en silencio zigzagueando por las tumbas. De nuevo fuera del cementerio, nos dejamos caer bajo la sombra de un árbol, riéndonos de la locura de nuestro paseo. Hicimos una ronda, colocamos la tabla en medio, mi amigo sacó un pequeña copa de cristal del bolsillo, y las sonrisas se borraron automáticamente de los rostros de aquellos seis chicos que habían elegido, a modo de diversión de fin de semana, conversar con espíritus. <br />—Yo voy a ser el médium —dije sin meditarlo mucho, pero teniendo especial cuidado en mirar a los ojos a los presentes, a unos claros en particular. <br />Luego dimos una breve reseña de las instrucciones básicas, explicamos en qué consistía el proceso, y procedimos a tomarnos de la mano en ronda para comenzar con las respiraciones tendientes a favorecer la relajación y armonía del grupo, buscando sintonizarnos con la otra dimensión. Casi recuerdo que esas fueron las palabras exactas con las que transmití la técnica y su propósito a mis compañeros, pero me es imposible recordar de qué libro o manual espiritista lo habré sacado. <br />Al cabo de pocos minutos, bajo la sombra del árbol frondoso, sólo se escuchaba nuestra respiración acompasada, y, algo más lejos, confundiéndose con las chicharras, algún ladrido perdido del perro que jugueteaba entre la maleza. Aún recuerdo la extraña calidez de aquella situación, la paz en la que nos encontrábamos, la temperatura ideal debajo del árbol gracias a la brisa que rodeaba su tronco, y el momento en que dije nuevamente “Si hay un espíritu aquí que se quiera comunicar con nosotros, que la copa se mueva hacia el SI”. <br />Abriendo apenas e ilegalmente un ojo—ya que le había pedido a todos que los cerraran, para lograr así la máxima concentración—, me quedé un rato contemplando la ronda. Los seis brazos extendidos con firmeza, finalizando en los dedos índices sobre la base de una copa demasiado pequeña, me transmitió una mezcla de responsabilidad, miedo al fracaso y orgullo, que me hizo sentir que no tenía opción. Si existía alguna posibilidad de que un alma caritativa —o todo lo contrario, pensaría mucho después— tuviese intensiones de entablar contacto con nosotros, y, quizá lo más importante, era a través de aquel trozo de cartón con la copa de cristal encima que podía hacerlo, ese era el momento oportuno. <br />—Si hay en este lugar —repetí con firmeza luego de aclararme la voz— un espíritu que desee comunicarse con nosotros, que mueva la copa hacia el SI —y agregué, recordando de repente algún inciso de uno de los tantos libros que habían pasado por mis manos—, por favor. <br />Estábamos acostumbrados a pasar casi una hora en esa posición, esperando algo que nunca ocurría. Pero por razones obvias, aquel día cada minuto iba lapidando nuestro futuro. Las chicharras eran como un reloj de arena que indicaba que el tiempo se acababa, que a nuestro honor se lo llevaba poco a poco la brisa. El único que parecía no estar preocupado ni interesado por lo que ocurría bajo el árbol, era el perro con orejas de murciélago que había encontrado alguna presa más interesante tras un arbusto. O al menos eso pensé. <br />Como atraído por una salchicha, vino corriendo hacia nosotros y se metió de repente entre las piernas de su dueño, que aún mantenía el dedo índice extendido sobre la copa. El perro miró fijamente el centro de la tabla y apenas irguió sus orejas apuntando hacia el cielo, aquella campanita de cristal, como un golem despertando de su eterno y lógico sueño, se desplazó hasta el SI y se detuvo en seco. <br />Pude escuchar cómo todos se acomodaban en sus lugares, cómo las risitas nerviosas invadían la ronda, cómo se alteraban las respiraciones, pero tratando de que no se notara que mi corazón quería salírseme por la garganta, dije con voz de quien hace eso todos los días:<br />—¿Nos podría decir su nombre, por favor? <br />Esta vez la copa comenzó a moverse de inmediato, aunque con la misma lentitud que antes. Atravesó toda la tabla hasta detenerse junto a la letra F, al cabo de un par de segundos retomó el movimiento y fue hasta la letra R, y finalmente quedó inmóvil tocando la U. <br />—¿Es ese su nombre? —pregunté, aunque la respuesta era obvia.<br />La copa se desplazó hacia el NO.<br />—¿Son sus iniciales?<br />Ahora recorrió todo el camino hasta el SI.<br />—¿Nos quiere decir su nombre completo, por favor?<br />Nuevamente hasta el NO.<br />¿Por qué motivo un espíritu no querría decirnos su nombre? ¿Qué clase de comunicación era esta? No recordaba haber leído este tipo de cosas en ninguno de los manuales, así que sólo pude pensar en un motivo. ¿Por qué alguien se iba a querer comunicar con nosotros, pero al mismo tiempo no deseaba que se sepa exactamente quién era? La respuesta era bastante obvia:<br />—¿Conoce a alguno de los presentes?<br />No me sorprendí en absoluto cuando la copa se movió lentamente y a pequeños saltos hasta el SI. <br /> Todos levantamos la vista de la copa y comenzamos a mirarnos los unos a los otros. Menos una de las chicas que sin decir nada, retiró su dedo de la base de la copa, se levantó y se fue. Más tarde nos confesaría que hacía pocos meses había muerto un buen amigo de ella. Su nombre, Fernando Ramón Uriarte. <br />Nuestra primera sesión espiritista exitosa continuó por unos diez o quince minutos más, donde le hice al espíritu una serie de preguntas sobre cómo murió, dónde, de qué ciudad era, pero sólo lográbamos respuestas coherentes cuando implicaban SI o NO. De lo contrario la copa bailaba desde una letra a otra, sin armar ninguna palabra castellana real. Si mi pregunta era en qué país había nacido, la copa se perdía en una mezcla de consonantes sin sentido, hasta que le preguntaba “¿naciste en Argentina?”, y la copa, casi con alivio, iba y se frenaba junto al SI. “Como si el espíritu fuese analfabeto”, pensé. <br />En un momento dado, la copa dejó de moverse y, pese a que continuaba haciendo preguntas, la línea parecía estar totalmente muerta —si acaso cabe la metáfora—. <br />Satisfechos, contentos ante el deber cumplido, con el pecho hinchado de orgullo sabiendo que tanto esfuerzo durante tanto tiempo finalmente había dado sus frutos, volvimos en fila a casa, caminando con la tabla ouija bajo el brazo, y el perro con orejas de murciélago siguiéndonos detrás, aunque esta vez mucho más pegado a su dueño. <br />Miré una última vez sobre mi hombro hacia el cementerio y el árbol frondoso junto al muro. Estaba feliz. Pero mi felicidad no pasaba por haber comprobado finalmente que la tabla ouija funcionaba —eso nunca lo dudé—, ni mi mente estaba aturdida ante la prueba fehaciente de que existía otro mundo, de que el más allá era una realidad palpable, de que la vida no termina con la muerte sino que continua en otro estado, otra dimensión, que esto que llamamos vida es sólo una etapa de algo superior, como una de las fases del agua, y que el ciclo nunca termina. No. Todas esas cosas son intelectualizaciones que vendrían mucho después. Aquel día caminaba silbando, tratando de dilucidar lo que habría detrás de unos ojitos claros que no dejaban de mirarme. <br /><br />La fiebre de la ouija se desató. Luego de nuestro monosilábico diálogo con FRU, vinieron muchos otros. No estábamos muy seguros de las razones —¿algo había detonado nuestras capacidades mediúmnicas?—, pero ya nunca fallaba. No importaba el lugar o la hora del día, la copa siempre se movía y comenzaba a hacerlo al cabo de pocos minutos de formulada la primera pregunta “Si hay un espíritu aquí...”. La complejidad de las respuestas también empezó a aumentar. Ya el espíritu era capaz de elaborar palabras completas y frases cortas. O, lo más probable, los que habíamos logrado esa capacidad, los que habían evolucionado en las artes necrománticas día a día, éramos nosotros.<br />La tabla ouija se convirtió en la diversión preferida de todas las reuniones. Una vez se nos ocurrió hacer en una casa donde no había copas de cristal, así que experimentamos con una de vidrio. El resultado fue el mismo. El material del que estuviese hecho la copa, que desde hacía varios meses ya se movía a velocidades, no vertiginosas, pero considerables, no influía en absoluto. Llegamos a hacer ouija con la tapa de un frasco de mayonesa. <br />“¡Hagamos espiritismo!”, decía alguien en una fiesta, “Los chicos saben”. En cualquier casa estaba el juego del Bucanero , así que era muy fácil armar una ronda de letras sobre una mesa y usar un vaso. Las sesiones solían durar horas. Letras escritas sobre una hoja de papel, sobre algunas servilletas en la mesa de un bar, todo valía y todo funcionaba. <br />No pasó mucho tiempo para que nos demos cuenta de que habíamos olvidado por completo la verdadera razón de nuestra incursión en el espiritismo. La agencia de detectives estaba paralizada desde hacía meses, y nosotros nos la pasábamos divirtiéndonos con una tablita, siendo la atracción principal de las fiestas y reuniones. <br />¿Por qué se movía la copa? ¿Eran realmente espíritus de seres humanos muertos los que la desplazaban por la tabla, tratando de transmitirnos algún mensaje?<br />La noche que charlando con Julián sobre esto, utilizamos por primera vez la palabra supuestos, tomamos conciencia de que habíamos quebrantado la esencia misma que hace a todo detective. Habíamos creído ciegamente lo que otros afirmaban, sin ponerlo en duda, sin estudiar sus razones. Qué decepción se estarían llevando Dupin, Holmes, Marlowe. <br />El segundo mandamiento del Decálogo de Ronald Knox para las novelas policiales, indica que queda expresamente prohibido que entidades sobrenaturales sean utilizadas como técnica por el detective. Ese pecado ya lo habíamos cometido al decidir el nuevo rumbo de nuestra agencia, pero no nos podíamos permitir saltar lo que había hecho grandes a los detectives más famosos de la historia. El método hipotético-deductivo. Así que decidimos volver a la senda del buen investigador. <br />Al otro día, sobre la pared de la oficina de la agencia Julián & Damián detectives, sobre una cartulina amarilla mal cortada, podía leerse:<br /><br />Hipótesis A: De alguna forma que no entendemos, las personas que colocan su dedo sobre la base de la copa, la dirigen inconscientemente hacia las respectivas letras, para formar la palabra que están pensando. Esto implica que son los participantes de la sesión, quienes realmente la mueven. <br /><br />Esta hipótesis, que bautizamos como la hipótesis telekinética, distaba mucho de una formulación científica (ninguna hipótesis científica que se precie, comenzaría con la frase De alguna forma que no entendemos), pero era un buen punto de arranque. <br />El problema se reducía a la hipótesis espiritista y la telekinética. Rápidamente nos dimos cuenta de que no estaba dentro de nuestras capacidades intelectuales, el resolver los mecanismos de cada una, así que decidimos limitarnos a experimentar tratando de eliminar una de ellas. <br />Quizá sea buen momento, para evitar expectativas innecesarias, comentarles que nunca llegó a existir una cartulina con Hipótesis B. Pero no nos adelantemos. <br />El primer experimento consistió en colocar un papel con una palabra escrita por una persona ajena a la sesión espiritista (simplemente no en la ronda) sobre la mesa, tapándola con una caja. De esta forma, al contactar al espíritu, supuesto espíritu, perdón, se le preguntaba qué decía el papel que yacía bajo la caja. La respuesta, obviamente, era desconocida por quienes mantenían sus dedos sobre la base de la copa. Previo a la formulación de la pregunta-experimento, se había entablado un diálogo con el ente, de quien ya sabíamos nombre, edad, país de procedencia y razones de su muerte. <br />—¿Nos podrías decir, por favor, qué palabra está escrita sobre el papel que está debajo de esta caja?<br />La copa, que hasta hacía pocos segundos había bailado sutilmente sobre la tabla, yendo de una letra a otra, hilvanando frases completas que nos hablaban casi siempre de trágicos destinos, se quedaba congelada de repente. <br />Podíamos repetir una y otra vez la misma pregunta, pero la copa no se movía. La única manera de devolverle la vida era haciendo otra pregunta.<br />—¿Te gustaba el chocolate cuando estabas con vida?<br />Inmediatamente la copa se iba al SI, casi dejando nuestros dedos colgados en el camino. <br />Julián llegó a proponer que se trataba de una reacción natural ante la falta de respeto que estábamos perpetrando. <br />—Imaginate —me decía— que vos estás hablando con un tipo. Le preguntas por su vida, por sus hijos, a qué se dedica, dónde vive. El tipo te cuenta todo, agradecido por la cortesía de que alguien se interese por sus cosas. Y de repente lo cortás y le preguntás: “A ver, rápido, cuánto es la raíz cuadrada de 50”. <br /> Tenía que confesar que, si bien me costaba creer que todos los espíritus fuesen tan susceptibles, Julián podía tener razón. Además, no era una compleja operación matemática la que le estábamos pidiendo, sino leer una palabra, pero no era del todo descabellado. <br />Para complicar las cosas, si se le pedía a quien había escrito la palabra en el papel debajo de la caja, que pusiese el dedo sobre la copa, en el mismo instante en que lo hacía, como tocada por la vara que inflinge vida a las cosas, la copa empezaba su danza sobre la mesa indicando cada una de las letras que conformaban la palabra secreta. <br />—Esto prueba que quien mueve la copa es el ser humano —dije sin estar convencido—. Todavía no me explico cómo, pero lo que se escribe en la tabla ouija sólo sale de nuestras cabezas. <br />—O el espíritu en cuestión sólo puede mover la copa a través de nuestro cuerpo, y sólo puede ver a través de nuestros ojos. Lo que implica —continuó Julián con tono teatral— que nos lee el pensamiento. <br />La hipótesis telekinética era rápidamente contrarrestada por la hipótesis espiritista en igual proporción. No encontrábamos la forma de inclinar la balanza hacia una de las dos.<br />—¿Cómo se llama la perra de Juan? —preguntábamos al ente, mientras Juan esperaba en otra habitación y ninguno de la ronda sabía la respuesta. <br />Silencio e inmovilidad (sinónimos en este caso).<br />Al cabo de unos minutos sin respuesta, llamábamos a Juan que susurraba al oído de alguno de nosotros el nombre de su perra, e inmediatamente la copa iba de la S a la A, luego a la B, la I, la N, la A nuevamente y se volvía al centro de la tabla a descansar como un perro que acaba de traer la pelota y espera su recompensa. <br />Si el ente decía ser de algún país exótico, del que ninguno de los presentes conocía el nombre de la ciudad capital, casualmente el supuesto espíritu, aún habiendo vivido toda su vida allí, tampoco lo conocía.<br />Apenas la agencia de detectives consiguió hacerse con una cámara, le llegó el turno a las fotografías. <br />Como si el ente, además de susceptible, fuese tímido, apuntarle a la tabla ouija con la cámara era motivo suficiente para que la copa se quedara clavada en el lugar. Generalmente no volvía a moverse en toda la noche, pese a las insistencias. Hicimos la prueba de que el fotógrafo estuviese en otra habitación, y, de repente, apareciera por la puerta sacando fotos en medio de una sesión. La copa se paralizaba al instante, alguna veces, en medio de una frase. Me costaba encasillar esto en nuestra hipótesis A. <br />Mentiría si dijese que nunca teníamos miedo. Sin embargo, la experiencia nos había demostrado que el éxito de la sesión era inversamente proporcional al miedo de los participantes. Algunas veces, la copa no comenzaba a moverse hasta que en el ambiente no se respiraba tranquilidad, distensión. Cualquier muestra de excitación, como pasa con los perros, era motivo de fracaso. Por este motivo, tratábamos de crear un clima agradable, nada tétrico, ni muy, ni poco iluminado, nada de velas ni símbolos extraños. Siempre pensé que esa había sido la razón de nuestro primer contacto en Funes.<br />Como ocurre con un marino que hace rato zarpó en un viaje formidable, de señalar los peligros de la expedición siempre se encargan otros. <br />—¿Y no les da miedo que algo salga mal? —nos preguntó una vez, entre trozos de pizza y coca-cola, un amigo de mi hermano Gastón.<br />Mi hermano y sus amigos nos llevaban dos años de diferencia. En general, puede no ser mucho, aunque a esa edad, uno suele prestar más atención a lo que dice un amigo mayor, que a lo que te trata de transmitir un adulto. <br />—¿Y qué podría salir mal? —contesté confiado, más interesado en un análisis sociológico de qué pensaba la gente que podía salir mal en una sesión espiritista, que realmente preocupado por la respuesta. <br />Habíamos leído infinidad de leyendas urbanas sobre la ouija. Desde que si la copa se rompe, el espíritu nunca deja la casa, hasta fantásticas historias de suicidios y locura. Pero nunca dimos crédito a esas historias. Las considerábamos superchería de adolescentes principiantes.<br />—¿Capitán Howdy? —dijo eligiendo un enorme trozo de pizza y llevándoselo a la boca casi de un bocado, como dejando claro que ya no quedaba nada más que agregar. <br />Para mi cumpleaños número trece había encargado un regalo tripartito. A mis padres les había pedido el libro La Profecía, de David Seltzer. Necesitaba conocer quién era el personaje de Damien con quien era monótonamente comparado por cada persona que me conocía. Algunos hasta me buscaban el 666 en la nuca. A mis tías les encargué los otros dos libros de la trilogía. Creo que ahí nació mi pasión por el género terror, tanto en el cine como la literatura. <br />No había terminado de leer el tercero de mis regalos, cuando quedé fascinado por la película El Exorcista de William Friedkin. Ya saben, la que Linda Blair vomita puré de garbanzos sobre el padre Karras. Damien Karras. Por aquellos años todavía creía en las coincidencias, así que, la mañana siguiente, salí corriendo hasta la librería de usados a buscar la novela homónima de William Peter Blatty. <br />No la encontré. En su lugar, al recorrer con el dedo el lomo de los libros sobre el estante —Ballard, Balzac, Benedetti, ...Blatty—, me topé con otra joya: Les diré que te recuerdo. En ella, W. P. Blatty nos cuenta aspectos de su vida y de la creación de sus obras, que resonaron y se clavaron en mi interior como una estaca. Con palabras que parecen emanar directamente de sus arterias, el autor usa como eje la vida de su madre para contarnos cómo se inspiró en sucesos reales para escribir El Exorcista, o narrarnos toda una serie de hechos sobrenaturales que ocurrieron durante la escritura del guión y la filmación de la película. Un material literario que te hacía ver con otros ojos la historia de una niña de doce años, Regan MacNeil, poseída por el demonio Pazuzu al jugar inocentemente con una tabla ouija. Regan nunca supo que el ente con quien jugaba en el ático de su casa a preguntas y respuestas, aquel personaje que la divertía largas horas a través de su tabla con letras y números, era un demonio. Regan nunca dudó del Capitán Howdy.<br /><br /><strong>Parte III</strong><br /><br />Pasaron los años. Decidimos seguir adelante sin olvidar de anteponer la palabra supuesto a la de espíritu, pero con poca convicción. Más como un mantra que nos recordaba que teníamos una tarea pendiente, una misión que cumplir. <br />Nuestra pasión por lo oculto se mantenía intacta, aunque las inquietudes de dos adolescentes ya pasaban por otro lado, y las reuniones dejaron de hacerse en nuestra oficina que, a decir verdad, ya nos quedaba un poco chica. Nuestras visitas se fueron haciendo más esporádicas y llegó un momento en que dejamos de ir. La agencia se disolvió en el tiempo como suelen hacerlo todos los juegos en algún momento de nuestras vidas. No llegamos a decidir cerrarla, simplemente quedó a la espera de nuevos casos.<br />Pero eso es otra historia y lo que les estoy contando tiene que ver con una tabla, una copa, y cómo evolucionaban nuestras artes ocultas.<br /><br />—Si hay algún espíritu aquí que se quiera comunicar con nosotros, que mueva la copa hacia el SI.<br />La frase, trascurridos más de cuatro años desde el primer contacto, ya me sonaba rutinaria. Las primeras preguntas siempre eran las típicas para saber con quién nos estábamos comunicando, aunque con el tiempo había aprendido a no creer en casi nada de lo que la tabla —o el supuesto espíritu— decía. Alguna vez un esclavo durante la revolución de mayo en Buenos Aires, o un piloto ruso, incluso una esclava de un harén, asesinada por una esposa celosa. Las cantidad de historias es infinita, ninguna de ellas muy bien construida, llenas de huecos o inconsistencias. <br />Recuerdo una ocasión en que los personajes contactados de la noche iban variando de un pirata ajusticiado, a un soldado de la Primera Guerra Mundial, de un cazador de la sabana a un barquero del Nilo. La aparente diversidad de espíritus con quienes habíamos entrado en contacto aquella noche, chocaba con un esquema infantilmente repetido en todas las historias. Resultó que todos ellos habían sido asesinados por su mejor amigo, al descubrir que su esposa lo engañaba con él. Todos menos el pirata, claro, que había encontrado la muerte en la horca. <br />A no ser que el más allá esté compartimentado según tu destino final —como un hotel donde separan habitaciones según mecanismo de deceso—, las historias parecían ser un invento total. <br />Lo primero que hice fue preguntarle al barquero si conocía al cazador. Ante la respuesta afirmativa, le pregunté si conocían también al soldado y si, por casualidad, no estaban todos juntos con el pirata. La copa tardó en moverse hacia el SI, lo que interpreté como duda. Finalmente, cambiando a un tono algo acusador pero respetuoso, le pregunté —casi afirmando— si no eran en realidad un solo espíritu. <br />Se hizo una pausa más larga de lo normal y luego la copa se movió lentamente hasta el SI. El ente se había quebrado. O así lo interpreté en mi imaginación, claro está. <br />Como tratando de justificarse o simplemente distender la situación, la copa pasó por cada una de las letras de la siguiente frase: PERSONAJES DE CORTAZAR. <br />—¿Así que son todos personajes de Cortázar? —le pregunté sabiendo que era una mentira.<br />SI<br />—¿Te gusta mucho Cortázar?<br />SI<br />—¿Qué otros escritores te gustan? —dije, pero la copa no volvió a moverse en el resto de la noche. <br /><br />Por aquel entonces, donde Internet no existía ni en nuestra imaginación, la única fuente de información una vez agotadas las bibliotecas y hemerotecas, consistía en bucear por las grandes mesas de saldos de las librerías de usados. Lo que encontrabas, además de ser de una calidad lastimosa —en lo que hacía a edición, papel, fotos—, pertenecía a autores de poca repercusión y, en algunos casos, de dudosa existencia real. Es decir que uno debía ojear los libros sin tener ninguna certeza de la fidelidad de su contenido, y tratar de convencerse de su utilidad a partir de la forma en que estaba expuesta la información. Ahora que lo pienso, no es algo muy diferente a la Wikipedia. El precio solía ser irrisorio, un dos x uno, así que era muy sencillo salir de allí con cuatro o cinco títulos. Siempre, al menos una novela. Luego podían venir “Fantasmas entre nosotros”, “Comunicándose con los muertos”, “La vida después de la muerte”. Mi razonamiento, creo que no del todo equivocado, era que no debía ser sencillo para un investigador dedicado a estas artes ocultas, publicar un libro de espiritismo en una gran editorial, con gran presupuesto de marketing, y que seguramente tendrían que caer en una imprenta de barrio manejada por un chino de barba larga y canosa, quien obligaba a su hija —de piel blanca y suave como la porcelana— a dibujar las portadas encerrada en su habitación, sin ver la luz del día. <br />Esta idea contrastaba un poco con los horribles diseños del común de las portadas, aunque era consistente con el efecto que produciría la falta de sol.<br />Fue en uno de esos libros que sobrevivió al filtro inicial —muy pocos lo hacían— y no terminó en la basura, que leí un consejo para finalizar una sesión de ouija, en caso de que las cosas se pusiesen difíciles. <br />—¿Nos podrías decir tu nombre, por favor?<br />NO<br />A mi memoria vino el cementerio de Funes y la brisa suave bajo el árbol junto al muro. Pensé —solamente pensé— que tenía que ser una situación similar. El ente que habíamos contactado seguramente conocía a alguno de los presentes. <br />SI<br />Todos los integrantes de la ronda me miraron perplejos, sin entender a qué estaba el espíritu respondiendo afirmativamente. <br />—¿A quién conocés? —pregunté.<br />La copa comenzó a desplazarse por la tabla hacia la letra F pero, lejos de detenerse en ésta y luego enfilar hacia otra letra, siguió y se salió del tablero. Continuó resbalando sobre la mesa, mientras todos tratábamos de no despegar nuestros dedos de la base de la copa. Finalmente se detuvo a pocos centímetros del borde donde Verónica, la dueña de casa, aún mantenía su dedo con repulsión, con cara de terror, mirando alternativamente la copa a un puño de distancia de su pecho y a cada uno de nosotros. <br />—Así que conocés a Verónica —dije volviendo a poner la copa con firmeza en el centro de la tabla ouija e invitando a todos a colocar nuevamente sus dedos sobre ella. <br /> SI<br />—¿Tenés algo importante que decirle?<br />SI<br />—Adelante. Te escuchamos. ¿Qué querías decirle?<br />La copa comenzó a moverse hacia el SI pero antes de llegar junto a la palabra, se desvió describiendo un círculo en torno a ella. Luego, volvió a pasar por el centro e hizo lo mismo para el otro lado, es decir, encerrando en un círculo la palabra NO. Este movimiento se repitió una y otra vez, creándose un símbolo infinito en torno al SI y al NO. <br />—¿Qué querías decirle a Verónica?<br />En una de las vueltas la copa rompió el patrón de infinito y se dirigió nuevamente fuera de la tabla para detenerse justo antes de caer de la mesa sobre la falda de Verónica. Puse la copa en el centro y, apenas colocamos nuestros dedos sobre su base, sin que de mi boca saliera ninguna pregunta, volvió la danza del símbolo infinito. Cada vez con mayor velocidad.<br />—¿Querés conversar a solas con Verónica? —pregunté intuyendo la respuesta.<br />SI<br />—Bueno, lamentablemente, no va a poder ser, porque en esta sesión estamos todos o ninguno. Así que si es tan importante lo que tenés que decirle, lo podés hacer ahora.<br />NO<br />Alguno de mis compañeros ya habían sacado el dedo de la base de la copa, pero les hice señas de que no se retiraran. Miré a Verónica y vi en sus ojos que no tenía miedo. Con un suave movimiento de la cabeza, me dio a entender que quería hacerlo, que quería quedarse a solas con el espíritu. De la misma forma le indiqué que no. <br />La copa bailaba frenéticamente, casi a punto de volcar en cada una de las vueltas en torno al centro. <br />—¿A qué te dedicabas cuando estabas con vida? —pregunté para ver si podía llevar la situación hacia otro terreno menos conflictivo.<br />La copa cortó sólo un segundo su danza macabra para detenerse en la palabra:<br />NO<br />Y continuó bailando.<br />—¿Qué edad tenías?<br />NO<br />—Bueno, como no tenemos interés en seguir con esto —dije ante la mirada entre sorprendida y asustada de mis compañeros—, vamos a terminar esta sesión aquí. Te agradecemos que te hayas comunicado con nosotros. Adios. <br />Todos, como si se tratara de un hierro caliente, sacaron sus dedos de la base de la copa que dejó de moverse al instante. Risas nerviosas, algún insulto perdido, mucha sorpresa por lo sucedido. <br />Verónica me miraba como tratando de explicar algo con sus ojos vidriosos. No necesitaba decirme nada.<br />—Mi hermano murió hace dos meses —dijo como quien saca el corcho de una bañera llena y se queda esperando que el agua y la gravedad hagan su trabajo. <br />—Ese —le dije señalando con el mentón la tabla ouija y abriendo las cajas de pizza que ya se debían estar enfriando— no era tu hermano. <br /><br />Varias muzzarelas después, la reunión había recobrado la distensión y el humor habitual. Todos charlaban, reían y comían sin hacer ninguna referencia a lo que acababa de ocurrir. Difícilmente alguno lo había olvidado, pero era preferible, por la salud psíquica de todos, que quedara en el pasado. Sólo una historia más que contar en los fogones. <br />Juntamos las cajas vacías de las pizzas, limpiamos los restos de comida y bebida que quedaban sobre la mesa con una servilleta, y volví a colocar, ante la mirada atónita de todos, la tabla ouija en el centro.<br />Les hice señas a dos de mis compañeros para que colocasen sus dedos sobre la copa e hice lo mismo. Supongo que tuve una corazonada, o simplemente miedo. Fue como quien comprueba los pestillos de las ventanas una y otra vez, aún sabiendo que ya lo hizo. Pero no me sorprendí en absoluto cuando, tras caer el tercer dedo sobre la base de la copa, se retomó ante nuestra mirada la danza del infinito. <br /> Mis amigos recogieron sus índices al instante dejándome solo, y la copa se detuvo. Como si se tratase de un circuito a pilas, podían sacar y volver a tocar la base de la copa, para que, al mismo tiempo, la copa bailara o quedara estática. Si algo tuvo de juego, duró un instante. La velocidad con que la copa se desplazaba, en aumento constante, mostraba que algo o alguien se estaba poniendo muy nervioso. A diferencia de lo que simbolizaba la figura descrita sobre la tabla, esa velocidad tenía un límite. No esperé averiguar hasta cuándo la copa podría resistir intacta. Recordé un pasaje de uno de los libros desenterrados, aclaré mi garganta y dije tratando de que no me temblara la voz: <br />—En el nombre de Dios todopoderoso, te ordenamos que te retires inmediatamente de aquí.<br />La copa se detuvo en el acto y quedó exánime en el centro de la tabla. La di vuelta y la dejé a un costado, sobre la mesa, parada sobre su base e inmóvil, como corresponde a las copas y a todas las cosas que están muertas. <br /> <br />Casos como este nos permitían ir puliendo la técnica. En los comienzos utilizábamos la pregunta “¿Eres de naturaleza mala o buena?” a modo de seguro, pero estaba claro que sólo sería útil cuando la respuesta fuese MALA, es decir, cuando nos estuviésemos enfrentando a espíritus realmente malos, que no pudiesen ocultarlo o negarlo. Así que decidimos dejar de perder tiempo con esa pregunta. <br />Lo más importante era el control. Nunca perder el control de la situación. Nunca dejar que el ente manipulase los temas. Creo que el principal peligro de todo esto estaba en que una vez en ronda alrededor de la tabla ouija, nuestras mentes se convertían en cajas de cristal. El supuesto —si cabe el adjetivo a estas alturas— espíritu, tenía en sus manos nuestros temores más profundos, nuestros secretos más turbios, nuestras vergüenzas más ocultas. Podía, si lo dejábamos, hacer de nosotros títeres de papel. <br />¿Sería posible mantener siempre el control? ¿Qué ocurriría en caso de perderlo?<br /><br />Podemos hacer un gran esfuerzo tratando de intelectualizar nuestras creencias y nuestras certezas, pero nuestra mente y nuestro corazón pueden seguir derroteros diferentes, o venir uno detrás del otro tratando de alcanzarse. Esto no siempre sucede, como pude comprobar aquellas veces en las que una persona totalmente escéptica pidió participar en una de nuestras sesiones. <br />He visto a estudiantes universitarios de ciencias, llorar de los nervios ante la certeza de que la copa se movía bajo sus dedos, o a profundos religiosos de toda la vida, explotar de los nervios ante la posibilidad de que exista algo más allá de su experiencia material, que contesta sus preguntas. En la mayoría de los casos todo vuelve a la normalidad al cabo de unos minutos. En otros, semanas durmiendo con la luz encendida, pánico a quedarse sola, son sólo algunas de las consecuencias nada agradables de esta fisura de su realidad. <br />Vivimos dentro de una realidad construida por nosotros mismos para asegurarnos protección. Y esa realidad es más delicada de lo que estamos dispuestos a aceptar. <br />¿Por qué continuar, entonces, habiendo tantos riesgos? ¿Por qué seguir jugando con lo desconocido? <br />El placer por desentrañar misterios, la adrenalina de la curiosidad, la pasión por conocer a cualquier precio, todo es más fuerte que cualquier temor. Nadie le preguntaría a Roald Amundsen si no le parecía que el Polo Sur estaba un poco lejos, o a Edmund Hillary si el Everest no era un poco alto. <br /><br /><strong>Parte IV</strong><br /><br />—Estuve leyendo que existen otros métodos más eficaces para contactar con los muertos —me dijo una tarde Julián.<br />—¿Más eficaces en qué sentido?<br />—En la forma de responder, supongo. Aparentemente —comenzó a explicarme al ver mi cara de extrañeza—, a los espíritus, a los supuestos espíritus —agregó dejando claro que no había olvidado nuestra premisa—, les resulta algo complicado tener que utilizar los cuerpos de los participantes de la sesión para mover una copa. <br />—Mirá vos.<br />—Sí. Entonces, hay otros mecanismos de contacto —hizo hincapié en esta frase, mostrando que era la forma en que lo expresaba el libro del que había extraído la información— que se suelen utilizar alternativos a la tabla ouija. Uno de ellos es la mesa que baila.<br />—La mesa que baila.<br />—Así como te lo digo. Consiste en colocarse en ronda con las manos así sobre una mesa —Julián extendió sus dos manos en el aire, las palmas hacia abajo y extendiendo los dedos de manera tal que los pulgares se tocaban— y tocando los meñiques con los del compañero hasta cerrar la ronda. <br />—Medio jodido —dije extendiendo mis manos y tratando de poner mis meñiques en contacto con los de él.<br />—Y luego se invoca al espíritu y se le pide que levante la mesa.<br />—¿Qué levante la mesa?<br />—Sí. Y ahí la mesa se eleva y se para en una pata o completamente en el aire.<br />—¿Me decís que a los tipos les cuesta mover una copa, y ahora me venís con que levantan una mesa? ¿Quién los entiende?<br />—Qué sé yo.<br />—¿Y cómo se comunican? <br />—No sé, pero parece que es más fácil que la ouija.<br />—Dejate de joder. Después me decís que se ofenden cuando les hacés leer un papelito. ¿Y esto qué es? ¿Para ir al circo? ¿Qué viene después? ¿Traeme la pelotita?. No, ya sé, “Hacé el muertito”.<br />A Julián no le hizo gracia mi chiste y pasó al otro método:<br />—Es el más básico de todo médium —dijo con solemnidad y los dos nos miramos en silencio—. Es la raíz del espiritismo y como todo empezó. Es la técnica primigenia, es...<br />—¡Bueno, dale, contá la técnica!<br />—Sí, tranquilo. No tiene nombre...<br />—Qué raro —dije.<br />—Raro. Pero consiste en hacer preguntas al espíritu invocado e indicarle que dos golpes son SI, y un golpe es NO. <br />—Ah, una boludez. <br />—Aparentemente, el espíritu logra generar los sonidos utilizando sus capacidades hectoplasmáticas. <br />—La puta.<br />—Es lo más fácil para un espíritu. Así no tiene que utilizar su energía tratando de mover objetos.<br />—No, claro, obvio. <br />Nos quedamos en silencio, meditando, cada uno ensimismado en sus pensamientos. No sé en qué estaría pensando Julián, pero por mi parte no me agradaba la idea de estar en silencio en una habitación y, de repente, comenzar a escuchar fuertes golpes provenientes de ningún lado. Habremos estado así varios minutos, hasta que uno de los dos rompió el hielo cambiando de tema, proponiendo alquilar una película en video. Nunca volvimos a hablar del asunto. <br />¿Por qué, después de todas las experiencias que habíamos tenido, esa reticencia a probar algo distinto? ¿Por qué ese miedo a tener más certezas, a utilizar un elemento que podía inclinar la balanza hacia alguna de las hipótesis? <br />¿Será quizá que mientras se mantenga la balanza equilibrada, nos aseguramos la cordura? ¿Acaso sentimos que mientras quede un resquicio de duda, nuestra percepción de la realidad, el burdo modelo que hemos diseñado de todo lo que nos rodea, está a salvo? De ser así, hasta que no estemos listos para conocer la verdad, la duda, la ignorancia, será nuestro refugio. <br />Quizá todo Amundsen tiene una distancia más allá de la cual que no está dispuesto a ir, todo Hillary, una altura sobre la que no está dispuesto a seguir subiendo. Uno pasa la vida adentrándose en montañas, selvas y desiertos, buscando ese límite. ¿Será que muchas veces lo vislumbramos en la oscuridad y, en lugar de encender la luz para estar seguros, cambiamos de rumbo para seguir con nuestra búsqueda en otra dirección?<br />Hay que saber disfrutar del camino, es verdad, pero también hay que tener el valor para reconocer si se está llegando al final, y la fuerza para volver sobre nuestros pasos si resulta una calle sin salida. Es muy fácil verse seducido por el camino. Y mucho más, quizá, lo es para cualquier adolescente luchando constantemente contra sus inseguridades, en plena búsqueda de una identidad que le allane el difícil sendero a la madurez. <br />La excitación que despertaba en casi todas las personas —salvo aquellas totalmente consientes de su miedo— formar parte por primera vez de una sesión espiritista, te convertía automáticamente en el centro y atracción principal de cualquier fiesta o reunión. Sólo bastaba que el tema de la charla fuese fantasmas o espíritus —tema que se toca en algún momento de la noche—, para que alguien diga “Son boludeces”. Ahí uno introducía la frase cuña “La copa se mueve. Qué la mueve, es otro tema, pero que se desplaza en forma inteligente, no hay duda”. Al cabo de diez minutos, uno —hasta ese momento al margen de la reunión por no conocer a nadie—, pasaba a ocupar el núcleo en torno a lo que todo el resto de la noche giraba, con rock & roll, cerveza, pizza y diversión asegurada. Un poder al que era casi imposible resistirse. Eran unos ojos claros mirándote mientras caminabas silbando por el sendero que se alejaba del cementerio. <br /><br />Una mañana, durante un desayuno con mi hermano, todo cambió. <br />—Tuve un sueño extrañísimo —me dijo mientras introducía dos rodajas de pan en la tostadora—. En realidad, hace varios días que vengo teniendo un sueño casi parecido.<br />—¿Qué soñaste? —le pregunté por la simple formalidad de mantener una conversación matutina. Le puse azúcar a mi café y mientras revolvía la taza lo miré. Por su gesto parecía estar tratando de resolver un complicado problema matemático.<br />—No sé si están relacionados, pero hace varios días que sueño que me despierto en medio de la noche. Estoy convencido de que me acabo de despertar y que tuve una pesadilla de la que nada recuerdo. E inmediatamente me despierto, esta vez, en la realidad. <br />—Es normal, no le veo nada de extraño —dije, y comencé a untar una tostada.<br />—Es que así era al principio. Pero día a día, el tiempo que tardo en despertar se hace más largo. Es decir que paso más tiempo en ese despertar en medio de la noche, luego de la pesadilla. Y hace uno dos o tres días que empecé a escuchar las voces.<br /> Dejé de untar la tostada y lo miré fijamente.<br />—¿Qué voces?<br />—En realidad no sé si son voces —contestó—. Cuando despierto en medio de la noche, empiezo a escuchar un murmullo, como de varias voces tratando de decirme algo que no se entiende.<br />—Eso sí ya es más extraño.<br />—Para colmo, yo siento que estoy despierto, que estoy en mi pieza, y me viene ese murmullo extraño. Ahí empiezo a pensar si estoy dormido o despierto. Generalmente, en ese momento, cuando me doy cuenta de que si escucho esas voces no puedo estar despierto, que tiene que ser una pesadilla, me despierto de verdad. Pero anoche no. <br />Las tostadas saltaron y ambos nos sobresaltamos. <br />—¿Y qué pasó anoche? —le pregunté ya con algo de miedo.<br />Y me contó su pesadilla. <br />Por alguna razón que para mí estaba bastante clara, mi hermano había recibido un mensaje. Y el destinatario de ese mensaje era yo. No fue necesario rumiar su significado mucho tiempo, ya que desde la primera vez que escuché a mi hermano relatármelo, supe que era una advertencia.<br />En su sueño, Gastón despertaba en medio de la noche y quedaba sentado sobre su cama. Al cabo de un rato, en medio de esa casi total oscuridad que sólo te permite vislumbrar los contornos de las cosas, comenzaba a sentir el murmullo. Extrañas voces susurrando al unísono frases irreconocibles. La noche anterior, a diferencia de todas las otras, no despertó al tomar conciencia de que estaba soñando, sino que descorrió las sábanas que cubrían sus piernas y se bajó de la cama. Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación, sintiendo como si el murmullo era una nube de peces diminutos, que uno podía ir atravesando de a poco, dejando algunos detrás, acercándose a otros delante. De tanto en tanto alguna de esas voces se hacía más entendible y fuerte, como si uno de estos supuestos peces se acercara a su oído y le susurrara directamente a él. Tan fuerte era esa sensación de estar atravesando las voces, que daba manotazos al aire tratando de tocarlas. <br />Salió de la habitación. Un pasillo de unos cinco metros conectaba los dormitorios con el living. Quizá porque era en esa dirección que las voces se hacían más fuertes, o simplemente porque los sueños no tienen explicación, Gastón llegó al living. Lo más extraño, dijo, era que hubiese jurado estar despierto si no fuese porque al dar manotazos con intención de sentir la textura del murmullo, el aire era pesado como gelatina. <br />En un rincón, sobre una pequeña mesa de madera, estaba el teléfono. Era un moderno teléfono inalámbrico con contestador automático incorporado. Las voces ya se sentían con mucha fuerza, casi podía entender la frase que trataban de susurrarle, pero su mirada se detuvo en luz roja que titilaba insistente sobre el teléfono. Había un mensaje guardado. Se acercó al aparato y presionó la tecla PLAY. Por el parlante se escuchó una voz aguda como un pito que dijo, tratando de forzar un burdo acento italiano “¿Certo que el niño se está confiando mucho?”<br /><br />Hasta aquella mañana en que recibí el mensaje, no había tomado conciencia de que había cosas que escapaban a mi control. De que podía estar dispuesto a arriesgar mi cordura y hasta mi vida, pero que uno es más vulnerable de lo que siempre piensa. Porque uno no termina en su propia piel. Uno está rodeado de gente que ama, y al mismo tiempo la gente está lejos, fuera de tu protección. La diferencia entre un temerario y un valiente, rezan todos los manuales de supervivencia, es que el primero pondrá en peligro al grupo. No me considero ninguno de los dos, pero algo que no estaba dispuesto a hacer era poner en peligro a mis seres queridos. El mensaje que había recibido tenía para mí dos significados. El obvio, y otro, implícito, que me dejaba claro que las cosas pueden ser muy distintas más allá de las tres dimensiones espaciales. <br /><br />Nunca volví a sentarme frente a una tabla ouija. La nuestra quizá esté sepultada en un armario bajo una caja llena de cartulinas amarillas donde sólo una de ellas anuncia RESUELTO. Otra dirá Hipótesis A. Vino la facultad. Cambié la ouija por una guitarra para tratar de seguir mi lucha contra las inseguridades, aunque en más de una reunión tuve que explicar que la copa se movía, que no sabía por qué, pero que se movía. Y hasta tuve que dar las directivas para que otros se convenciesen de que era efectivamente así. Porque yo, por motivos personales, ya no hacía más espiritismo. Pensar que más de diez años después iba a recibir otro mensaje, atrasado, que me advertía lo que podía ocurrirme si continuaba con aquel juego infantil. Si juegan la copa. Sólo que esta vez, lo extraño no vendría dentro del mundo de las pesadillas. ¿O sí? Pero de la visita del Albino, ya les he contado antes.<br /><br />Damián Mast<br />Granada, 19 de agosto de 2010.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-16664902148759654152010-08-16T07:48:00.000-07:002010-08-16T08:19:07.631-07:00OVNI SOBRE MONTEVIDEO. OTRAS IDEAS, MAS FOTOS.El día 13 de julio, en Montevideo sucedieron hechos particularmente llamativos, y, desde la óptica de los temas tratados habitualmente en este blog, muy impactantes.<br />La foto que el amigo Boris me hizo llegar para analizar, tomada durante los festejos por el cuarto puesto logrado por la selección uruguaya durante el Mundial de Sudáfrica, produjo una verdadera tormenta de informaciones y opiniones, de todo tipo.<br />Al mismo tiempo que yo publicaba en el blog la fotografía, con autorización expresa del autor de la misma, el la enviaba a diferentes medios de prensa del Uruguay.<br />Es a partir de la aparición de un articulo en el periódico El País de Montevideo ( hacer clic aquí para acceder al artículo : <a href="http://www.elpais.com.uy/100721/pciuda-503130/ciudades/Fuerza-Aerea-investiga-foto-de-ovni-tomada-durante-la-caravana-celeste ">http://www.elpais.com.uy/100721/pciuda-503130/ciudades/Fuerza-Aerea-investiga-foto-de-ovni-tomada-durante-la-caravana-celeste </a>) que el interés por el tema da un gran salto.<br />Lo que es muy importante remarcar, es que también fue enviada al CRIDOVNI, organismo de la Fuerza Aérea Uruguaya que se encarga de estudiar el fenómeno OVNI.<br />Esto dio aun mas trascendencia al asunto.<br />En esos días se sucedieron los programas de radio y televisión donde se comentó el tema. En algunos casos, estos medios requirieron mi opinión personal sobre el asunto. Incluyo aquí un articulo de Montevideo COMM, donde se reproduce con fidelidad la conversación que tuve con el periodista que me entrevistó.<br /><br /><a href="http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_114831_1.html">http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_114831_1.html</a><br /><br />Lo anteriormente expuesto, tiene como única finalidad el servir de introducción al tema que quiero comenzar a esbozar a partir de ahora:<br />Estoy convencido de que este hecho tiene una lógica, apunta a algo.<br />Muchos estudiosos de este fenómeno ya se han referido a esta posibilidad. <br />Por supuesto, no podemos dejar de nombrar aquí a Jaques Vallèe, científico francés afincado en EEUU, que fue quien con mayor precisión y claridad hablo del tema.<br />Da la impresión de que el fenómeno, en determiadas circunstancias, aprovecha la gran emotividad suscitada por diversas causas, en grandes concentraciones humanas, para mostrarse, a veces de manera clara e indiscutible, a veces de forma sutil pero efectiva, gracias a los medios actualmente a disposición de miles de personas, es decir la fotografía o el video digital.<br />Según el estudioso francés, estas apariciones tienen una finalidad, el habla de “ mojones” que van marcando una especie de senda.<br />Pero en el caso que nos ocupa, esto tiene connotaciones aun mas claras.<br />La emotividad enorme que se vivía en momentos en que esta foto fue tomada, y en los días posteriores, donde la noticia del “ OVNI de la Caravana Celeste” repercutió con gran fuerza, es, me animo a opinar, el elemento central.<br />Sabemos que es la emotividad la que introduce el agregado necesario para que un hecho quede en la memoria colectiva.<br />Se dan una serie de elementos para la creación del mito: héroes épicos siendo recibidos con un inmenso sentimiento de gratitud por la batalla librada y los triunfos logrados, por una enorme cantidad de personas en estado de cuasi éxtasis. No creo exagerar en estos conceptos.<br />La carta que podrán leer mas abajo, redactada por el amigo Boris, el autor de la celebrada fotografía, es extraordinariamente clara en ese sentido.<br />No tengo, entonces, ninguna duda al respecto.<br />Si buscamos un porqué a este tipo de acontecimientos, debemos definir bien el marco en el que se desarrollan. Es aquí donde se encuentran todos los elementos que nos conducirán a encontrar conclusiones.<br />Boris encuadra a la perfección los hechos. Todo es tomado en consideración.<br />Lo deportivo, lo social, lo económico, lo institucional, el sentimiento de pertenencia,el orgullo nacional, la actitud de los medios, las diversas y variadas opiniones, los que estaban a favor y los que denostaban el hecho, pero por sobre todo, la emoción que rodeó al acontecimiento.<br />No creo equivocarme si planteo que esta es una oportunidad interesante para analizar el fenómeno desde una óptica que si bien no es nueva en absoluto, a veces se olvida un poco. Quizás no sea solamente el hecho de acumular pruebas de la existencia de esas manifestaciones en el cielo lo que mas interese, si no el hecho de encuadrarlas en el momento histórico y social en que se producen, para ir acercándonos un poco mas a su verdadera esencia.<br />De todos modos, seguiremos mirando al cielo, y fotografiando o filmando sin parar en busca de esas presencias.<br />Pero a mediados de julio pasado, y en Montevideo, sucedió algo peculiar.<br />Pienso que quedará en la memoria de muchísima gente. Lo mas probable, es que ese sea el objetivo buscado.<br />Ahora, los dejo con la carta del amigo Boris.<br />Remarqué en negrita los párrafos que a mi entender explicitan la idea que vengo de plantear.<br />Incluyo varias fotografías de un objeto, mas que probablemente el mismo, que me fueron enviadas por diversos lectores del blog en aquellos días.<br />Ustedes podrán sacar sus propias conclusiones viendo las características que se muestran en las fotos.<br />Una ultima precisión: en ninguna de las fotos hice otra cosa mas que agrandar la imagen para poder verla con mas facilidad, y aumentar un poco el contraste.<br /><br />Un saludo cordial a todos.<br />Héctor.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVZRw-UqZa7IhOHvDwEUNRtEIBWxVCg31AGdHfycN6e_q-x2MpyBLQGEkw3ThaPh36ppMMG5ZLpM6ntkK1Zaa-jE0QPV7_1vFB1LwnDRb-d1JQy76ISwixOdLcEwltfrAbc7zTwkt5e1g/s1600/foto+original.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVZRw-UqZa7IhOHvDwEUNRtEIBWxVCg31AGdHfycN6e_q-x2MpyBLQGEkw3ThaPh36ppMMG5ZLpM6ntkK1Zaa-jE0QPV7_1vFB1LwnDRb-d1JQy76ISwixOdLcEwltfrAbc7zTwkt5e1g/s400/foto+original.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506021002114144546" /></a><br /><br />“Que tal querido Héctor.<br /><br />Me parece muy buena tu idea sobre escribir acerca de “lo que nos tuvo ocupados los pasados días”.<br />Tu propuesta de plantear sobre la construcción del mito sobre lo ocurrido el 13 de julio tal vez se complemente con una visión “desde dentro”, para integrarle al asunto una mirada uruguaya de lo que fue un acontecimiento también sociológico.<br /><br />A tu pregunta sobre el material recabado, te digo que no tengo prácticamente mucha información, salvo algunos pocos artículos recortados y pegados, sacados de Internet; algunos comentarios del público luego de la publicación de los artículos, y la mirada de unas pocas páginas extranjeras sobre como vieron la noticia ocurrida en Uruguay.<br /><br />De todas formas hay una mirada propia que si quiero compartir con vos sobre varias cosas que aquí sucedieron a nivel informativo; a nivel personal una vez que la noticia empezó a expandirse, así como también los efectos psicológicos producidos en algunas personas allegadas y no tanto.<br /><br />Pero bien, como dice la máxima: “primero lo primero”.<br /><br />Y lo primero es empezar a decir que estaba haciendo yo aquel martes 13 de Julio, en plena avenida del Libertador en un día gélido como pocos, y rodeado de miles de personas.<br /><br />La caravana celeste, encabezada por el ómnibus que transportaba a los jugadores del seleccionado de fútbol ya hacía más de cuatro horas que había partido de su punto de inicio a unos 23 kilómetros.<br /><br />El fervor popular por la selección en el campeonato mundial de Sud África fue ganando adeptos a medida que pasaban los partidos de forma exponencial como hacía mucho tiempo no ocurría con nuestro equipo. Por largo tiempo nuestros veteranos se habían encargado de mantener la memoria para burlar el olvido. Las hazañas de otros jugadores que supieron traer a país grandes logros y hazañas había sido un gran relato para muchas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes.<br /><br />Pronto, los números comienzan a cantar los nuevos aires celestes. La valla celeste batía un nuevo récord de tiempo sin ser vencida…o volvía el triunfo luego de tantos años, allá por el mundial del 90. Y había que remontarse aún mas atrás para buscar un triunfo 3 a 0 en nuestra historia…luego pasar a octavos…a curtos de final…y soñar con ser campeón.<br /><br />Las crisis, las malas administraciones del fútbol local, la falta de proyectos a nivel de divisiones inferiores, intereses económicos, las deudas de los clubes, la falta de público en las canchas, la violencia, la sangría temprana de nuestros mejores jugadores al fútbol extranjero…Todo se paga de alguna u otra manera, en un país tan chico.<br /><br />Los resultados llegaban como oleadas de optimismo y parecía querer olvidar que habíamos sido los últimos en clasificar, luego de un repechaje con Costa Rica por el último lugar en la gran fiesta. Pocos imaginaban lo que estaría por venir.<br /><br />A todo esto, un elemento fundamental sin el cual no habría magia. La relación del público con “sus jugadores”.<br />Este plantel de muchachos logró por mérito propio ganarse el corazón de la gente, porque sin dudas ésa fue la moneda de intercambio.<br />Desde hacía mucho tiempo no se veía un grupo tan unido, tan compañeros, tan solidario…tan amigos.<br />Eso se percibía, no había que escuchar declaraciones o conferencias de prensa, o comentarios de pasillos y vestuarios.<br /><br /> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGwPflsyadfIkhCsy9HgnfsRT6RvSGyFMF1S_GUPcSdNlatUjusg0ZPlTWvPbI3xwCK8iotZnjWC45Ca2C7BB4WKb7wzMZYxgzTGhLXR1gsIwDONn_3VneajEhlnNhrMXyY031TqagWA/s1600/esteban+lemos.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 263px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGwPflsyadfIkhCsy9HgnfsRT6RvSGyFMF1S_GUPcSdNlatUjusg0ZPlTWvPbI3xwCK8iotZnjWC45Ca2C7BB4WKb7wzMZYxgzTGhLXR1gsIwDONn_3VneajEhlnNhrMXyY031TqagWA/s400/esteban+lemos.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506021710712232722" /></a><br /><br />Como un deseo añorado por siempre en la sociedad uruguaya ,(que tiene como sello propio la constante actitud crítica a todo y reivindicación constante a lo que falta y las diferencias…) estos muchachos de pronto de forma natural y simple, estaban juntos en sus diferencias. Encausados y apuntando hacia delante, alegres, seguros, confiados. Y con el corazón en las manos por sobre todas las cosas. No era entonces difícil no quedar admirando y generando cariño a todo lo que rodeaba a la selección en ese marco.<br /><br />No recuerdo haber visto a alguna otra selección, cuando ya era en los últimos partidos, el capitán a la hora de posar para los fotógrafos antes de empezar el partido, convocara a todos los jugadores…suplentes y titulares. El grupo presente, todos valiosos y necesarios, todos engranajes de una misma pieza, todos presentes dando la cara y el alma.<br /> El orgullo se construye no solo de jugadas o el taponazo que se clava en el ángulo o la atajada felina que salva de un gol seguro. Había un plus que hasta el uruguayo más desvinculado al fútbol, quedaba cautivo. Daba la sensación que así éramos, así somos, espejo y reflejo de un aspecto de nuestra sociedad que se dejaba ver en un evento deportivo.<br /><br />Como si fuera poco, el maestro Tabarez, entregando en sus palabras un continuo regalo de sobriedad y humildad. La mano del maestro estaba presente no solo en la cancha sino también en el vínculo, la inteligencia al servicio de un proyecto.<br />Cuando fue el momento mas vívido le preguntaron casi un mes después de terminado el mundial…él respondió…”ver a mis muchachos cantando el himno, previo al partido<br />estando donde correspondía que estuvieran, por merecimiento propio.”<br /><br />Toda esta atmósfera flotaba luego dentro del campo, disputando cada pelota.<br />Reza la canción…cuando juega Uruguay, juegan 3 millones.<br />La celeste estaba de regreso…y traía consigo la mística, eso que nos habían contado nuestros viejos. Por fin podremos dejar de hablar de Maracaná comentaban unos pibes pintados con banderas uruguayas en sus rostros. Ellos ahora sentían que estaban escribiendo la historia.<br /><br />Los partidos se sucedían y la alegría se multiplicaba.<br />Habíamos llegado últimos y sin ruido, lejos de favoritismos…y nos estábamos metiendo entre los cuatro mejores del mundo.<br />El triunfo ante Ganha fue épico de la misma manera que las derrotas ante Holanda y Alemania. Se perdió como todo el mundo quiso perder, apretando los dientes, luchando hasta el final , potenciando el orgullo de la casaca color cielo, y metiendo al rival debajo de los tres palos pidiendo la hora.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLNKhVksJkjm_parwaCNkV_3IHUO0pIUDScoMvFJviCPwOB6EqAmSXKwz_9F6YqwiwriF1Q3xVR5KnI031k7TJx-JF4pB302IH7_1jhw8tgDJSDB78Sd_Fi4Q6CmGN7Yg3N7kD_QqhpUg/s1600/EDUARDO+DE+NAVA_3.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 246px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLNKhVksJkjm_parwaCNkV_3IHUO0pIUDScoMvFJviCPwOB6EqAmSXKwz_9F6YqwiwriF1Q3xVR5KnI031k7TJx-JF4pB302IH7_1jhw8tgDJSDB78Sd_Fi4Q6CmGN7Yg3N7kD_QqhpUg/s400/EDUARDO+DE+NAVA_3.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506022358228776402" /></a><br /><br />Uruguay es un milagro de 3 millones de almas que tal vez por el hecho de estar entre dos gigantes hermanos, a necesitado dar lucha y hacer notar su existencia.<br />Por eso no importan los estadios en contra frente a un puñado de hinchas celestes, o tener al juez flechando la cancha a favor del rival, o no jugar con todos los jugadores titulares…todo esto viene en el paquete.<br /><br />Por eso este mundial fue épico para los uruguayos, porque se dieron todas las condiciones para reivindicar la “uruguayez”. Eso explica lo explosivo que resultaron los días posteriores a la llegada del plantel en cuanto a convocatorio de gente.<br /><br /><strong>El fútbol es un deporte, pero es innegable que hay un componente social en la forma de llevar adelante un juego, o una estrategia. Y la gente con mucha fuerza comenzó a sentir que estaba recuperando un pedazo de su propia identidad cultural, perdida en el tiempo.</strong><br /><br />Tal vez estas líneas, aunque llenas de emoción, son cortas para ilustrar esa sensación flotante por esos días en todo el territorio nacional.<br /><br /><strong>La gente estaba feliz, radiante.<br />Había en el aire, una sensación de haber recuperado la autoestima.<br /><br />El ejemplo celeste se estaba infiltrando por todos los rincones y actividades y llenaba el espacio.<br />Los diarios publicaban que en estadísticas, había bajado el índice de suicidios en el país durante la copa del mundo.<br /><br /> La sensación de unidad era poderosa.</strong><br /><br />El retorno de los muchachos a casa, se estaba preparando días antes de finalizar el mundial.<br />Un Gran estrado se había levantado en el Palacio Legislativo, donde tanto el presidente de la República J.Mujica como el vicepresidente D. Astori le entregarían a modo de reconocimiento a todo el plantel , equipo técnico y ayudantes, una medalla de bronce bañada en oro del escudo nacional con el grabado : “en agradecimiento del pueblo uruguayo”.<br /><br />Por causa de retrasos aéreos, el vuelo llega casi a medianoche, por tanto la caravana se pospone al otro día a las 11 de la mañana. La llegada del plantel al aeropuerto de Carrasco mostraría un avance de lo que sería el otro día. A pesar de haberse pedido por prensa no ir al aeropuerto a medianoche, de todas formas la gente se agolpó en los pocos kilómetros de ruta que lleva del aeropuerto al complejo lugar donde siempre concentra la selección muy cerca de allí.<br /><br /><strong>Al otro día el frío golpeaba duro, sin embargo el calor humano hizo del clima algo insignificante.</strong><br />La gente se encontraba con los muchachos celestes y de mil formas distintas se acercaban para demostrar su alegría…pero fundamentalmente su agradecimiento.<br /><br />Esta fue la tónica de los “festejos celestes”. Tal vez con una mirada externa y foránea no entendería tanto despliegue para festejar un cuarto puesto de un mundial, que no es poca cosa en un torneo cada vez mas competitivo como un mundial. <br /><br />A mi entender por lo que se vio durante todo el transcurso de la caravana y los días siguientes el común denominador que imperaba por todos lados era el agradecimiento.<br /><br />Miles de carteles de distintos tamaños y formas, escritos en simples hojas de papel o amplias banderas. Nunca había visto escrito por tantos lados la palabra “GRACIAS”.<br />El pueblo estaba dando el merecido reconocimiento por la lucha y la entrega deportiva, pero sobre todo estaba agradeciendo por la alegría y haber podido rescatar esa sustancia que se la debe buscar a en lo profundo del sentir de un colectivo social y que de tanto en tanto asoma en las gestas deportivas.<br /><br />Mas adelante, la palabra “gracias” se la vio escrita por todos lados, marquesinas, spots televisivos y radiales, pie de página en los correos electrónicos de las empresas, calcomanías, propagandas en paradas de ómnibus, afiches, etc. <br /><br /><strong>No era un festejo corriente. El pueblo reconocía a sus héroes, que a su vez devolvían el gesto expresando que no había mejor cosa en sus vidas que aquel momento y el orgullo de ser uruguayos.</strong><br /><br />Los días siguientes eran una locura. La gente seguía a los integrantes del plantel a todos los sitios donde estos se presentaban. Escapes por puertas traseras, congestiones de tránsito, fervor, gritos y aplausos por doquier.<br />El último gesto de los celestes fue crear la fundación celeste, para apoyar a futuros jugadores que no tengan los medios necesarios para seguir la carrera deportiva<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1OwI_DyhvD0ElMQUuI1n1cX61exYUIiFTVoA_Ri27sJDYkDTk8SFILej2ksV7a92nBwwP5itfej0pS6gJaVkacFZlPW1n_DM4PtPMLAqMIE4bjqlkdc0Nj_H2vDdZ73iUuEStI-ALgHY/s1600/sacada+de+el+brollo-2.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 280px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1OwI_DyhvD0ElMQUuI1n1cX61exYUIiFTVoA_Ri27sJDYkDTk8SFILej2ksV7a92nBwwP5itfej0pS6gJaVkacFZlPW1n_DM4PtPMLAqMIE4bjqlkdc0Nj_H2vDdZ73iUuEStI-ALgHY/s400/sacada+de+el+brollo-2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506023554563948578" /></a><br /><br />Es en ese marco social y cultural que acontece lo que luego sería también noticia relacionada a la selección.<br />Una noticia de la FIFA, hablaba que la selección uruguaya había sido la más mediática del mundial, y la cosa parecía querer continuar.<br /><br /><strong>En medio del gentío, como tantos otros alzando el brazo para capturar distintas fotos, participé por algunos minutos de ese cálido recibimiento a los celestes.<br />Comprendí que ese momento era histórico y la gran avenida repleta de banderas uruguayas era una foto impostergable, aún sacada con un teléfono celular.<br />No sabía que aparte del imponente mural de fondo, iba a captar en el cielo un objeto extraño que en el momento no me percaté de su existencia.</strong><br /><br />La mañana del miércoles 21 de Julio, la noticia de la foto estaba prácticamente en todas las radios.<br />El diario el país había publicado la noticia y desde la noche anterior venía anunciando entre otras informaciones sobre el extraño objeto aparecido en una foto de los festejos.<br /><br />Los programas matutinos radiales que por lo general leen los titulares y otras noticias de los periódicos nacionales, estaban comentando con asombro, que mientras miles de personas participaban eufóricos del recibimiento de la selección, en el cielo había algo en primera instancia “extraño”, con una forma particular.<br /><br />Cada programa le daba al asunto el encare particular según el perfil habitual.<br />Algunos jugaban con la audiencia a “adivinar” que era ese objeto volador no identificado, suscitándose las mas inusuales, divertidas y ocurrentes respuestas que la audiencia enviaba a la radio mediante mensajes de textos o mails.<br /><br />Las respuestas decían de periodistas apurados y “volando” para llegar primero y tomar los micrófonos del estrado para ser maestros de ceremonia; la pelota del penal errado de los ghaneses; viajeros en el tiempo que volvían a ver al Ruso Pérez en persona…; prendas íntimas femeninas lanzadas desde los balcones de los edificios a los jugadores…y por supuesto los extraterrestres homenajeando a los jugadores.<br /><br />Otros programas comenzaron en tono humorístico con la música de archivos X y leyendo la noticia con voz de gran misterio…para luego abrir los teléfonos al aire y permitir que algunos valiosos testimonios dieran cuenta de experiencias personales en torno al fenómeno ovni.<br /><br /><strong>Recuerdo uno particularmente interesante de un conductor de bus al interior del país, relatando su experiencia con un objeto luminoso que esa noche, por varios minutos estuvo a la vista de todos los pasajeros.</strong><br /><br />Otros programas desacreditaban el asunto de forma tajante.<br /><br />Ese mismo día y noche, la noticia empieza cada vez a ganar mas presencia.<br />El enfoque del asunto, no solo estaba puesto en la foto en sí, sino en que ya había un resultado técnico de una persona idónea, y que se esperaba con gran expectativa los resultados de los análisis que podría hacer la fuerza aérea.<br /><br />Como ya te expliqué por aquellos días, yo preferí que la foto y los estudios fueran los protagonistas y me apoyé en que era mas importante la foto que el fotógrafo en si mismo.<br />Mi presencia no hubiera aportado gran cosa, al contrario, podría especularse que si detrás de la foto había un interés personal en “aparecer”, la seriedad del asunto y la intención última se estaría contaminando, de un elemento egocéntrico.<br /><br />Es interesante como de las pocas personas que se enteraron de mi participación en la noticia que estaba en boca de tanta gente, un porcentaje considerable preguntaba porqué no haber “vendido” la foto…o de última porque no alcanzar cierto beneficio de aparecer y dar la cara y así ganar popularidad...por 15 minutos.<br /><br />Parece que la gran caja de colores que hipnotiza sin parar, sería un destino aprovechable para mucha gente a la mínima oportunidad…como si todo en nuestra vida solo fuera validado si sale en la tele.<br />Sin duda es un concepto a revisar a nivel social…cuanto poder le damos a las versiones, a los dichos…a los sistemas de creencias que son continuamente promovidos desde un lugar de poder y de forma masiva.<br /><br />A otro nivel, fue interesante descubrir en foros de Internet, a personas que se hicieron pasar por mí y hablaban con propiedad de el momento que captaron la foto, etc.<br /><br />Volviendo el tema de la propagación de la noticia, también me llegan comentarios de Parapsicólogos que en algún programa trataba de explicar, como era posible que a una persona ya hubiera sacado fotografías de objetos en el cielo, y ahora nuevamente sucediera. Hablaban de cierta “sensibilidad”, cosa que es bastante criticable cuando se trata simplemente de prestar atención a las fotos sacadas por cámaras incluso diferentes, no de percibir el fenómeno con ojos propios.<br /><br />Los argumentos a favor y en contra estaban a la orden del día. Los primeros intentos de explicar el asunto…”una mancha en la lente”. <br />Comento que no fue la única foto que tomé ese día y en ninguna otra toma en ese cuadrante había algún tipo de anomalía.<br />Me tomé la molestia de sacar otra foto del mismo lugar, otro día cualquiera por si la fuerza aérea pudiese estar interesada en las tomas, la cámara del celular…etc.<br /><br />Había también una pregunta que se repetía…como podía ser que solo una persona hubiera captado en una sola foto el objeto…??<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivlRDrwpzo_Uh8XQDNrf-TH6_Tno1TsDrlqhJA0KeWTnMV5qakFbZRMICkO5F275chMQr2__baXpBq3RmD4VTG2_aHEs4heZzwywr0gFpfnAcqxczJ0RLWzPwpK8B_hOcoMV5Gggb5P7s/s1600/FOTO_S.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivlRDrwpzo_Uh8XQDNrf-TH6_Tno1TsDrlqhJA0KeWTnMV5qakFbZRMICkO5F275chMQr2__baXpBq3RmD4VTG2_aHEs4heZzwywr0gFpfnAcqxczJ0RLWzPwpK8B_hOcoMV5Gggb5P7s/s400/FOTO_S.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506024316770558770" /></a><br /><br /><br /><strong>Luego aparecerían otras fotos que anulaban las anteriores posibilidades y haciendo del caso algo muy interesante. </strong><br /><br />Recuerdo la noche que el Cnel. Sánchez me llamó por teléfono a mi casa. Luego de agradecerme el gesto que había abierto la posibilidad de recurrir a la fuerza aérea para investigar estos asuntos. Se mostró muy interesado en saber si yo recordaba de ese día, si había mucho viento en esa zona de Montevideo. Solo bastaba con ver flamear las banderas en los varios videos tomados ese día para advertir que sí, y esa fue mi respuesta.<br /><br />En otro aspecto de la opinión pública, también se hablaba de las distintas aeronaves que surcaban los cielos ese día. Ciertamente me quedé con las ganas de ver a los dos aviones de la fuerza aérea pintados de celeste. La vez que pasaron, antes de estar en la calle, yo me encontraba dentro de un edificio y a pesar que corrí a una ventana, otros edificios me quitaron la visual y no los pude ver.<br />Si hubieran pasado en el momento de estar en la avenida, yo no hubiera sacado ninguna foto, sino mas bien me hubiera detenido a ver los aviones “pintados de celeste”.<br /><br /><strong>De todas maneras la “forma” no respondía a algún tipo de aeronave conocida.</strong><br /><br />Todo el mundo recuerda, porque estaban filmando en vivo todos los canales de tv, las dos veces que los caza pasaron sobre el gentío pues era el momento que hablaba el técnico Tabarez y debió interrumpir su discurso dos veces porque el ruido de los motores no dejaba escuchar nada.<br /><br /><strong>Ese momento fue muy posterior al click de la toma.</strong><br /><br />En los días posteriores la noticia había explotado en Internet y de allí en más la fuerza aérea cobraba más protagonismo.<br />El Cnel. Ariel Sánchez, en nombre de CRIDOVNI, era convocado por los medios. No solo centraba la atención en la foto sino también en el organismo, la investigación, los 40 casos aún no resueltos, los casos más destacados como la persecución de un ovni por aviones de la FAU, etc.<br />Como nunca antes, CRIDOVNI, había suscitado tanta atención y había sido conocido por la gran masa de gente.<br />Lamentablemente por estar trabajando, no pude escuchar ni ver la entrevista que te hicieron a vos en algún canal de televisión de Montevideo.<br /><br /><br />Al entrar en escena otras veinte fotos que la gente empezó a enviar a CRIDOVNI, los resultados se hicieron esperar un poco más, aumentando la expectativa.<br />Había otras fotos que denunciaban el fenómeno, la gente había participado y había revisado sus registros y no se las había quedado para sí sino que también se sumaba al interés de investigar.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilUnyu_vxGnCym-QJ3wdM8gE6TBfkCgLhjoH6vVUbxwqIvbn6e1alGKZnY4aYM1vpSx5-tnr16tcNkc2nzD9oLK47pkOxGDSsS0rZ6M5pRTq9zCjpWkZ-ctRIhhFYrutCJ0aZAjiON8SY/s1600/SAGILET.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilUnyu_vxGnCym-QJ3wdM8gE6TBfkCgLhjoH6vVUbxwqIvbn6e1alGKZnY4aYM1vpSx5-tnr16tcNkc2nzD9oLK47pkOxGDSsS0rZ6M5pRTq9zCjpWkZ-ctRIhhFYrutCJ0aZAjiON8SY/s400/SAGILET.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506025505537011506" /></a><br /><br />Cabe recordar que de parte de CRIDOVNI se comentó que la casilla de correo estaba saturada de fotos, muchas de ellas haciendo bromas en torno al fenómeno ovni.<br /><br />En tanto personas vinculadas a la investigación ovni en Uruguay, convocaban a charlas y conferencias en torno a otros registros e investigaciones.<br /><br />En otro orden de cosas, a medida que se desarrollaba la noticia, en espera de la fuerza aérea, otra noticia impactaba a la opinión pública con consecuencias que continúan hasta nuestros día, como ha sido en día de ayer (10/7/10) la renuncia del Jefe Mayor de la Armada como consecuencia de las acciones de corrupción en la cual hay un sobrino también vinculado a esta arma.<br /><br />La noticia fue progresando lentamente, sobre presuntas irregularidades en las compras fantasmas de determinado material, grúas, lanchas, gastos de combustible, tarjetas telefónicas vendidas a particulares, etc. Por montos millonarios. (Adjunto notas en otro archivo, pero en Internet hay basto material de este asunto).<br /><br />Fueron separados del cargo por investigaciones 4 altos jerarcas y luego con la intervención judicial se procedió a condenas por corrupción y malversación de fondos.<br />Con el correr de las investigaciones se descubrieron otros ilícitos que concluyeron con lo anteriormente dicho de la renuncia del Jefe Mayor de esa arma.<br />Al día de hoy, hay catorce nuevas denuncias en manos de la justicia.<br /><br />Que me motiva a vincular este hecho con el fenómeno en cuestión que suscitó la fotografía de Avda. Libertador…??<br />En un programa radial, un personaje humorístico, que hace las veces de comentarista de las noticias diarias desde su visión ácida y humor negro, sintetizaba algo que estaba flotando en el ambiente, y que posiblemente mucha gente pensaba.<br />Las palabras fueron mas o menos así…”mientras la armada uruguaya está atravesando una de las peores vergüenzas y crisis de su historia por los hechos de corrupción en compras fantasmas…la fuerza aérea investiga fotos de presuntos ovnis que le manda la gente…”<br /><br />Esta idea logra canalizar un pensamiento sumamente conservador de la sociedad uruguaya, mayoritariamente escéptica a mí entender.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKnR-peUMs6sfrpUbWhjuk69GBlARpH_b2lOEzfMgu__rWqUg3ZdOsHNcjqSPljatJXWgKT6-kICcJhBEI3P8hqE3zCswP4wP_8pFORv3BHL3yWBrsDPyutVxPRR-LUpJ1eCxx29t3p5I/s1600/MM.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKnR-peUMs6sfrpUbWhjuk69GBlARpH_b2lOEzfMgu__rWqUg3ZdOsHNcjqSPljatJXWgKT6-kICcJhBEI3P8hqE3zCswP4wP_8pFORv3BHL3yWBrsDPyutVxPRR-LUpJ1eCxx29t3p5I/s400/MM.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506026164872334514" /></a><br /><br />Y el programa con la humorada continuó al punto de tocar el límite en cuanto al respeto de una persona y su profesión…”Cuanto hay que estudiar y esforzarse durante toda una carrera en la fuerza aérea para lograr ser Coronel…,y terminar como Sánchez, mirando fotos adivinando de que se trata lo allí se ve…”<br /><br />Por supuesto que también se dijo…”cuanto de nuestros impuestos van a parar a CRIDOVNI y si tiene sentido, gastar un dinero en esos asuntos…”.<br />La contaminación de la situación de la otra fuerza (la armada), estaba presente también en esta perspectiva.<br /><br /><strong>Por eso me adhiero a tu visión en cuanto que hubiera sido si con esa coyuntura, la fuerza aérea admitía que había algo en el espacio aéreo que estuvo fuera de su conocimiento y control y que había sido descubierto de forma casual en una y luego varias fotografías.</strong><br /><br />Mucha gente suspiró aliviada al recibir la información “oficial” que el objeto era algo convencional. Podría ser cualquier cosa, se afirmaba…pero ovni no era. Juego de palabras si los hay.<br /><strong><br />Hay respuestas políticamente correctas que dejan la sensación de que era lo que se precisaba decir.<br /><br />Que pasa si todo eso no tiene explicación…? A que clase de nuevos conceptos tenemos que enfrentarnos para explicar ese hecho…? Que emoción sobreviene a una confirmación de una incerteza…? Miedo, angustia, espiritualidad,…?<br />Lo nuevo y lo diferente no siempre es sinónimo de parto sin dolor.<br />A que nos enfrentamos, en la hipotética situación de un objeto extraño presente en ese momento tan particular de júbilo y sobre todo agradecimiento popular? Porque en ese momento y no en otro?<br />Que ficha cae en la conciencia humana saberse observado en cuanto a nuestra propia relación entre nosotros mismo y nuestro planeta…? <br />Habría otras tantas interrogantes que suscitarían otros alcances paradigmáticos y existenciales, que obligarían a pensar las cosas fuera de una visión antropocentrista.</strong><br /><br /><br />En foros, o en comentarios de la noticia de algunos medios de prensa, leí a muchas personas molestas por lo que ellos entendían que no “cerraban” las explicaciones en contraposición a la imagen en sí, así como también a tu propio análisis.<br /><br /><strong>Estoy convencido que nunca una noticia en torno al fenómeno ovni, involucró a tanta gente y generó tanta expectativa en Uruguay.<br />Por eso te comentaba que esa espera, dio pie a generar la discusión, el debate, el compartir experiencias y escuchar a otros que tienen algo que decir, y que ahora encontraron el momento oportuno de dar luz a sus vivencias.<br />Amigos míos, se animaron a contar alguna experiencia de infancia en su pueblo con gran cantidad de testigos…un tema del cual nunca habíamos hablado.</strong><br /><br />Y está muy bien que una de las ramas de acceso al tema fuera vía humor, porque en todos esos días la gente estaba muy feliz y contagió su alegría también a este hecho.<br /><br />Tal vez habría más cosas por decir.<br />Intenté sintetizar algunas ideas que fui madurando en estos días, siendo partícipe a la vez que también observador. <br />Adjunto en otro mail el poco material que guardé de esos días.<br /><br />Te mando un abrazo grande.<br />Estamos en contacto.<br />Boris.”<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUQkVPYt4u7ua5sMAK6qLyPU8A_OjL3TuEDb-_rVbzNQzL_YsBx5soRtIQ6rW5TKxD5qNjKmpHrwa848_u9aj64dueCnl0YSDZgTcrPb6k1miD8B7UQgRNVyHv4Yfq4lzmpcnygc7ddmA/s1600/D.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUQkVPYt4u7ua5sMAK6qLyPU8A_OjL3TuEDb-_rVbzNQzL_YsBx5soRtIQ6rW5TKxD5qNjKmpHrwa848_u9aj64dueCnl0YSDZgTcrPb6k1miD8B7UQgRNVyHv4Yfq4lzmpcnygc7ddmA/s400/D.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5506027390355980418" /></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-45498077954989896902010-08-05T06:31:00.000-07:002010-08-05T06:36:23.484-07:00OVNI SOBRE MONTEVIDEO- REFLEXIÓN FINAL.Finalmente, el 28 de julio pasado, la FAU dio su veredicto respecto de la foto de un supuesto OVNI publicada en este blog y en muchos medios de prensa uruguayos.<br />Se trataría, según este análisis de la imagen en cuestión, de una simple bolsa de nylon, trozo de tela o papel arrastrada por vientos ascendentes.<br />Se deja un 3 % de posibilidades de que no se tratara de estos elementos, sino de un fenómeno “no convencional”.<br />No me interesa en absoluto polemizar con respecto a esta definición de la institución respecto del suceso que acaparó la atención de tantas personas y generó tantas inquietudes y preguntas.<br />Es mas, pienso que, ciertamente, la FAU no podía dar ningún otro veredicto, pues hubiera sido problemático explicar una presencia extraña en el cielo en esos momentos, sin que hubiese sido advertida antes.<br />Como es normal, y siguiendo mi modo de actuar de siempre, dejo abierta esta posibilidad como cualquier otra.<br />Pero esto no quiere decir que no me haga muchas preguntas, tal y como se las hacen muchos amigos uruguayos que lo han expresado en comentarios publicados en la prensa o que me han hecho llegar.<br />Y esto es lo mas interesante del caso, dado que promueve la duda y la reflexión, pues, a no dudarlo, que la FAU haya publicado ese resultado de su análisis, no quiere decir que el caso esté definitivamente cerrado, dado que la misma institución deja abierta la puerta a otras interpretaciones con aquel famoso 3%, que por cierto, produce cierta extrañeza a algunas personas, dado que se preguntan como se llega a una cifra así, y no a cualquier otra.<br />No se puede evitar la idea de que es algo un tanto caprichoso.<br />Pero no vale la pena detenerse en ese detalle.<br />Solo cabe reflexionar.<br />Vayamos por partes: como primer punto, y mas allá de que, como señalara una persona muy atinadamente, los medios de detección electrónica de punta llegaron mucho mas tarde (ver este articulo) <a href="http://noticias.latino.msn.com/latinoamerica/uruguay/articulos.aspx?cp-documentid=25009253">http://noticias.latino.msn.com/latinoamerica/uruguay/articulos.aspx?cp-documentid=25009253</a>, hay innumerables datos históricos que nos dejan ver que una gran cantidad de apariciones de objetos no identificados en el cielo de diversos países, no necesariamente produce ecos de radar.<br />El caso que conozco con más detalle es el del momento en que la mundialmente conocida “oleada belga” dio comienzo.<br />El 29 de noviembre de 1989 una patrulla de la gendarmería belga observó un enorme aparato oscuro de forma triangular que evolucionaba en la región de Eupen, sobre un lago. Cuando comunicaron su observación a la central, se pudo constatar que ningún radar de la muy vigilada región había detectado nada particular.<br />Por lo tanto, y sin entrar en la abundante documentación que existe sobre el particular, podemos admitir que el fenómeno muchas veces se presenta sin que exista detección de radar.<br />Una segunda vía para la reflexión, son las numerosas fotos que varios lectores del blog me han hecho llegar.<br />En varias de ellas se observa un objeto de forma regular, aproximadamente pentagonal.<br />Publico solo una de ellas, ya que es la que está más cercana al punto donde fue captada la foto de la polémica.<br />La imagen habla por si misma.<br />Me resulta muy difícil confundir esta forma regular y definida con una bolsa, un papel o un trozo de tela.<br />Por otra parte, en esta imagen a la que NO LE REALICÉ absolutamente ningún tratamiento, solo la agrandé y mejoré su contraste, se notan detalles esféricos o circulares, como se quiera, en su superficie inferior.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG_wQNmPcM2GibgtOdF-2PDCIMXpLvUgvaoB45g1Ak-9foV07QV7PB6mjDKH0MJNuVlvwVQMxOfQqNUXQTRHAg93iX1G9coYTnG4EIUCBrbonhBGdoImvfqYt5Naq6o3jBmfw4wH9tOjs/s1600/IMG_0913+copie.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG_wQNmPcM2GibgtOdF-2PDCIMXpLvUgvaoB45g1Ak-9foV07QV7PB6mjDKH0MJNuVlvwVQMxOfQqNUXQTRHAg93iX1G9coYTnG4EIUCBrbonhBGdoImvfqYt5Naq6o3jBmfw4wH9tOjs/s400/IMG_0913+copie.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5501918537473660578" /></a><br /><br />Estoy convencido de que los ciudadanos que me hicieron llegar estas fotos quieren una interpretación algo más sustancial que la dada.<br />Yo también, claro está.<br />Con esta nota, cierro definitivamente, en lo que a mi respecta, este tema.<br />Quizás los amigos uruguayos sigan investigando, y lleguen a mayores y mejores definiciones de lo que sucedió aquella tarde sobre Montevideo.<br />Sigo confiado en que las personas que han investigado lo hacen desde la mayor seriedad y honestidad, del mismo modo en que yo he tratado este tema.<br />Agradezco el cariño y la confianza con la que muchos amigos y amigas uruguayos me han tratado, los felicito una vez más por la alegría por los logros en el Mundial, y los saludo a todos con todo mi respeto y mi consideración.<br />Cordialmente.<br />Héctor.<br /><br />INFORMACIÓN TÉCNICA DE LA FOTO:<br /><br />Versión PhotoME: 0.79R17 (Build 856)<br />Nombre archivo:IMG_0913 jpg<br />Tipo archivo: JPEG<br />Tamaño archivo: 459,4 KB<br />Fecha creación: 13/07/2010 15:06<br />Última modificación: 5/08/2010 15:17<br />Marca: Canon<br />Cámara: Canon PowerShot SX20 IS<br />Software: Adobe Photoshop CS3 Windows<br />Dimensión: 787 x 591 px (0.5 MP, 4:3)<br />Distancia focal: 13.36 mm<br />Abertura: F4<br />Tiempo exposición: 1/320"<br />Ratio velocidad ISO: 400/27°<br />Programa: Auto exposure<br />Modo Medición: Pattern<br />Balance de blancos: Auto<br />Flash: Flash fired, auto mode, red-eye reduction modeUnknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-48611148587285053632010-07-16T14:27:00.000-07:002010-07-23T13:26:46.029-07:00OVNI SOBRE MONTEVIDEODurante los últimos días, en Uruguay ha habido una gran fiesta, recibiendo a los jugadores de futbol que regresaron del Mundial en África del Sur.<br />Al día siguiente a la llegada del plantel, todo el pueblo les dio una calida bienvenida y un reconocimiento por su esfuerzo y entrega.<br />Un amigo me mandó esta foto. Cuenta que se escapó del trabajo a la hora en que pasaba el ómnibus de la caravana cerca, y tomó algunas fotos con su celular.<br />Una vez frente al monitor de su ordenador, con sorpresa vio que en una de las fotos había algo inusual.<br />Yo la analicé, y estos son los resultados.<br />Primero la foto original, con el objeto ya marcado con un recuadro negro.<br />(Ya saben que haciendo clic sobre la imagen se verá en mayor tamaño)<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_IDyZ99nqkIhKKo7J6AOhuinN5M9o78eUBNl3cILSRzmk4n-LiXIDkLo98hm7SVwm8mD2RraiFe8A8LlL7vtN2xioCAahTSksUekJQ9fuSUXlMjFurmzWXqyKWemDz8JRuXfkmapnLoM/s1600/A.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_IDyZ99nqkIhKKo7J6AOhuinN5M9o78eUBNl3cILSRzmk4n-LiXIDkLo98hm7SVwm8mD2RraiFe8A8LlL7vtN2xioCAahTSksUekJQ9fuSUXlMjFurmzWXqyKWemDz8JRuXfkmapnLoM/s400/A.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494628219191434642" /></a><br /><br />Hago un acercamiento para poder apreciar mejor lo que se ve en el cielo:<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSUJmHChnUDXaw8PR-HN3FEXzWvFomHJhid09tpjf68pQCwCNDw1vvsnFc6dHm0qUpKtQ4duQaNyrTbGaalBCIHbqKrCU__NEipsUVD5PNhyphenhyphenkZ3VBQB1jaSMFebnhaHk2D-lxJWmTHBqI/s1600/B.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 357px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSUJmHChnUDXaw8PR-HN3FEXzWvFomHJhid09tpjf68pQCwCNDw1vvsnFc6dHm0qUpKtQ4duQaNyrTbGaalBCIHbqKrCU__NEipsUVD5PNhyphenhyphenkZ3VBQB1jaSMFebnhaHk2D-lxJWmTHBqI/s400/B.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494628543777322594" /></a><br /><br />El análisis de este objeto me dio estos resultados:<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr7VBrPe2aP1GJceIKmKxcUBJAf9Gj3XN907RHfAx6utM6-yae9Ii1u9fbismClb8Y3kK-PijQ8aITIMk7PqnZWCocMk2AWHH89HONk3VA2ZwWUH0w8gh5lRps0TufOc6S2twkheeDGPY/s1600/D.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr7VBrPe2aP1GJceIKmKxcUBJAf9Gj3XN907RHfAx6utM6-yae9Ii1u9fbismClb8Y3kK-PijQ8aITIMk7PqnZWCocMk2AWHH89HONk3VA2ZwWUH0w8gh5lRps0TufOc6S2twkheeDGPY/s400/D.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494628720230805090" /></a><br /><br />Vemos con claridad que es una forma aproximadamente semicircular, con una serie de esferas alineadas en su base. El análisis que realicé es muy simple, no utilicé filtros salvo en la imagen gris, en la que apliqué el relieve para ver con mas detalle sobre todo la hilera de esferas en la base.<br />Lo que llama la atención es la perfecta disposición de estas supuestas esferas, en una línea bien definida, a mi entender formando parte de una estructura superior, que sería la forma semicircular sobre ellas.<br />Y otro elemento que me da que pensar es la presencia de este fenómeno sobre una concentración enorme de gente en un estado emocional muy exaltado, positivo, de alegría y reconocimiento.<br />Dejo al lector la inquietud de pensar en este tema.<br />Me despido, no sin antes enviar un saludo y mis más sinceras felicitaciones a los amigos uruguayos por este resultado tan merecido de su Selección Nacional durante el Mundial.<br /><br />Los datos EXIF de la toma son los siguientes:<br /><br />Versión PhotoME: 0.79R17 (Build 856)<br />Tipo archivo: JPEG<br />Tamaño archivo: 485,6 KB<br />Fecha creación: 13/07/2010 15:14<br />Última modificación: 16/07/2010 14:24<br />Marca: Nokia<br />Cámara: N95 8GB<br />Dimensión: 1944 x 2592 px (5 MP, 3:4)<br />Distancia focal: 5.6 mm (4x digital)<br />Abertura: F2.8<br />Tiempo exposición: 1/500"<br />Ratio velocidad ISO: 100/21°<br />Programa: Auto exposure<br />Balance de blancos: Auto<br />Flash: Flash did not fire, auto mode<br /><br />Un cordial saludo a todos.<br />Héctor.<br /><br /><strong>ANEXO</strong><br /><br />Por expreso pedido del amigo que registró la foto original, la publico aqui sin marca y en tamaño original.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Jqtj5Il1Pssx4Jx-ez_IZnC3I-nOJfA5mZuBYAqtxlMP_0Bh2s60smTUZisCcj8yi8ylf1idb0P00yXEggJNF26_75VyKDImTKiBwS4L9qek1F52rWwxqjmANMCC5LhqvfDPF-QpuHk/s1600/uruguayos-original.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Jqtj5Il1Pssx4Jx-ez_IZnC3I-nOJfA5mZuBYAqtxlMP_0Bh2s60smTUZisCcj8yi8ylf1idb0P00yXEggJNF26_75VyKDImTKiBwS4L9qek1F52rWwxqjmANMCC5LhqvfDPF-QpuHk/s400/uruguayos-original.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497200567169447106" /></a><br /><br />Cordiales saludos.<br />Héctor.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-37550748328211646572010-07-01T07:20:00.000-07:002010-07-01T07:26:28.638-07:00El PETRÓLEO ABIÓTICOHace unos años, en plena efervescencia con el tema del Peak-Oil, me interesé por un tema que ya había leído en una antiquísima revista de la Unesco, sobre la teoría rusa del petróleo no fósil.<br />Creo recordar, pues yo era adolescente en aquellos años, que la publicación era de mitad de los años sesenta.<br />Busqué información y encontré este artículo de William Engdhal. Muchos probablemente lo conozcan ya, pero lo publico de todos modos, siguiendo un poco con el tema que inicié con el articulo anterior, aunque este es radicalmente distinto. Pienso que no está de más.<br />Sobre la tan traída y llevada teoría del Peak- Oil, se puede leer aquí: <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_pico_de_Hubbert">http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_pico_de_Hubbert</a><br />Un saludo cordial a todos.<br />Héctor.<br /><br /><strong>Rusia está lejos de la cresta de petróleo</strong><br />Por F William Engdahl<br /><br /> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicT5keHAlkbX_VP-HnEYNFSVrHQokSs5VJfImL5Rz59vpiqPBmyIyX3hyqitwxCc936L7dNhzlyxCbs5bpseiNJRBfNsr-HSyjmXesm9kffAHYzmPlkLE1_7AKy0PgehF3tQWL2CXKJ0s/s1600/engdahl+copie.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicT5keHAlkbX_VP-HnEYNFSVrHQokSs5VJfImL5Rz59vpiqPBmyIyX3hyqitwxCc936L7dNhzlyxCbs5bpseiNJRBfNsr-HSyjmXesm9kffAHYzmPlkLE1_7AKy0PgehF3tQWL2CXKJ0s/s320/engdahl+copie.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5488943475091116178" /></a><br />Las buenas noticias son que los escenarios de pánico sobre la corrida mundial de petróleo en cualquier momento están equivocados. Las noticias malas son que el precio de petróleo va a continuar subiendo. "La Cresta de Petróleo " no es nuestro problema. La política lo es. El Gran Petróleo quiere tener los precios del petróleo altos. El vicepresidente Dick Cheney americano y sus amigos también son todos deseosos de ayudar. <br /><br />En una nota personal, yo he investigado cuestiones de petróleo desde los primeros shocks de petróleo de los años setenta. Yo me intrigué en el 2003 con algo llamado la teoría de la Cresta de Petróleo. Parecía explicar la por otra parte decisión inexplicable por Washington para arriesgar todo en un movimiento militar en Irak. <br /><br />Los abogados de la cresta de petróleo, liderados por el ex geólogo de BP Colin Campbell y el banquero de Texas Matt Simmons, defendieron que el mundo enfrentó una nueva crisis, un fin al petróleo barato, o Cresta Absoluta de Petróleo, quizás para 2012, quizás para 2007. El petróleo estaba supuestamente en sus últimas gotas. Ellos apuntaron a precios de gasolina y petróleo volando y a los declives en el rendimiento del Mar Norte, Alaska y otros campos como prueba que ellos tenían razón. <br /><br />Según Campbell, el hecho que ningún nuevo campo del tamaño del Mar del Norte se había descubierto desde el Mar Norte en los tardíos 1960 era la prueba. Según informes recibidos, él se manejó para convencer a la Agencia de Energía Internacional y al gobierno sueco. Que, sin embargo, no lo demuestra correcto. <br /><br />¿Fósiles intelectuales?<br /><br />La escuela Cresta de Petróleo permanece en teoría en convencionales libros de texto occidentales de geología, la mayoría por geólogos americanos o británicos que dicen que petróleo es un "combustible fósil", un residuo biológico o detrito cualquiera de fosilizados dinosaurios que permanece o quizás algas, de un producto en suministro finito. El origen biológico es central a la teoría de la Cresta de Petróleo, explicaba por qué sólo se encuentra petróleo en ciertas partes del mundo donde fueron geológicamente entrampados hace millones de años. <br /><br />Eso significaría que los dinosaurios se comprimieron y sobre decenas de millones de años se fosilizaron y entramparon en depósitos subterráneos quizás 1,200-2,000 metros debajo de la superficie de la Tierra. En casos raros, así va la teoría, se deben de haber entrampado grandes cantidades de materia biológica en formaciones de piedra en las regiones del océano de más superficiales como el Golfo de México o Mar del Norte o Golfo de Guinea. La geología sólo debe estar para deducir donde estas bolsas en las capas de la tierra, los llamados depósitos, quedan dentro de ciertas cubetas sedimentarias. <br /><br />Subsecuentemente en Rusia, ha existido una teoría completamente alternativa de formación de petróleo desde los tempranos 1950s casi desconocida al Oeste. Dice que la teoría convencional americana de los orígenes biológicos es un absurdo no científico que no es probable. Ellos apuntan al hecho que los geólogos occidentales han predicho repetidamente el petróleo finito durante el último siglo, sólo entonces para encontrar más, muchos más. No sólo esta explicación alternativa de los orígenes de petróleo y gas ha existido en teoría, la emergencia de Rusia como el productor de petróleo y gas natural más grande del mundo ha estado basada en la aplicación de la teoría en la práctica. Esto tiene consecuencias geopolíticas de tambaleante magnitud. <br /><br />Necesidad, la madre de la invención <br /><br />En los años cincuenta, el Unión Soviética enfrentó el aislamiento "Cortina de Hierro" del Oeste. La Guerra Fría estaba en un tono alto. Rusia tenía poco petróleo para combustible de su economía. El petróleo indígena suficiente encontrado era una prioridad de seguridad nacional del orden más alto. <br /><br />Los científicos en el Instituto de Físicas de la Tierra de la Academia rusa de Ciencias y el Instituto de Ciencias Geológicas de la Academia de Ciencias de Ucrania empezaron una pregunta fundamental en los finales 1940: ¿Dónde viene el petróleo? <br /><br />En 1956, el Profesor Vladimir Porfir'yev anunció sus conclusiones: "El petróleo crudo y el gas de petróleo natural no tienen ninguna conexión intrínseca con materia biológica que se origina cerca de la superficie de la Tierra. Ellos son materiales primordiales que han sido hechos de erupción desde grandes profundidades." <br /><br />Los geólogos soviéticos habían puesto de cabeza la geología ortodoxa occidental. Ellos llamaron a su teoría del origen de petróleo la teoría "abiótica" - no-biológica - para distinguirla de la teoría occidental de orígenes biológicos. <br /><br />Si ellos tuvieran razón, el suministro de petróleo en la Tierra sólo sería limitado por la cantidad de constituyentes de hidrocarburo orgánicos presentes profundamente en la Tierra en el momento de la formación del planeta. La disponibilidad de petróleo sólo dependería de tecnología para taladrar pozos ultra-profundos y explorar en las regiones internas de la Tierra. Ellos también comprendieron que pudieran reavivarse viejos campos y continuar produciendo, campos llamados auto-llenados. Ellos defendieron que el petróleo se forma profundamente en la Tierra, formado en condiciones de temperatura muy alta y a muy alta presión, así requerida para formar los diamantes. <br /><br />"El petróleo es un material primordial de origen profundo que se transporta a presión alta vía procesos eruptivos 'fríos' en la corteza de la Tierra," declaró Porfir'yev. Su equipo desecho la idea que el petróleo es residuo biológico de restos de plantas y fósil de animal como una broma diseñada para perpetuar el mito de suministro limitado. <br /><br />Desafiando la geología convencional <br /><br />El enfoque científico sumamente diferente ruso y ucraniano al descubrimiento de petróleo le permitido a la URSS desarrollar grandes descubrimientos de gas y petróleo en regiones previamente juzgadas impropias, según las teorías de exploración geológicas occidentales, para la presencia de petróleo. La nueva teoría de petróleo se usó en los tempranos 1990, bien después de la disolución de la URSS, para taladrar por petróleo y gas en una región creída por más de 45 años por ser geológicamente yerma - la Cuenca de Dnieper-Donets en la región entre Rusia y Ucrania. <br /><br />Siguiendo su teoría abiótica o no-fósil de los orígenes profundos del petróleo, los geofísicos y químicos de petróleo rusos y ucranianos y empezaron con un análisis detallado de la historia tectónica y estructura geológica del basamento cristalino de la Cuenca de Dnieper-Donets. Después de un profundo análisis estructural tectónico y del área, ellos hicieron investigaciones geofísicas y geoquímicas. <br /><br />Fue taladrado un total de 61 pozos de los que 37 eran comercialmente productivos, una tasa de éxito de exploración sumamente impresionante de casi 60%. El tamaño del campo descubierto se comparó a la Cuesta Norte de Alaska. Por contraste, se consideraba que el taladrado americano tenía un 10% de tasa de éxito. Nueve de 10 pozos son típicamente "agujeros secos." <br /><br />Esa experiencia de los geofísicos rusos encontrando petróleo y gas se envolvió herméticamente en el usual velo soviético de seguridad estatal durante la era de Guerra Fría, y fue principalmente desconocido a geofísicos occidentales que continuaron enseñando los orígenes fósiles y, los severos límites físicos de petróleo. <br /><br />Pero despacio empieza a amanecer en algunos estrategas en y alrededor del Pentágono bien después de la guerra de Irak 2003 que los geofísicos rusos podrían estar adelante en algo de importancia estratégica profunda. Si la Rusia tuviera la habilidad científica y la geología occidental no, Rusia poseyó un naipe de triunfo estratégico de tambaleante importancia geopolítica. No era sorprendente que Washington hiciera para erigir una "pared de acero" - una red de bases militares y escudo anti-proyectil alrededor de Rusia para cortar sus puertos de tubería y eslabones a Europa occidental, China y el resto de Eurasia. <br /><br />La peor pesadilla de Halford Mackinder, geógrafo y geopolítico inglés - estaba surgiendo una convergencia cooperativa de intereses mutuos de los mayores Estados de Eurasia, nacidos por necesidad y necesitados por petróleo para combustible del crecimiento económico. Irónicamente, fue la ruidosa toma americana por las inmensas riquezas de petróleo de Irak y, potencialmente, de Irán que catalizaron la cooperación más cercana entre los tradicionales enemigos de Eurasia, China y Rusia, y una realización creciente en Europa occidental cuyas opciones también se estaban estrechando. <br /><br />El rey de la cresta <br /><br />La teoría de la cresta de Petróleo está basada en un papel de 1956 por Marion King Hubbert, un geólogo de Texas que trabajaba para Shell Oil. Él sostuvo que los pozos de petróleo producían de una manera de curva de campana, y una vez que su "cresta" fue alcanzada, siguió el declive inevitable. Él predijo que en la producción de petróleo en EEUU habría cresta en 1970. Hombre modesto, él llamó a la curva de la producción que él inventó, la Curva de Hubbert, y la cresta como la Cresta de Hubbert. Cuando el rendimiento de petróleo americano empezó a caer en casi 1970, Hubbert ganó una cierta fama. <br /><br />El único problema era, él tocó pico no debido al vaciamiento de recursos en los campos americanos. El "pico" porque la Shell, Mobil, Texaco y los otros socios de Saudi Aramco estaban inundando el mercado americano con importaciones de suciedad-barata del Medio Oriente, libre de arancel, a los precios tan bajos que los productores domésticos de California y muchos de Texas no podrían competir y podrían obligar a cerrar sus pozos. <br /><br />Éxito de Vietnam <br /><br />Mientras las multinacionales americanas de petróleo estaban ocupadas controlando los grandes campos fácilmente accesibles de Arabia Saudita, Kuwait, Irán y otras áreas de petróleo barato, abundante durante los años sesenta, los rusos estaban ocupados comprobando su teoría alternativa. Ellos empezaron taladrando en una región supuestamente yerma de Siberia. Allí ellos desarrollaron 11 campos de petróleo mayores y un campo gigante basados en sus profundas estimaciones geológicas abióticas. Ellos taladraron en la roca basamento cristalino y alcanzaron oro negro de una escala comparable a la Cuesta Norte Alaska. <br /><br />Ellos fueron entonces a Vietnam en los años ochenta y ofrecieron financiar taladrar la costa para mostrar que su nueva teoría geológica funcionaba. La compañía rusa Petrosov taladró la costa en el campo de petróleo Tigre Blanco de Vietnam en la piedra basalto a unos 5,000 metros abajo y extrajeron 6,000 barriles al día de petróleo para alimentar la economía de Vietnam hambreada de energía. En la URSS, los geólogos rusos especializados abióticos perfeccionaron su conocimiento y la Unión Soviética surgió como el productor de petróleo más grande del mundo para mediados de 1980. Pocos en el Oeste entendieron por qué, o se molestaron en preguntar. <br /><br />El Dr J F Kenney es el único geofísico occidental que ha enseñado y trabajado en Rusia y ha estudiado bajo Vladilen Krayushkin que desarrolló la gran Cuenca de Dnieper-Donets. Kenney me dijo en una reciente entrevista que "solo para haber producido la cantidad de petróleo para la fecha que el campo de Ghawar [Arabia Saudita] ha producido habría requerido un cubo de detrito de dinosaurio fosilizado y habría asumido 100% eficacia de conversión, midiendo 19 millas [30.5 kilómetros] de profundo, ancho y alto." Para abreviar, una absurdo. <br /><br />Los geólogos occidentales no se molestan en ofrecer una prueba científica firme de los orígenes fósiles. Ellos meramente afirman su creencia como una verdad santa. Los rusos han producido volúmenes de papeles científicos, la mayoría en ruso. Los periódicos occidentales dominantes no tienen interés de publicar semejante vista revolucionaria. Carreras, profesiones académicas enteras están en juego, después de todo. <br /><br />Cerrando la puerta<br /><br />En el 2003 el arresto del ruso Mikhail Khodorkovsky, de Yukos Oil, tuvo lugar justo antes de que él pudiera vender una parte dominante de Yukos a ExxonMobil después de una reunión privada con Cheney. Exxon habido conseguido la parte, habría tenido control del recurso más grande del mundo de geólogos e ingenieros entrenados en las técnicas abióticas de taladrar profundamente. <br /><br />Desde 2003, el compartir conocimiento científico ruso ha disminuido notablemente. Las ofertas en los tempranos 1990 para compartir conocimiento con EEUU y otros geofísicos de petróleo tuvieron con rechazo frío, según geofísicos americanos involucrados. <br /><br />¿Por qué entonces la guerra de alto-riesgo para controlar Irak? Durante un siglo, EEUU y los gigantes aliados de petróleo occidentales han controlado el petróleo mundial vía control de Arabia Saudita o Kuwait o Nigeria. Hoy, tantos campos gigantes están declinando, las compañías ven los campos de petróleo controlados por el Estado de Irak e Irán como la base restante más grande de petróleo barato, fácil. <br /><br />Con la gran demanda por petróleo de China y ahora India, se vuelve un imperativo geopolítico para los Estados Unidos tomar control militar directo de esas reservas Medio Orientales tan rápido como sea posible. Cheney llegó al trabajo de vicepresidente desde Halliburton Corp., la compañía de servicios geofísicos de petróleo más grande del mundo. La única amenaza potencial a ese control de EEUU del petróleo pasa justo por quedar dentro de Rusia y con los gigantes de energía rusos ahora controlados por el Estado. <br /><br />Según Kenney, los geofísicos rusos usaron totalmente las teorías del inteligente científico alemán Alfred Wegener 30 años antes que los geólogos occidentales "descubrieran" a Wegener en los años sesenta. En 1915, Wegener publicó el texto seminal “El Origen de Continentes y Océanos” que hizo pensar en una original unificada masa de tierra o Pangaea hace más de 200 millones de años que se separó en los continentes presentes por lo que él llamó deriva continental. <br /><br />En los años sesenta, supuestos científicos americanos como el Dr Frank Press, consejero de ciencia de la Casa Blanca, se refirieron a Wegener como "loco". Los geólogos al final de los años sesenta fueron obligados a que comieran sus palabras cuando Wegener ofreció la única interpretación que les permitió descubrir los inmensos recursos de petróleo del Mar Norte. <br /><br />Quizás por algunas décadas los geólogos occidentales volverán a pensar su mitología de orígenes fósiles y comprenderán lo que los rusos han sabido desde los años cincuenta. Entretanto, Moscú tiene un naipe masivo de triunfo de energía. <br /><br />F William Engdahl, author of A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order, Pluto Press Ltd. To contact: <a href="http://www.engdahl.oilgeopolitics.net.">www.engdahl.oilgeopolitics.net.</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-88783814371073119372010-06-28T01:40:00.000-07:002010-06-28T01:44:48.894-07:00EL SIMBOLISMO DEL PETROLEOHace unos años había leído este artículo de la revista SYMBOLOS.<br />Hoy, viendo la catástrofe que se desarrolla en el Golfo de Méjico, y que amenaza no solo a Estados Unidos si no a todo el Atlántico, cuando esta imparable (de momento) marea negra sea llevada por la corriente del Golfo hacia el norte, me acordé de el.<br />Lo publico porque tengo el sentimiento de que en el se esconden algunas verdades, y algunos presagios. Y porque quizás no alcanzamos a ver todavía con claridad lo que este desastre significa. Al menos es lo que me digo a mi mismo. <br /><br /><strong>EL SIMBOLISMO DEL PETROLEO</strong><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJfGOOjv2Pt8NBD5klxBR8-fTGD-ABtCvjB_EZ7-jWdq7b21JtNk-BX9pk67MzAqJagNGj_mYxfwhUkE1qAeQOKU20itOpZKh3XZzNEgyjvOEQe92RqU2N10auQ83m5kkQpTI_bpiVqn8/s1600/derrame-petroleo-e1272634166985.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJfGOOjv2Pt8NBD5klxBR8-fTGD-ABtCvjB_EZ7-jWdq7b21JtNk-BX9pk67MzAqJagNGj_mYxfwhUkE1qAeQOKU20itOpZKh3XZzNEgyjvOEQe92RqU2N10auQ83m5kkQpTI_bpiVqn8/s400/derrame-petroleo-e1272634166985.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487742303864164386" /></a><br /><br /><br />Es muy significativo que la principal fuente de energía de que se alimenta la sociedad moderna sea una substancia subterránea, producto de la descomposición orgánica de residuos vegetales y animales: el petróleo, aceite de piedra, la antigua aqua infernalis medieval. <br />Y decimos significativo porque, en otro orden de cosas, en el orden de las ideas y los valores, ocurre un fenómeno parecido. Lo que se ha venido en llamar la evolución del pensamiento, o el progreso científico, no es tal en el fondo, sino la vulgarización de una serie de objetivos y tendencias que en las antiguas sociedades estaban escrupulosamente delimitadas, cuando no completamente erradicadas. Por ejemplo: son proverbiales los conocimientos matemáticos, astronómicos y geométricos del mundo musulmán y la importancia de su cultura, nodriza en este campo de la occidental. Sin embargo, el desarrollo tecnológico de todas sus posibilidades y aplicaciones prácticas es algo que nunca ha pasado del orden teórico, por consciente prescripción de las leyes y doctrinas islámicas. Asimismo, la manipulación de los materiales del mundo subterráneo, como la fundición de metales, siempre han sido objeto de un especial y consagrado tratamiento, solo ejercido además por las castas sacerdotales (ver los antiguos Kuretes, los Kabires y Dáctilos). Se sabe que el primer hierro que se utilizó no era de mina, sino meteórico, caído del cielo, y que mucho más tarde se optó por extraerlo de la tierra. <br />En efecto al mundo subterráneo le es inherente un sentido tenebroso que se manifiesta también en la cualidad de sus materiales. El simple hecho de encontrarse por debajo nuestro, diametralmente opuesto al cielo y a su bóveda estrellada, lo define y ubica simbólicamente en el orden universal, dándole su valor propio, y el papel de su influencia en relación al ser humano y su mundo. Las entrañas telúricas encierran un potencial de energías de dicha índole, es decir subhumano e infrahumano, que el hombre arcaico mantenía a raya a través de la fuerza eficiente de los ritos y los símbolos. La armonía universal y su mantenimiento en el plano de lo humano-terrestre es parte de las funciones del hombre verdadero, del hombre tradicional. Algo que el hombre moderno parece haber desechado en su ciego afán consumista y depredador. <br />La propia utilización del petróleo y sus derivados no constituía en la antigüedad una dependencia vital, ni se realizaba un consumo exhaustivo de los mismos: más bien por el contrario encontraba su función en aplicaciones perfectamente tradicionales, normales, inocuas e incluso consagradas. <br />Gasolina, carburantes, productos sintéticos, medicinas, plásticos, etc., son oriundos del petróleo, formando parte esencial de nuestro entorno cotidiano y sus efectos polucionantes no dejan de igualarse a la propia cualidad de su naturaleza inferior y maligna. <br />Igualmente al designar con la expresión aqua infernalis al petróleo, los hombres de la Edad Media conocían muy bien las "influencias" nefastas que podrían desprenderse de su manipulación y uso desmesurado. Esta advertencia al parecer no la tuvieron en cuenta los que diseñaron el modelo de civilización que estamos padeciendo, civilización que como todos sabemos encuentra su principal sustento en el petróleo y sus múltiples derivados. Como ya se ha dicho, el lugar de donde éste se extrae, el mundo subterráneo, lo convierte, efectivamente, en sinónimo de infernal, de tenebroso, de oscuro, en definitiva de todo aquéllo que es capaz de provocar unos efectos verdaderamente destructivos y caóticos ¿Acaso no estamos viviendo junto con toda la naturaleza en su conjunto esos efectos? Los "símbolos" del petróleo no expresan evidentemente nada que se refiera a un orden superior, sino netamente inferior, es decir infernal (inferior = infer-nus). Es, pues, un simbolismo claramente "invertido". Veamos un ejemplo. ¿Por qué se denomina "oro negro" al petróleo? Una primera lectura nos dice que ese apelativo le viene dado por un valor económico (el petro-dólar) que lo hace semejante al valor del oro. Pero el oro es un metal que en todas las culturas tradicionales ha sido asociado al sol, el que a su vez ha sido considerado como el símbolo por excelencia del Dios creador (p. ej. el Apolo griego), donador de la vida y del orden universal. Sin embargo cualquier deidad celeste y luminosa también tiene una contrapartida infernal y oscura, es decir su reflejo invertido, su sombra. En el caso de la deidad que el sol simboliza, ese aspecto sombrío recibe en la tradición judeo-cristiana el nombre de Samael o Satán, el Adversario. Esta entidad es, creemos nosotros, la que simboliza precisamente el «oro negro» del petróleo, de lo que se deduce que éste podría ser considerado como un "vehículo" que sirviera de «soporte» para la manifestación de dicha entidad, para llevar a cabo una labor disolvente y disgregadora, la que por cierto cumple una función específica dentro del final del ciclo que estamos viviendo. <br />Recordemos que el petróleo es un líquido viscoso, un óleo que como tal es a la vez ígneo, y por tanto almacén de luz y vida. Y ello no podría ser de otro modo, puesto que toda energía, aun la más telúrica y subterránea, tiene en última instancia su origen en el Sol, es decir: en la Luz y en el Espíritu. <br />Este aceite también tuvo antiguamente un carácter tabuado precisamente por su carácter inferior y limitado al reino mineral. Ahora bien, esta misma naturaleza de "agua infernal" es la que ha permitido canalizar su energía o potencia hacia el mundo artificial e inhumano de los motores y las máquinas, pues él es el alimento que les da la vida y las anima. De este modo –y violado el entredicho que pesaba sobre este pestilente y venenoso líquido, destructor de vida en los reinos naturales superiores (vegetal y animal)– el hombre ha llegado a crear un sofisticado mundo mecánico, pseudo-animado y pseudo-vivo, ha creado una poderosa ilusión de movimiento y velocidad en el plano físico que no deja de ser, por inferior, la más evanescente y peligrosa como claramente hoy podemos verificar, por el agotamiento de sus reservas que ya vislumbramos, y las crisis económico-políticas fatales, a que su misma escasez está dando lugar. <br />Asimismo ha de destacarse junto con su densidad, productos de la degradación material de elementos muertos o desechos, su asimilación a la simbólica del color negro y su dualidad, o sea su relación con el origen nocturno y acuoso de la medianoche y la inmanifestación y el retorno a ese estado mediante un proceso de combustión, o derretimiento de estructuras, que bien podría ejemplificarse con el ocaso y fin de una civilización. En ese sentido también debe señalarse la antigüedad de este material que lo vincula con los orígenes y su eclosión como factor imprescindible de la existencia actual hace apenas unas décadas lo que debe equipararse con el principio y término de un ciclo, en el que el simboliza una energía de tipo fatal, una entidad destructiva impuesta al hombre por el hombre mismo, invocada como una falsa deidad llamada progreso, reflejo de la ignorancia la alienación, la dependencia y la impotencia de la humanidad contemporánea que no ha podido crear ninguna alternativa de cambio a la servidumbre que aún le profesa. P. A.<br /><br />El presente artículo, redactado por colaboradores de SYMBOLOS, fue publicado en la revista barcelonesa Hora Zutz, Nº 1, segunda época, 1991.<br /><br /><a href="http://symbolos.com/petroleo.htm">http://symbolos.com/petroleo.htm</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-22332268799434261992010-06-13T01:30:00.000-07:002010-06-13T01:39:17.062-07:00LOS GRANDES ENIGMAS DEL CIELO Y DE LA TIERRA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit9wm2bqTh2k3XMJE16_8aNvaVN0OYCYP2ZtKJFW3vy59Igo2zUQtgxO7XDNLUO-5xMwpgU6LGbK_BTg7e3uBv-CYGiduonExILzuguk9UFlwuL_madE3wm3bOIdNCfN3SYTq2fJPdpWI/s1600/LOS+GRANDES+ENIGMAS.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 70px; height: 104px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit9wm2bqTh2k3XMJE16_8aNvaVN0OYCYP2ZtKJFW3vy59Igo2zUQtgxO7XDNLUO-5xMwpgU6LGbK_BTg7e3uBv-CYGiduonExILzuguk9UFlwuL_madE3wm3bOIdNCfN3SYTq2fJPdpWI/s400/LOS+GRANDES+ENIGMAS.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5482175042934409810" /></a><br />Hoy publico un nuevo extracto de este libro.<br />Sus autores son Alejandro Vignati y Andreas Faber Kaiser.<br />El ejemplar que poseo lo compré en un puesto de libros usados en alguna plaza de Buenos Aires.<br />Fue publicado por editorial A.T.E. de Barcelona, y la edición es de 1973.<br />El capitulo que transcribo a continuación es el numero cuatro.<br />En este artículo, que fue el primero que publiqué en el Blog, podrán encontrar la reseña biográfica de los autores:<br /><a href="http://signosenelcielo.blogspot.com/2008/11/medusas-del-espacio.html">http://signosenelcielo.blogspot.com/2008/11/medusas-del-espacio.html</a><br /><br /><strong>LO INSOLITO QUE BAJA DEL CIELO</strong><br /><br />El cielo parece vacío. Pero no nos engañemos. Desde que existen registros se han documentado miles de hechos inexplicables: lluvias rojas o azules, masas gelatinosas, peces congelados, sangre clara, bloques de hielo, sustancias con hedor animal…eso y mucho mas se precipita desde lo alto. ¿Cuál es el enigma? ¿De donde provienen?<br />Por ejemplo, ¿Qué pasó aquella noche del 7 de febrero de 1855 en la comarca inglesa de Devonshire? Algo extraño, misterioso, caminó más de 160 kilómetros sobre la nieve. ¿Qué ser dejó impresa una extraña marca en forma de U?<br />Todo eso existió y alguien se encargó de relatar lo ocurrido.<br />Si. Las huellas del diablo aparecieron al amanecer.<br /><br /><strong>ALGO CAMINÓ SOBRE LA NIEVE </strong><br /><br />Sucedió durante la noche del 7 de febrero de 1855, en la comarca inglesa de los alrededores de Devonshire. Allí estuvo un extraño visitante. Alguien o algo que tuvo que ver con los insólitos animales descubiertos cien años más tarde en las playas de Canvey Island, estuvo de visita en ese lugar. Pero veamos qué sucedió ese día que los habitantes de la región no pudieron nunca olvidar.<br />La historia fue escrita con pequeñas huellas impresas sobre la blanda sabana de nieve que cubrió la campiña la noche del 7 de febrero, alrededor de las once de la noche. En algún momento, entre el fin de la nevada y el alba del día siguiente, Devonshire había hospedado a un visitante misterioso, algo que había corrido o saltado sobre setos y campos, sobre muros y techos, dejando una línea continua de miles de huellas que marcaron su paso.<br />¿Quién era ese ser que podía trepar tan ágilmente sobre las paredes y los tejados mientras dormían los habitantes?<br />¿De donde vino y hacia donde fue?<br />Su procedencia permanece en el misterio, pero el rumbo hacia donde fue quedo inscrito en la nieve: desde Topsham y Bicton al norte, hasta Dawles y Totnes al sur.<br />O sea una distancia de más de cien millas.<br />El primero en descubrir los rastros parece haber sido un panadero de Topsham. Encontró las extrañas huellas que llegaban hasta la puerta del pequeño comercio.<br />Pocos pasos antes de la puerta, el rastro giraba repentinamente, hacia la derecha, dirigiéndose hacia una pared de ladrillos, de cinco pies de altura. El panadero, intrigado, pudo observar que las mismas huellas continuaban sobre la blanda superficie de la nieve que cubría la parte superior de la pared.<br />Lo singular del descubrimiento no alarmó al panadero, pero si a los demás miembros de esa comunidad.<br />Hacia el atardecer, toda la región estaba en armas, porque eran muchos los vecinos que atribuían esas huellas al mismo diablo. Pequeñas huellas, como de pezuña, distantes unas de otras exactamente ocho pulgadas, desde Exmouth a través de los campos helados y tejados, hasta la bahía próxima a Powederham Castle, para reaparecer al otro lado de la bahía y continuar hasta Totnes, varias millas al sur.<br />¿Qué explicación podía darse a esas huellas sobre la nieve?<br />En primer término tenemos que revisar qué hay que explicar: una línea clara y excepcionalmente definida, de marcas espaciadas, halladas en las techumbres de las casas, muros y jardines cerrados, a los dos lados de un estuario de tres kilómetros de ancho y en lugares distantes 30 kilómetros entre si, y los cuales, calculando su recorrido total, alcanzaban unos 160 kilómetros.<br />Toda suerte de animales fueron invocados como autores de las marcas diabólicas: cisnes, grullas, avutardas, nutrias, ratas, liebres y tejones. No es necesario insistir que ninguna de tales criaturas aportó solución plausible.<br />Los pájaros no dejan marcas de cascos, ni huellas que remueven la nieve tan claramente como “impresas por un hierro al rojo”. Si se escogía un mamífero como autor de las huellas, ¿Cómo explicar estas a través de los techos de las casas y en el remate de los altos muros, todas en una sola línea y exactamente espaciadas?<br />Hay un simple argumento contra todas las explicaciones de que las huellas fueron dejadas por animales comunes o por aves. Las marcas dejadas por animales comunes o por aves. Las marcas dejadas por estos especimenes, eran perfectamente conocidas de los habitantes de Devan, y si aquéllas hubiesen sido en algo parecidas a las de esos animales, nadie habría dudado ni un instante sobre su procedencia.<br />El London Times y otros diarios dedicaron buena parte de sus columnas a informar acerca del raro suceso de la huella de Devonshire. ¿Los “monstruos” extraídos de las costas de Canvey Island, en 1953 y 1954, podrían ofrecer una clave? ¿Es posible que esos “monstruos” tuvieran relación con el misterio de las huellas de Devonshire de cien años antes Veamos que ocurrió.<br /><br /><strong>LO GROTESCO EN LA ARENA</strong><br /><br />Frank Edwards, investigador americano hasta cierto punto discípulo del increíbles Charles Fort (de quien hablaremos mas adelante), relacionó el asunto de las “huellas del diablo” con la aparición, en la década del 50, de seres grotescos en la región de Canvey Island.<br />De acuerdo con Edwads, los sucesos pueden establecerse, cronológicamente, de la siguiente manera:<br />Los vecinos de Canvey Island nunca habían visto nada semejante.<br />Sacaron al “animal” de las aguas poco profundas de la playa, lo cubrieron de algas y corrieron en busca de las autoridades.<br />Las autoridades, a su vez, también solicitaron ayuda, y el gobierno británico encomendó el asunto a dos zoólogos competentes. Estos observaron detenidamente al “animal”, lo fotografiaron y terminaron declarando que no se parecía a nada que hubiesen visto antes.<br />Tenia la apariencia de un animal marino, pero también extremidades superiores e inferiores, dispuestas de tal manera que, si quería, podía caminar.<br />En posición vertical alcanzaba unos dos pies de alto.<br />Su piel era gruesa y rojiza, la cabeza pulposa y los ojos saltones.<br />Los investigadores tomaron medidas, fotografiaron y se fueron. Dieron el asunto por terminado. Se fueron sin decir nada.<br />Si esos señores creían-afirma Edwards- que con tan simple procedimiento podían dar por definitivamente terminado el enigma de Cavey Island, no contaban con los hechos. Porque el caso no terminó allí…<br />El 11 de agosto de 1954, el reverendo Joseph Oversa caminaba por la playa de Canvey Island, a un par de millas del lugar donde había aparecido el extraño animal, cuando el también descubrió un grotesco esqueleto que flotaba en una charca dejada por la alta marea. El buen hombre lo observó un instante e hizo llamar a la policía por un muchacho de su parroquia. Los gendarmes sacaron el esqueleto del agua y volvieron a llamar a los expertos.<br />Ya dijimos que el anterior animal media unos dos pies (dos pies y medio según algunas versiones). Este otro alcanzaba unos cuatro pies, pesaba unas veinticinco libras y se hallaba en buenas condiciones para ser examinado.<br />El informe que los perplejos científicos elevaron al gobierno británico establecía que el animal tenia dos grandes ojos, orificios nasales y una enorme boca con dientes fuertes y afilados.<br />También poseía branquias, pero en lugar de estar recubiertas por escamas, lo estaban por una piel rosada que, según dijeron los investigadores, era tan dura como la piel de un cerdo.<br />Quizás lo más curioso de todo era que este animal, lo mismo que el de la vez anterior, tenia dos piernas cortas con pies perfectos, terminados en cinco pequeños dedos dispuestos en forma de U, y un arco cóncavo.<br />Se ignora si la ciencia fue capaz de identificar alguna vez estos monstruos, porque el informe presentado nunca se conoció.<br />¿Es posible que estos animales, llegados de alguna parte, tuvieran relación con las huellas del diablo? O, más bien, ¿complican aun más el misterio? ¿En que archivo yacerá olvidado el dossier de este enigma sin explicación?Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-73152183393973841642010-06-08T13:22:00.000-07:002010-06-08T13:43:03.442-07:00EL MONSTRUO DE ISABELA DE SAGUA<strong>Interesante relato de un suceso en la Provincia de Las Villas, Cuba, en 1984. El autor firma con las iniciales PST.</strong><br /><br />A pesar de estar acostumbrado a todas las sorpresas y caprichos de la naturaleza, sobre todo en lo que se ha dado a llamar criptozoología" (en relación con la "rare faune"), me he quedado desconcertado en mi caso más reciente por algo que aún no puedo explicar.<br /> <br />Quizás en tiempos posteriores a esta publicación alguien me lo explique pero no por el momento, pues ni los más osados lobos de mar me han dado una explicación a este fenómeno.<br /> <br />Recientemente (1984) se presentó en mi casa un individuo con una “moto sidecar” para recogerme porque le habían dicho en la Isabela que quizás yo podría identificar algo que allí había aparecido y que ningún pescador había visto nunca. Con urgencia recogí todas mis claves taxonómicas relacionadas con especies marinas y partimos con velocidad por toda la carretera. Por el camino interrogué al amigo que conducía la moto con el objetivo de ir aproximando un orden o familia a la especie que identificaría pero el amigo solo me decía que “se parecía a una babosa gigante mezclada con manta o raya”. Con estos datos solo se me ocurría la creación de un nuevo orden y pensé que quizás la descripción no era la adecuada, pero al llegar al sitio me convencí que sus detalles habían sido exactos y que hasta ahí llegaba mi zoología.<br /><br />Una enorme muchedumbre se concentraba en la calle para pasar a ver la criatura que había aparecido esa la mañana junto a la costa de Isabela de Sagua, esta era su noticia del día y gran parte del pueblo allí se conglomeraba, excelente pretexto para esquivar la monotonía de sus actividades diarias. <br />Avanzando en medio del tumulto nos aproximamos a una mesa sobre la cual había una batea o platón metálico con agua de mar y una “cosa que allí flotaba”. No podía creer lo que estaba viendo !aquello no se me parecía a nada!, y los pescadores triunfales miraban a mi cara desconcertada; ¡si ellos que eran lobos de mar no lo habían identificado, cómo yo lo iba a hacer!. Una extraña criatura carnosa con perfecta simetría escapaba a toda lógica. Meneé la cabeza de forma negativa y les dije: -“esto no existe”; a lo que todo el mundo rió. Mi asombro era tal que no me daba cuenta que mi boca estaba abierta mientras trataba de ubicar en mi mente una posible sistemática para aquel “bicho”, como todos le llamaban.<br /><br />Se trataba de una forma central alargada en forma de gusano o molusco pero con dos “aletas” que le daban una impresión de raya; sobre su cuerpo ( y entre las dos “aletas”) una bolsa gelatinosa, y sobre su cabeza dos “orejitas”; más atrás en su “cuello” dos apéndices filamentosos de unos 6 milímetros.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsKYf6KA-0K_ve6KaC4htKj6G1walKlylBeCtr9ZsNOd44Bk5Y22HRSb1ovIAZy9pxtH_x1trpGX4WyWI-9rgMu7zEKDvEQ-RUFojgLEwJrUFUHnNL_RsBk1lgxZaU04yk3sl2cg4Ui-Q/s1600/tt-Monstruo_de_Isabela.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 326px; height: 265px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsKYf6KA-0K_ve6KaC4htKj6G1walKlylBeCtr9ZsNOd44Bk5Y22HRSb1ovIAZy9pxtH_x1trpGX4WyWI-9rgMu7zEKDvEQ-RUFojgLEwJrUFUHnNL_RsBk1lgxZaU04yk3sl2cg4Ui-Q/s400/tt-Monstruo_de_Isabela.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5480501936778368722" /></a><br /><br />Les informé a las autoridades presentes que mi conclusión era la siguiente: “Esto no es una especie conocida, al menos no existe ninguna clave de animales marinos que la identifique; pero además quizás se trate de alguna deformación fetal o malformación de otra especie adulta. Tengo que llevármela y les mandaré los resultados cuando la estudiemos con más detalles. Para mi suerte todos accedieron entregarme el ejemplar y en estos momentos que escribo lo tengo en un pomo con formol ante mis ojos sobre mi escritorio.<br /><br />Al regresar a casa estuve toda la tarde midiendo y detallando al monstruo de Isabela y me llevé otra gran sorpresa: no existe ninguna ranura u orificio corporal en todo su cuerpo, es decir no presenta boca, ojos, oídos, orificios nasales, genitales, ni ano. Lo que pudiera parecer “orejas” son dos simples apéndices planos sin función aparente y su región frontal no muestra vestigios o relieves de algún órgano o sentido atrofiado. Su color general es carmelitoso, y al tacto su conformación es suave gelatinosa como la de un molusco. He podido comprobar por extracciones con jeringuilla que la bolsa de su lomo contiene una especie de tinta azul muy oscura, pero he decidido no hacer ninguna incisión hasta poderlo examinar con especialistas presentes.<br /><br />El estudio ha concluido; por el momento guardaré el pomo que contiene al “Monstruo de Isabela” en un rincón de mi casa para desempolvarlo cuando la ocasión lo amerite, pues, otras aventuras nos reclaman…<br />PST (1984)<br /><br /><strong>El artículo fue extraído de:</strong><br /><br /><a href="http://isabeladesagua.blogspot.com/2008/10/el-monstruo-de-isabela-de-sagua.html">http://isabeladesagua.blogspot.com/2008/10/el-monstruo-de-isabela-de-sagua.html</a><br /><br /><strong>Información sobre Isabela de Sagua, Provincia de Las Villas, Cuba.</strong><br /><br /><a href="http://isabeladesagua.tripod.com/">http://isabeladesagua.tripod.com/</a><br /><br /><a href="http://www.guije.com/pueblo/avillas/index.htm">http://www.guije.com/pueblo/avillas/index.htm</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-65394179982350988282010-05-27T15:16:00.000-07:002010-05-27T15:30:18.513-07:00UN RELATO APASIONANTECuando leí este relato, quedé impresionado.<br />Por dos cosas. Primero, el extraordinario suceso que aquí nos es contado por quien lo vivió en forma directa.<br />Y segundo, y tan importante como lo anterior, sino más, por la forma en que esta historia nos es contada.<br />Damian Mast, el autor de este apasionante texto, no es escritor, si no científico.<br />Nació en Rosario, Argentina, en 1973. A los veintitrés se fue a estudiar a Córdoba, donde pasó doce años. De allí saltó a Palma de Mallorca a vivir dos años que difícilmente borrará de su memoria. Actualmente vive en Granada y trabaja como Astrónomo en el Observatorio de Calar Alto. <br />Con una cuota de humildad e ironía, Damian termina su reseña biográfica con estas palabras: Mañana nunca se sabe.<br />Hace unos pocos días nos regaló con estos recuerdos de un fenómeno inquietante.<br />Y muy bien escrito, por cierto.<br />Espero que lo disfruten.<br /><br /><br /><strong>Y SI DEJARAN DE HABITAR NUESTROS SUEÑOS</strong><br /><br />Ocurrió durante unas vacaciones en San Bernardo, donde fuimos con mi hermano Gastón y otros dos amigos, hace casi veinte años.<br />Por aquella época, San Bernardo era el destino obligado de la costa atlántica argentina para un grupo de adolescentes como nosotros. Se acostumbraba a viajar en grupos y, una vez en el lugar, se recorrían las inmobiliarias buscando cualquier techo para alquilar. Después de mucho caminar, encontramos una que nos ofreció un departamento a tres cuadras del mar, en un tercer piso.<br />El departamento tenía dos dormitorios, con una cama de matrimonio en la habitación y un futón en el living. El agente nos enseñó todo y, antes de retirarse recordó:<br />—Ah, el baúl. El baúl —dijo, giró sobre sus talones y apuntó con fuerza a un rincón donde descansaba un viejo baúl de madera, de metro y medio de ancho por uno de alto—. En ese baúl están guardadas las cosas de los dueños de casa. Por favor —juntó ambas manos en señal de plegaria y nos dirigió una mirada a cada uno de nosotros—, les pido encarecidamente que no les toquen nada.<br />—Quédese tranquilo, señor. Cuando vuelvan les va a parecer que por aquí no pasó nadie. <br />—Confío en ustedes. Parecen buenos chicos —nos dijo casi con resignación, dio media vuelta y salió a paso firme. <br />Estoy seguro de que la puerta aún no se había cerrado detrás del señor de la inmobiliaria, cuando los cuatro, al unísono y sin mediar acuerdo, nos abalanzamos sobre el baúl.<br />Para nuestra sorpresa —o no tanto, en realidad—, los dueños de casa no tenían la misma confianza que el de la inmobiliaria. El baúl en cuestión tenía un candado del tamaño de un puño. Si a los diecisiete años un candado te detiene, ya te puedo ir describiendo tu vida adulta sin necesidad de una baraja del tarot. <br />Los primeros intentos fueron con las distintas funciones de mi cortaplumas. Probamos hasta con el sacacorchos. Nada. El candado se resistía. Del cajón de la cocina, mi amigo Sergio trajo un cuchillo de punta fina y un destornillador viejo. Mientras yo intentaba hacer girar la cerradura del candado con el cuchillo, Sergio investigaba los goznes del baúl con el destornillador.<br />—Pará, boludo —le dije—. ¿Mirá si después no lo podemos volver a armar?<br />Dejé de forcejear la cerradura y me detuve un segundo a pensar dónde podría encontrar una herramienta más idónea. Además necesitaríamos más luz. Ese rincón era muy oscuro. <br />—Si tan sólo pudiésemos empujar el baúl hasta la habitación —les dije calculando la distancia que nos separaba de la puerta del cuarto—, sería más fácil. <br />Levanté la vista hacia Aníbal y mi hermano buscando respuesta, y éstos estaban atónitos mirando a mi espalda. Giré y me encontré con Sergio alzando sin el más mínimo esfuerzo el baúl. Alzó los hombros y dijo:<br />—Este baúl está completamente vacío.<br />En el momento de bajarlo y dejarlo nuevamente en el piso, la leve inclinación que provocó el apoyar una de las esquinas primero que la otra, mostró que no era cierto. Un objeto pequeño rodó dentro del baúl. Sergio lo levantó y lo fue inclinando hacia todos lados haciendo que el extraño objeto, que no debía de medir más de un par de centímetros y que a juzgar por la suavidad con la que rodaba debía tener forma esférica, se deslizara de un extremo del baúl al otro. Volvió a dejar el baúl en su lugar. <br />Seguimos recorriendo la casa, ajenos al baúl, y de pronto dije, no sé muy bien por qué:<br />—Esperemos que el baúl sea para proteger la cosita que está ahí adentro, de los inquilinos. Y no al revés.<br />Otra cosa que me extrañó de entrada, es que en todas las paredes de la casa había uno o dos candelabros pequeños, con cera derretida como si hubiesen sido utilizados infinidad de veces. En un departamento moderno como aquél, porque si bien estaba totalmente desnudo de decorado y no tenía casi muebles, el edificio no debía de tener más de diez años, tanto candelabro desentonaba. No le daba un toque macabro al lugar sino más bien de mal gusto. Lo relacioné con la cantidad de cortes de luz que estábamos padeciendo en el país por aquella época, que supuse podrían ser más frecuentes en un pueblo de veraneo. <br />El dormitorio no tenía absolutamente nada más allá de la cama y dos mesitas de noche. En realidad, quizá producto de un arranque de pasión decorativa del dueño de casa, había un pequeño cuadrito rectangular, de unos treinta centímetros, colgado sobre la cabecera de la cama. Parecía, si no fuese por el marco de madera, el arte de un niño de seis años. Unas montañas marrones, un cielo celeste y medio sol asomando por detrás de las montañas. Un amanecer. O un ocaso. Una buena alternativa a lo del vaso medio lleno o medio vacío. Al pie del dibujo, con letras negras de caligrafía nada cuidada, decía —o sentenciaba, mejor dicho—: “Nos encontraremos en el infierno”. En el renglón siguiente, a modo de firma, la palabra Apocalipsis seguida de dos números supongo que de versículo. No se molesten en buscar en la Biblia. Lo he hecho y esta frase no aparece por ningún lado. <br />Recuerdo que, ante tan desagradable cuadro, agradecí que estuviese justo sobre la cabecera de la cama, así uno no tenía que dormir mirando esa siniestra muestra de arte. Me tiré sobre la cama para probar el colchón, y al recostarme cruzando mis manos detrás de la nuca, descubrí mi reflejo en la otra pared. Con la cabeza apoyada en la almohada, el paisaje se reducía a un espejo de marco dorado donde aparecía un empapelado color crema con un cuadro justo en el centro. El efecto perturbador de leer la apócrifa cita bíblica al revés y entender su significado, poseía un morboso magnetismo que hacía muy difícil no reparar en el reflejo. Quizá fue ese mismo magnetismo el que hizo que a ninguno se le cruzara por la cabeza retirar el cuadro durante los quince días que pasamos allí. Ni siquiera después de lo que ocurrió esa madrugada. <br />Estaba claro que los dueños de aquella casa no eran gente muy normal. Como si el cuadro, los candelabros y el baúl no fuesen suficiente excentricidad, los cajones de las mesitas de noche estaban llenas de plumas de colores. Plumas blancas, verdes, negras, grises. No soy ningún experto en aves, pero había de muchas especies diferentes. Se me hacía muy difícil imaginar a una pareja, en el lecho conyugal, intercambiando las plumas que habían conseguido ese día, como quien relata las vicisitudes laborales de un duro día de oficina. <br />Regresamos al departamento poco después de las dos de la mañana. Ya habíamos pasado toda la tarde bajo el sol, habíamos recorrido de punta a punta varias veces la peatonal, saludando chicas que nos ignoraban con trabajada indiferencia, y habíamos comido las pizzas más baratas del pueblo. El cansancio del viaje también hacía sentir su peso, así que decidimos que por ser el primer día, ya podíamos irnos a dormir. Considerando el vínculo de sangre y esa necesidad adolescente de reafirmar la virilidad hasta en la forma de rascarse, se decidió por unanimidad que mi hermano y yo durmiésemos en la cama doble del cuarto. Gastón se colocó el walkman que le ayudaban a conciliar el sueño y se durmió. Yo me acosté a su derecha y cerré los ojos. Esa primera noche fue la única vez —me doy cuenta ahora— que no reparé en el reflejo del espejo. <br />Desperté en medio de la noche. Esos despertares tranquilos, nada traumáticos, donde uno simplemente abre los ojos y se queda allí, cómodo en la cama, sin siquiera cambiar de posición o estirarse. Me encontraba mirando hacia la pared, dándole la espalda a mi hermano. Podía escuchar, casi como un susurro, la música que salía de su walkman. Nunca los apagaba, obviamente, ya que de ser así no cumplirían su función narcótica. En cierta forma lo envidiaba porque las pocas veces que había querido hacer lo mismo, me despertaba sobresaltado con el estrépito del fin de la cinta. Así que traté de aprovechar el rumor que me llegaba de su aparato para volver a dormir. Eran los Guns n’ Roses tocando Sweet Child O’ Mine. La guitarra de Slash me siguía acompañando cuando giré y me puse boca arriba. En esa posición, vi por el rabillo del ojo a mi hermano en cuatro patas sobre la cama. <br />Recuerdo que lo primero que pensé, todavía con la vista clavada en el techo, fue que mi hermano podía estar descompuesto. Giré mi cabeza para decirle la mala idea que habíamos tenido al buscar la pizza más barata de la zona, y descubrí que él continuaba durmiendo sereno boca arriba. Los Guns N’ Roses seguían tocando desde sus walkman pero ya no pude registrar el tema. Lo que inicialmente supuse que era Gastón en cuatro patas, resultó ser un ser flaco como un árbol de ramas secas, con un traje negro —si acaso no era su misma piel— totalmente adherida al cuerpo. Al llegar al cuello, el traje negro terminaba y daba lugar a una cabeza blanca, con pelo blanco de corte casi militar. Por estas características fue que más tarde lo bautizamos El Albino. <br />Quedé congelado mirando como este ser a horcajadas de mi hermano, pero sin tocarlo, mantenía sus brazos extendidos a ambos lados de su cabeza, sobre la almohada. Pude sentir la respiración acompasada de Gastón y cómo, lentamente, El Albino iba flexionando sus brazos acercando su rostro al de él. A medida que se agachaba, comenzó a abrir su boca. La abrió completamente hasta el límite humano, y luego, continuó abriéndola todavía más como si fuesen las fauces de una bestia hambrienta. Noté que sus rodillas flexionadas llegaban casi hasta el pie de la cama, por lo que El Albino debía medir casi tres metros. <br />Cuando no hubo más de un puño de separación entre la quijada obscenamente abierta y la cabeza de Gastón, mientras el pecho del Albino parecía mecerse buscando el ritmo de la respiración de mi hermano, como ávido de su aliento, la criatura reparó en mí. <br />Giró bruscamente su cabeza y me miró. Si estaba empezando a recuperar mi motricidad, de repente mi cuerpo se contrajo y paralizó ante unos ojos abismalmente negros. El rostro blanco, las cejas blancas, y esos huecos negros sin pupilas, circundando la caverna negra en que se había convertido su boca, mostraban —pude sentirlo— cierta sorpresa. Era El Grito de Munch mirándome fijamente. Recuperé el control de mis brazos y sólo atiné a cubrirme el rostro con una mano y extender la otra hacia El Albino, como para apartarlo de mí. Lejos de tocarlo, pude ver entre los dedos de la mano con la que me tapaba la cara, como mi brazo lo atravesaba. Por un instante observé mis dedos extendidos detrás de su cabeza traslúcida. Cerré los ojos, sentí que estaba recuperando el control de mis músculos y solté el grito que estaba atorado en mi garganta. Un grito suave, in crescendo, como quien se saca arañas del regazo. Suficiente para que mi hermano despertase aturdido preguntándome qué pasaba. <br />Traté de explicarle con ademanes y detalles, sin poder contener mi excitación, la criatura que había tenido encima hacía unos segundos, pero no logré convencerlo. Tuviste una pesadilla, dormite, me dijo, me dije, me tapé, cerré los ojos y me dormí. <br />Hoy me sigo preguntando cómo fui capaz de dormir plácidamente toda la noche, si realmente vi lo que vi. Esto apoya la hipótesis de la pesadilla y todos tranquilos y cuerdos. Pero también pienso qué mecanismo mental interno —o quizá externo— nos mantiene mentalmente a salvo de este tipo de fracturas de paradigmas. Lo trato ahora de relacionar con los PMT (Paquetes de Memoria Thanáticos) que acabo de aprender. <br />Baudelaire decía: “La mejor treta del Diablo, es la de convencernos de que no existe”. Tal vez estemos rodeados de criaturas extrañas. Quizá estemos compartiendo este universo con otros seres cuya protección sea —vaya uno a saber mediante qué rebuscados mecanismos— que sigamos convencidos de que sólo habitan nuestros sueños. <br /> <br /> Damián Mast<br /> damianmast@gmail.comUnknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-14483038125711945472009-10-05T02:32:00.000-07:002009-10-05T02:51:05.967-07:00UNA HISTORIA ESCAMADA Y ALGO VERDOSAUna vez, hace de esto un cierto tiempo, quizás fuera en el año 2007, en la provincia de Entre Ríos, y mas precisamente en la ciudad de Victoria, alguien me contó una historia fuera de lo común.<br />Una tarde, mientras pescaban en el río, desde la zona donde se encuentra el camping, la dueña de este y algunos empleados, ya no recuerdo si dos o tres personas mas aparte de ella, vieron salir de las aguas a un ser extraño.<br />Venía caminando tranquilamente sobre el lecho del río, y así fue asomando su figura sobre el borde del agua.<br />Quienes vieron el espectáculo se escondieron para seguir observando, dado que no solamente llamaba la atención la forma poco habitual con la que este personaje se movía en el agua, pues no nadaba o flotaba de alguna manera. Simplemente caminaba por el lecho del río.<br />Lo que produjo un horror bastante notable en los observadores fue ciertamente el aspecto de la criatura.<br />Era, según cuentan que contaron, una especie de persona, es decir, alguien con dos brazos, dos piernas, un tronco y la cabeza coronando al conjunto. Y un andar humano, sobre sus dos piernas.<br />Solo que su aspecto era algo repulsivo, su piel verdosa y como con escamas o placas, sus manos como palmas, su cara como la de una especie de lagarto de rasgos humanoides.<br />Lo que no era muy claro, al menos a mi no me quedó claro, fue si el ser en cuestión llevaba algún tipo de ropaje o no. En realidad ni se me ocurrió preguntar por este detalle, tan impresionado me tenia el relato.<br />No se por que, pero lo imagino sin ningún tipo de vestimenta cubriéndolo, será porque todavía mis prejuicios atávicos me niegan por momentos la posibilidad de imaginar a aquel ser como algo diferente de un animal. Claro que aquí también corresponde que me interrogue sobre el hecho de que estoy dispuesto a pensar en este ser como un animal, por lo tanto desnudo, como si un humano no pudiese presentarse de esa manera en publico, sobre todo si está ocupado en esos momentos en dar un paseo pedestre por el fondo de un río.<br />Así es que, de acuerdo al relato que me hacían aquella tarde ya lejana, este ser terminó de salir del agua, y sin darse cuenta de que era observado, o quizás, tiendo a pensar, sin prestar la mas mínima atención a los observadores humanos presumiblemente escondidos detrás de algunos árboles, simplemente se sentó a mirar el río.<br />Así estuvo unos momentos hasta que decidió volver por donde había llegado, hundiéndose en las aguas caminando calmamente.<br />El relato termina con una decisión fulminante de la buena mujer dueña del camping. Vendió todo y se fue de Victoria. <br />Según me dijeron, actualmente tiene una ferretería en Paraná.<br />Debo decir que en esta historia hay dos vertientes posibles. Una es la que acabo de relatar.<br />Otra es la que ubica como testigo involuntaria del fenómeno una señora de la región de Victoria, dueña de una estancia en las cercanías, que no vendió su propiedad y que sigue viviendo en la zona.<br />Por ultimo, y como podrán fácilmente imaginar, en mi relato hay una serie de impresiciones, pero el núcleo es exactamente igual a la historia que escuché.<br />En realidad, poco me importa cual fuera el verdadero origen de esta.<br />La señora que huyó a Paraná, o la otra que retornó a su estancia.<br />Lo que queda es la historia en si.<br />Es este ser extraño y lleno de misterio, que traía a cuestas esa virtud sospechosa de despertar ancestrales miedos y antiquísimos resentimientos, el eje del tema.<br />En cuanto a el, no parecía, en ninguna de las dos vertientes del relato, ni maligno ni agresivo.<br />Simplemente su comportamiento fue de una absoluta y soberana indiferencia.<br /> <br /><br /><br /> Halle<br /> 2 de octubre de 2009Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-66584711679456357602009-06-17T19:13:00.000-07:002011-11-18T09:39:35.616-08:00OLEADA BELGA-OBJETOS AMORFOSActualmente existen gran cantidad de fotos y filmaciones en video de extraños objetos, en general blancos o blanquecinos, amorfos y cambiantes, que circulan por los cielos de distintas regiones de Argentina.<br />En el libro que editó en 1991 la SOBEPS, (Sociedad Belga Para El Estudio de Fenómenos Espaciales), titulado OLEADA OVNI SOBRE BELGICA-UN DOSSIER EXCEPCIONAL,<br />Aparece tratado un caso que hace pensar en este fenómeno de la Argentina de nuestros días.<br />El libro esta editado en francés, y es un compendio riquísimo y, creo yo, no muy conocido, de los eventos extraordinarios de aquellos años en este país.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhXZYsxBhBHfynO8X1htK8deVw3e-Sjpt6hSCT1fScqv3VpjvhWTPQhb1Pv-P4Pu3CCUFTZ5BoM510l8_cj6ZI_D8Z7bjD5hAD09A3aLh80skwSLUmLlpoJHYEWLJQTx6qy82zGUv-djk/s1600-h/libro+sobeps+copie.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 268px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhXZYsxBhBHfynO8X1htK8deVw3e-Sjpt6hSCT1fScqv3VpjvhWTPQhb1Pv-P4Pu3CCUFTZ5BoM510l8_cj6ZI_D8Z7bjD5hAD09A3aLh80skwSLUmLlpoJHYEWLJQTx6qy82zGUv-djk/s400/libro+sobeps+copie.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5348485701305021954" /></a><br /><br />El tramo del documento que trata sobre este fenómeno en particular lleva este titulo:<br /><br />MOIGNELE-SAMBREVILLE (PROVINCIA DE NAMUR), ENTRE EL 13 Y EL 17 DE AGOSTO 1990: CUATRO NEGATIVOS COLOR 24X36 MM, 200 ASA.<br /><br />Antes de abordar otros documentos mas desarrollados, veamos aquí las ultimas fotografías que nos llegaron en momentos en que estamos redactando esta obra (Oleada Ovni sobre Bélgica-Un dossier excepcional –N/T),y que presenta probablemente algunas similitudes con la precedente.<br />David T, de 15 años y medio de edad en ese momento estaba en el jardín del domicilio de sus abuelos, aproximadamente a las 22h 30.El cielo estaba claro, sin viento, y la temperatura de templada en esa noche de verano.<br />Conversaba con un vecino, cuando observa a aproximadamente 40º grados de elevación una forma de color blanco amarillento “estacionario pero no inmóvil” (mas tarde, el precisaría que la “cosa” estaba animada de un movimiento de rotación de la izquierda hacia la derecha, sin moverse del lugar). Esto se encontraba en el cielo, al este; la altura y la dimensión del fenómeno no pudieron estimarse, pero los testigos tuvieron el sentimiento de que estaba bastante alejado.<br />David llamo inmediatamente a su abuelo el señor Marcel T., que rápidamente subió al primer piso de la vivienda para traer un aparato fotográfico, equipado de un objetivo de 50 mm que deja en las manos de su nieto.<br />Durante ese corto lapso de tiempo (menos de un minuto), el fenómeno se había “apagado” un primera vez, para reaparecer un poco mas a la izquierda.<br />Cuatro fotografías fuero tomadas sucesivamente, el tiempo necesario para que el flash se recargue (mas o menos 4 segundos) y durante una treintena de segundos en total.<br />Mientras tanto, el fenómeno se “apago” una segunda y una tercera vez, para “prenderse” cada vez mas a la izquierda.<br />Desapareció súbitamente en el lugar y definitivamente.<br /><br />Nuestros encuestadores, Gerard Grède y Denis Moinil, tuvieron varias entrevistas con los testigos y garantizaron la perfecta credibilidad y buena fe.<br />Denis Moinil, que es fotógrafo profesional, examino atentamente los negativos originales y realizo diversos test y reconstituciones en el lugar. En favor de la autenticidad de los documentos, el avanza los siguientes argumentos, que deben excluir que nos encontramos confrontados con un trucaje o un error al poner en escena “alguna cosa” (¿?) de pequeño tamaño delante del objetivo.<br />1º- El enfoque fue hecho en infinito, el sujeto estaba ciertamente a mas de 20 metros. Esto se nota por el primer plano “flou”: el cerco a diez metros del testigo, barreras, cerramientos y un hilo atraviesan horizontalmente el documento, había sido puesto allí para jugar al bádminton.<br />2º-Estos últimos elementos aparecen desdoblados por causa del flash (sincronizado 1/30 s)<br />3º- El fenómeno luminoso (o las “esferas” que parecen constituirlo) están netamente iluminadas <em>lateralmente</em>, lo que no hubiera sido posible si el flash la hubiera alcanzado, y por lo tanto, si hubiera estado cerca del aparato.<br />Por el momento lo dejamos aquí en espera de trabajos ulteriores.<br /><br />Hasta aquí el texto de la Sobeps.<br />Aquí reproduzco todas las fotos de este caso que fueron publicadas en el libro.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G7OJhYllWNfZXJW4jBcH-pkVQ32JrU7Nhne4tl69cs9Br9iqTM2XmC6OQ2cnQtTIJ56nsPmjq57eWxGRcdsW7aMmaMCVb8JcBEdxQMGUMa5-G2qsgn8MxgMQMwpM1Bo1bClhKvXfc9s/s1600-h/FOTO+2+SOBEPS.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 230px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G7OJhYllWNfZXJW4jBcH-pkVQ32JrU7Nhne4tl69cs9Br9iqTM2XmC6OQ2cnQtTIJ56nsPmjq57eWxGRcdsW7aMmaMCVb8JcBEdxQMGUMa5-G2qsgn8MxgMQMwpM1Bo1bClhKvXfc9s/s400/FOTO+2+SOBEPS.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5348486341416322498" /></a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhez-kswu-2x2GCzgodoN76AJYeE2JMacnBQ4soH6LH6nM0Mn0cCk8vVUYpanSZO5nA7lhKj4J4UnSwcNAiBot9m9v4GNFC6fk3SwEIjm2Lnvlr5z8FVXtzs7TLT32rIzCneNmU1bnQWLA/s1600-h/FOTO+1+SOBEPS.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 242px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhez-kswu-2x2GCzgodoN76AJYeE2JMacnBQ4soH6LH6nM0Mn0cCk8vVUYpanSZO5nA7lhKj4J4UnSwcNAiBot9m9v4GNFC6fk3SwEIjm2Lnvlr5z8FVXtzs7TLT32rIzCneNmU1bnQWLA/s400/FOTO+1+SOBEPS.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5348486631829910546" /></a><br /><br />Un cordial saludo.<br />Héctor.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-73045546212061350712009-05-24T10:33:00.000-07:002009-05-24T10:37:20.029-07:00El Holograma, Modelo del UniversoEn 1947, Dennis Gabor describió el principio del Holograma usando el cálculo diferencial y el cálculo integral de Leibniz, lo que no es un azar pues el holograma nos hace recordar la Mónada del mismo Leibniz. Gabor lo denominó "holograma" combinando los vocablos griegos "holo" (total) y "grama" (imagen o mensaje). El inconveniente que tuvo el investigador para completar su tarea fue la imposibilidad de hallar la fuente adecuada de luz para sus experimentos. El láser aún no había sido descubierto. Recién en 1965, gracias a la invención reciente del rayo láser, Emmeth Keith y Juris Upatnicks pudieron realizar lo que Gabor dejó en teoría. De todas maneras, Gabor recibió en 1971 el Premio Nobel de Física por sus investigaciones a este respecto.<br /><br />Podríamos definir el holograma de la siguiente manera:<br /><br />"El holograma es una fotografía tridimensional realizada sin lente, es decir, sin focalización. Una emulsión fotográfica es iluminada simultáneamente por dos haces luminosos proviniendo de una misma fuente luminosa coherente (láser), la una en forma directa, la otra pasando por un objeto al que ilumina y que luego lo difracta. Los dos trayectos de onda forman napas estacionarias de interferencia sobre la placa emulsionada creando un patrón microscópico que se registra y que contiene toda la información tridimensional del objeto. Cuando se ilumina la placa así impresionada, se obtiene una imagen flotante en el espacio que puede ser inspeccionada a su alrededor desde todos los ángulos posibles. El holograma tiene de particular que, a partir de un fragmento de la placa, es posible reproducir la imagen total del objeto. El Todo está entonces presente en la parte. "<br /><br />Sobre la placa emulsionada, el registro holográfico aparece ante nuestros ojos como un esquema de ondulaciones totalmente desprovisto de sentido, hasta que es contactado por un rayo de luz coherente que reproduce la imagen con toda la similitud de vida que le dan las tres dimensiones.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQdV4cD5-PcZvTMvDn0pAv2Q2yJGt14-hAgpb2BjC1Q8QNr2sW71hZKFGZgHJzllPjl2WE9YflhdVgAR-HmR5B_YrbhYn9k3mwGF2UhDYkr4kzOOPsRyisG_xOCUlQg7fQpOx3sw_eiNA/s1600-h/ElHologramaModelodelU.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 388px; height: 340px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQdV4cD5-PcZvTMvDn0pAv2Q2yJGt14-hAgpb2BjC1Q8QNr2sW71hZKFGZgHJzllPjl2WE9YflhdVgAR-HmR5B_YrbhYn9k3mwGF2UhDYkr4kzOOPsRyisG_xOCUlQg7fQpOx3sw_eiNA/s400/ElHologramaModelodelU.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5339445255640230674" /></a><br /><br />Es importante destacar que el no uso de lentes hace que no haya "focalización" - preferencia, limitación - y esto es lo que permite que desde cualquier fragmento del holograma se pueda reconstruirlo en su totalidad. Insistimos sobre esto porque da origen a una reflexión fascinante sobre nuestra visión del universo. Desde que la ciencia merece su nombre, hemos percibido el macrocosmos (astronomía) y el microcosmos (química, física, biología) gracias a, y a través de, lentes. Ellos tienen por objeto hacer diverger o converger los rayos luminosos, en tanto que el haz de láser utilizado por la holografía permanece coherente. Al no haber ningún efecto de convergencia o divergencia, no hay focalización.<br /><br />A causa de lentes focalizantes, nuestra visión del universo ha estado constituida por la yuxtaposición de fragmentos de universo focalizados. Mientras más avanzaba la ciencia en los campos macrocósmicos y microcósmicos, más los sabios han intentado armonizar estos trocitos hiperespecializados, persiguiendo un sentido, una dirección que les fuera común. Las leyes de la naturaleza parecían contradecirse, se perdía el hilo, y la imagen de un demiurgo extravagante jugando a los dados con el universo le penaba a Einstein. La realidad de la Naturaleza se nos escapaba como perlas de mercurio faltas de un surco que asegurara la continuidad. Estamos perdidos a menos de recurrir a las filosofías orientales como Capra, o al inconsciente colectivo como Jung, o al holograma como Karl Pribam.<br /><br />Esta sed de los científicos por un "nuevo paradigma" que se les escapa todavía, manifiesta una búsqueda más vasta, una reacción contra la parcelación de la ciencia que deforma nuestro estudio del mundo, una tensión hacia la globalidad. Con el holograma, la movilización holística que ha carburado toda la inteligencia psico-cualquier cosa en los Estados Unidos hasta una fecha reciente, encuentra por fin una meta que sirva de cámara de aire hacia otro paradigma.<br /><br />Desde su aparición, los trabajos relacionados con este tema han suscitado en los diversos medios científicos una avalancha de reacciones positivas o críticas sobre la validez de estas teorías en relación a la emergencia del nuevo paradigma científico: el paradigma holonómico, fundado en la presencia del todo en la parte, en la interdependencia generalizada, en el rol de la coherencia.<br /><br />Karl Pribran, neurólogo y neurocirujano, postula lo siguiente: "Nuestro cerebro construye matemáticamente la realidad interpretando frecuencias que vienen de otra dimensión, dominio de realidad significante, primariamente arquetípica, que transciende el tiempo y el espacio. El cerebro es un holograma interpretando un universo holográfico".<br /><br />La física teórica ha demostrado que los eventos no pueden ser descritos en términos mecánicos en los niveles subatómicos. Una cantidad impresionante de investigaciones en diversos laboratorios atestigua que las estructuras cerebrales "ven", "oyen", "gustan", "sienten", y "tocan" por un análisis matemático extremadamente sofisticado de frecuencias temporales y/o espaciales. La inquietante propiedad común al holograma y al cerebro es la distribución de la información a través del sistema. Cada fragmento está codificado a fin de reproducir la información de todo el conjunto. Fue en 1966 cuando Pribam arribó a esta conclusión al enterarse del descubrimiento del holograma, al que vió de partida como el modelo según el cual el cerebro podía almacenar la memoria: "la imagen no está localizada sino dispersa en el sistema nervioso".<br /><br />Pero en 1970, lo obsesiona otro interrogante: si el cerebro transforma las secuencias viniendo "de alguna otra parte", de manera matemática, ¿que es lo que le permite "conocer" esos hologramas? ¿quién los interpreta? La respuesta: "¿Y si el mundo fuera el holograma? no se corporizó verdaderamente para Pribam hasta después de enterarse de una conferencia de un físico, David Bohm, en el que le parece que describe un "universo holográfico".<br /><br />Las implicaciones de la tesis de Pribam son, todavía, inconmensurables. Pero se puede inmediatamente considerar en relación con ella el dominio farfullante de lo que es llamado parapsicología (término que cada vez va pareciendo más impropio).<br /><br />Así los fenómenos de estados de consciencia alterados, que reflejan estados modificados del sistema nervioso, pueden ser considerados en lo sucesivo como debidos a un afinamiento con la matriz invisible que genera la realidad concreta (gracias a ese mismo sistema nervioso). Esto puede hacer posible la interacción con la realidad a un nivel primario, dando origen a la precognición, psicokinesis, sanaciones, distorsión de la duración del tiempo, aprendizaje ultra rápido, etc. Se piensa en las experiencias de "unidad con la consciencia cósmica", en las convicciones de que "la realidad ordinaria es una ilusión", en las descripciones de "un vacío paradojalmente lleno", todo esto confusamente descrito después de la meditación, de ejercicios diversos, o consumo de alucinógenos por los "cosmonautas del inconsciente".<br /><br />David Bohm que, sin haberlo buscado, permitió a Pribam consolidar la teoría holonómica, postula que el holograma es el punto de partida de una nueva descripción de la realidad: el orden implícito. La realidad "clásica" está centrada sobre las manifestaciones secundarias, el aspecto explícito de las cosas y no su fuente. Estas apariencias son, si se pudiera decir, extraídas (o más exactamente abstraídas) de un intangible, invisible flujo que no está compuesto de partes, y que no se puede describir sino como "un estado de interconexión inseparable". Bohm agrega que las leyes físicas primarias no serán descubiertas jamás por una ciencia que ensaya "quebrar el mundo en sus constituyentes". No hay entonces donde buscar las energías que transmiten los "fenómenos parapsicológicos" porque la matriz transciende el tiempo y el espacio: ella es potencialmente simultánea y ubicua. Este enfoque permite considerar como posible la tradición de los "Registros Akáshicos": todo el saber, el pasado, el futuro, y puede ser que varios otros datos que nos son desconocidos, están almacenados "en alguna parte". Habría que reexaminar las obras de Giordano Bruno: "De la causa, del Principio y de la Unidad" y "Del Infinito del Universo y de los Mundos", a la luz del modelo holonómico y del orden implícito.<br /><br />Si el universo es como un holograma, es decir, un ámbito de frecuencias y de potencialidades sustentando la ilusión de algo concreto, recordemos a algunos precursores, como el obispo Berkeley que en 1710 ponía en duda "toda realidad exterior al pensamiento"... "Ser es ser percibido o percibir"... "El mundo es un sistema de relaciones significantes"... Y también a Bergson: "La realidad última es un impulso vital comprensible sólo por la intuición". Y sobre todo al querido Leibniz, inventor de los cálculos gracias a los cuales Gabor dió a luz el holograma: "Una realidad metafísica sustenta y engendra el universo material".<br /><br />"El Tao de la Física", de Fritjof Capra, en su visión y su profusión dionisíaca, presenta a la vez un sueño y un punto de partida. Ken Wilber en "El Espectro de la Conciencia" ha desarrollado con mucha precisión el parentesco entre la microgenia y el Bardo Thödol: "El mundo físico no es un lugar hecho de alguna substancia real y verdaderamente colocado en alguna parte, es solamente un modo de contemplar a Dios". La psicología humana, sobre todo la de los primeros años de la vida, se enriquece así de una tesis que suena extremadamente justa: el niño pequeño no hace sino aprender a que no puede captar directamente al Atman /Consciencia Universal y es así conducido a buscar sustitutos y gratificaciones en un mundo que - como lo descubre muy pronto - no se los proporciona obligatoriamente, y, en todo caso, no inmediatamente, mientras que en el mundo del Atman todo es simultáneo, todo llega en el acto.<br /><br />Pribram, Bohm, Capra, y todos aquellos que perciben la urgencia imperativa de expandir y poner en práctica en su vida cotidiana la concepción del universo holográfico y del orden implícito son, como lo decía Leary: "agentes del servicio de inteligencia", ustedes y yo también. Comprender que el cerebro de cada uno interpreta, traduce, un modelo donde el todo está contenido en la parte, ocasionará un cambio extremadamente profundo en el comportamiento de cada uno, relativizando las diferencias de interpretación. Igualmente, se comprenderá mejor porqué la Tradición nos exhorta a " llegar a ser uno". Es la coherencia/ cohesión de nuestra luz que nos permite reconstituir el holograma-un¡verso con sus relieves y dimensiones. Ciertos rituales de nacimiento zíngaros repiten que: "el huevo, el pequeño huevo es redondo, es necesario comerlo sin quebrarlo, y tú te nutrirás de él si lo ves". Volvamos al huevo para asir mejor la realidad del "orden implícito".<br /><br />Sin embargo, hay que trazar límites severos, pues ya la extravagancia se ha apoderado de la teoría holonómica, sugiriendo, por ejemplo, que no existe ninguna ley posible - o más bien, ninguna continuidad - en el universo, cada cosa no estando inscrita más que en el conjunto de las otras y sin ninguna organización. El postulado es fascinante pero conduce al absurdo. "Cada sistema nervioso - recuerda Tim Leary - crea su propia isla de realidades. La epistemología neurológica reside en ésto: la Verdad es subjetiva, el Hecho es social. Pero es en función de su "nivel de verdad" - correspondiendo al circuito neurológico donde se encuentre cada uno - que cada uno interpreta y crea su propio universo". Entonces, si la matriz, al momento de nuestra hipótesis, permanece irreductible y no se manifiesta hasta que un sistema nervioso esté allí pronto a aprehenderla, nuestro instrumento, o sistema nervioso, puede afinarse y nosotros podemos progresar con él en nuestra "creación" del mundo.<br /><br />El octavo y último circuito neurológico - al que no somos más atentos de lo que seríamos al diálogo ADN-ARN en el interior del cerebro - se abre sobre la "verdad neuro-atómica: el cerebro no registra más que signos cuántico-atómico-nucleares, a los cuales él sirve de mediador" pero que en el hecho, no interpreta.<br /><br />El universo, aprehendido bajo su verdadera forma, ¿es para mañana, señor Capra? ¿Tenemos todavía que soñar la realidad ?<br /><br />Aimé Michel<br /><br /><br />Traducido y extractado por Carmen Bustos de<br />Question de<br />Editions Retz<br />París<br /><br />Más Información:<br />Bohm, David.-La Totalidad y el Orden Implicado.-Kairós<br />Capra, Fritjof.- El Tao de la Física.-Sirio<br />Capra, Fritjof.- Pertenecer al Universo.- Edaf<br />Wilber, Ken.- El Paradigma Holográfico.- Kairós<br />Wilber, Ken.- El Espectro de la Conciencia.- Kairós <br />________________________________________<br />Este artículo no ha sido publicado en la Revista ALCIONE <br /><br /><a href="http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149">http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-34382833861477817102008-11-29T07:45:00.000-08:002008-11-29T07:48:37.980-08:00VISITANTES DE DORMITORIOHoy les presento un relato que escribí hace unos cuantos meses, y que publiqué en otro blog.<br />Es sobre una historia real.<br />Espero que les guste.<br /><br /><strong>LOS VISITANTES </strong><br /><br />La despareja y resbaladiza vereda reflejaba pálidas luces rojas, verdes, doradas.<br />Los pequeños adoquines redondeados, húmedos de la casi eterna llovizna se deslizaban bajo mi mirada.<br />Los veía pasar, prestaba atención a cada declive, cada pequeña cresta, a las redondeces peligrosas…<br /><br />Al tiempo que vigilaba cada centímetro de la inclinada y estrecha veredita por la que caminaba, escuchaba el tenue sonido de los pasos de mi acompañante.<br />Sus elegantes zapatos, su delicado andar, la inigualable cadencia de la mujer porteña.<br /><br />Buscábamos un lugar en las cercanías de la Grand Place, donde tomar un café y continuar con la charla.<br />Hacia días que nos veíamos esporádicamente, siempre en torno a la común ocupación profesional: Ella tenía un local con su marido belga en una galería muy conocida a pocos pasos de la Plaza. Vendían bijoux, accesorios y una variada gama de objetos por el estilo.<br /><br />Ya no recuerdo como comenzó esta amistad, pero hubo un tiempo en que conversamos mucho, de variados temas.<br />Aquella noche ella tenía algo más de tiempo, así que me preguntó si tenía ganas de tomar algo por ahí cerca. Y allí íbamos.<br />Quería contarme una historia que a muy pocas personas había confiado.<br /><br />Algo que le pesaba mucho, que la había marcado.<br /><br />En todas las ocasiones en que hablamos anteriormente, ella fue sabiendo que podía tener confianza en mí.<br />Vio que sabía escuchar, que no me sorprenderían las historias extrañas e inusuales. Es más, yo también tenía algunas en mi haber.<br />Las finísimas y pequeñas gotitas caían de manera incesante.<br /><br />El frío del invierno belga se filtraba desde abajo, desde aquellos pequeños adoquines desparejos.<br />Casi nadie transitaba por las callejuelas de la parte más antigua de la ciudad.<br />Finalmente, una esquina más iluminada, un gran cartel de Stella Artois, y allí estaba el bar que buscábamos.<br /><br />Cuando íbamos por el segundo café, comenzó el relato.<br /><br />Cuando era niña vivían con su madre y una hermanita, en la zona de San Isidro.<br />Habitaban una casa bastante amplia, con un gran jardín detrás, pileta de natación, árboles y muchas flores.<br />En el momento en que sucedieron los hechos que me contaba, ella tendría unos doce años, su hermana diez.<br />Dormían las dos en la misma habitación, y su mamá en una contigua.<br />Había un pasillo que unía los ambientes, con grandes ventanas que daban a la parte trasera, con una amplia vista del jardín.<br /><br />Una noche sintió algo extraño que la despertó con mucho sobresalto.<br />Algo o alguien tiraba de sus pies, como queriendo arrastrarla fuera de la cama.<br />En medio de una extraña luminosidad que no sabia bien de donde venia, unos pequeños seres la rodeaban. Uno de ellos tiraba de sus pies.<br />Comenzó a gritar y a debatirse con fuerza. Ante semejante resistencia desaparecieron, como pasando a través de las paredes.<br />Su hermana también había despertado, de modo que ahora las dos gritaban al unísono.<br /><br />Se fueron corriendo a la habitación de la mamá, que alarmada las encontró en mitad del pasillo.<br />Cuando contaron lo que había pasado las consoló, diciéndoles que debía haber sido una fea pesadilla.<br />Se quedaron con ella tratando de tranquilizarse, para poder al fin dormir.<br />Pero cuando la calma había vuelto y estaban todas casi dormidas, estos extraños personajes volvieron a aparecer.<br /><br />Ahora también la mamá fue testigo de la extraña aparición.<br /><br />Ya no eran solo las pequeñas que gritaban horrorizadas ante el fenómeno.<br />Los visitantes volvieron a desaparecer.<br /><br />Esta vez las tres se levantaron corriendo, con la intención de salir de la casa, aunque sea en piyama.<br />Y entonces asistieron a un espectaculo aún más sorprendente, que se desarrollaba en el jardín.<br /><br />Casi en el centro del terreno había aparecido una especie de forma ovoidal, ligeramente suspendida en el aire, de donde emanaba una luminosidad poderosa, de un color blanquecino por momentos algo amarillento. Hacía que todo se pudiera ver como en pleno día.<br /><br />En el borde de la piscina, una enigmática figura estaba como arrodillada, mirando el agua.<br />Era de un tipo absolutamente diferente a los seres que se habían presentado en las habitaciones.<br /><br />Era aparentemente muy alto, su color parecía ser negro. Como si toda la figura fuera del mismo color.<br />No supo explicarme si se trataba del color de sus vestiduras, ni siquiera reparó en el detalle.<br /><br />Solo sabe que vio algo o alguien de aspecto antropomorfo, en esa extraña posición.<br /><br />Pero lo que más recordaba con evidente horror, era que ese ser o cosa parecía no tener cabeza.<br /><br />Unos segundos después, según creía ella, los tres pequeños seres del principio aparecieron en el jardín y siguiendo al oscuro se dirigieron hacia la luz.<br />Y desaparecieron en ella, como si ese pequeño objeto fuera una especie de puerta.<br /><br />Acto seguido, la luz se elevo a velocidad asombrosa y desapareció.<br />La oscuridad volvió, contrariamente al sueño y la calma, dado que las tres quedaron tan horrorizadas y perturbadas que ya no pudieron hacer otra cosa más que hablar de lo que habían vivido hasta el amanecer.<br /><br />Aquí, mi amiga hizo una pausa.<br /><br />Esta vez pidió una cerveza de estas buenísimas que hay en Bélgica. Yo hice lo mismo, tenía seca la garganta.<br /><br />El epílogo de la historia, para ella, llegó al atardecer de aquel día.<br /><br />A pesar del cansancio, fue a la escuela, como siempre.<br />Y cuando volvía, caminando por la vereda, se encontró al vecino que estaba por entrar el coche en su casa.<br /><br />Cuando la vio, la saludo con una broma:<br />_Hola, podrían haber invitado anoche, parece que estaban de fiesta, no?<br /><br />Perpleja le dijo que no era así y además, ¿Cómo se le había ocurrido aquello?<br /><br />Subiéndose al coche después de abrir el portón, el muchacho le respondió:<br />_Dale, si había una iluminación como si fuera la cancha de River, era una flor de fiesta. Sin música, eso si…<br /><br />Evidentemente, esto confirmaba que no habían soñado ni que habían tenido una alucinación colectiva.<br /><br />Pero de todos modos, desde aquella noche, estas imágenes al volver a su mente le producían una sensación de desasosiego. Quería creer que había sido solo una alucinación o como quiera que se llame esto, pero ahí estaba el vecino para plantearle la duda.<br /><br />Luego, soñó muchas veces con esos horribles personajes que trataban de llevársela quien sabe donde y para que.<br /><br />Sabe que eso no pudo ser porque resistió.<br />Esto es lo que me decía cuando la acompañe hasta la casa, no lejos de aquel bar.<br /><br />Siempre hay que resistir.<br /><br />Es lo único que a veces podemos hacer.<br />Resistir.<br /><br />La mayor parte de las personas están convencidas de que estas cosas no existen. <br />Se puede buscar todo tipo de explicaciones sicológicas.<br />Tratar de no perder eso que llamamos racionalidad.<br /><br />Esta bien que así sea.<br /><br />Pero hay algo que me dice que solo con eso no explicamos la realidad.<br />El mundo, se me ocurre ahora después de haber vivido tantas cosas poco explicables, no es lo que pensamos…<br />Es mucho más.<br /><br />Y aquí va una frase de Pauwels, autor junto a J. Bergier de un libro que me apasionó alguna vez en mi juventud:<br />“Las inteligencias son como los paracaídas: solo funcionan cuando están abiertas…”<br /><br />En fin.<br /><br />De todos modos, es una linda historia para contar por las noches, alrededor de una mesa y con una copa de vino cerca.<br />Porque estas historias son necesarias.<br />Como decía C. G. Jung de una buena historia de fantasmas…<br /><br /><br /><br />Un saludo a todos, y no se olviden de pasar por mi otro blog, <a href="http://cieloaguatierra.blogspot.com">Fotos Raras</a>.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2859156863050188623.post-68655201990449390762008-11-22T06:19:00.000-08:002008-12-10T13:13:46.073-08:00MEDUSAS DEL ESPACIOPara comenzar este Blog, quiero publicar un extracto de un libro titulado LOS GRANDES ENIGMAS DEL CIELO Y DE LA TIERRA.<br />Sus autores son Alejandro Vignati y Andreas Faber Kaiser.<br />Las reseñas biográficas de estos dos prestigiosos periodistas están al final del artículo.<br />Cuando hace unos pocos días leí por primera vez este capitulo, quede fascinado.<br />Mas allá de ciertos anacronismos (el libro fue publicado por primera vez en 1973), lo importante para mi son los conceptos que en el aparecen.<br />Es un punto de vista muy interesante y creo que vale la pena volverlo a leer.<br /><br />El ejemplar que poseo lo compré en un puesto de libros usados en alguna plaza de Buenos Aires.<br />Fue publicado por la editorial A.T.E. de Barcelona, y la edición, como ya comenté anteriormente, es del año 1973.<br />El capitulo que les presento ahora es el numero 3.<br />Su titulo:<br /><br /><strong>LAS INCREIBLES MEDUSAS DEL ESPACIO.</strong><br /><br />Mucho se ha hablado y escrito acerca de los “foo-fighters” que persiguieron y molestaron a los aviadores aliados y alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Eran bolas o esferas tenues, luminosas, que se comportaban curiosamente como animales juguetones. Esta hipótesis -forma viviente o criaturas animadas, originarias de atmósferas rarificadas o posiblemente del mismo espacio- fue considerada excesivamente audaz por unos, francamente ridícula por otros. ¿Cuál era entonces la solución más autentica, el grado más alto de veracidad?<br />La posibilidad de “criaturas atmosféricas”, sin embargo, más allá de la fantasía, no carecía en absoluto de lógica. Es mas, aplicada a la extrañas luces de fuego, encajaba perfectamente dentro de la explicación racional.<br />Todo comenzó cuando un biólogo de primerísimo nivel en la Base Aérea de Wright-Paterson, en Dayton, Ohio, cuartel general de la USAF ( Fuerza Aérea de los Estados Unidos), al explorar las regiones mas profundas de los océanos, halló abundante vida luminosa adaptada a las grandes presiones.<br />Cualquiera que fuese el lugar de la Tierra explorado, siempre se ha descubierto alguna forma de vida, no catalogada por la ciencia.<br />Fue así que el citado biólogo aventuró la hipótesis de que estos “Foo-fighters” fuesen “criaturas del espacio”, una forma de vida totalmente nueva y desconocida para el hombre, que podría alimentarse de pura energía y, sobre todo, adaptada a sobrevivir en la alta atmósfera como medio ambiental.<br />De ser así, y considerando que la aparición de estas “extrañas luces de la noche” a lo largo de la historia han sido esporádicas y muy raras, la pregunta adquiere ribetes muy diferentes: ¿Por qué están apareciendo en enormes cantidades después de la Segunda Guerra Mundial?<br /><br /><strong>Los animales atmosféricos</strong><br /><br />“Cuando al arrojar una piedra en un estanque, el agua se agita-afirma el biólogo citado-se observa como los animales acuáticos de cualquier tipo se mueven asustados en todas direcciones. Pero, inmediatamente, antes de que las ondas se desvanezcan en el estanque, vuelven al lugar de donde huyeron e investigan curiosamente. Es probable que los hechos acaecidos en la Tierra, explosiones atómicas, lanzamientos de cohetes hacia el espacio exterior, etc., hayan actuado como la piedra arrojada en el estanque. Pueden haber creado disturbios en la estratosfera, provocando el mismo movimiento ondular que se produce en el agua, pero en este caso, dentro de la estructura espacial. Y los animales del espacio, quizás, estén bajando para investigar.”<br />Esta creencia de “animales atmosféricos” es muy antigua y ha sido referida por algunos historiadores.<br />Estos conceptos fueron, en algunas culturas, parte de una creencia en la existencia de entidades no-humanas que habitan en regiones más allá de los límites conocidos por nuestros sentidos, pero que ocasionalmente, penetran en nuestro nivel vibratorio. Ejemplo de esto lo constituyen los elementos atmosféricos o “silfos”, las “marutes” de la India y toda la variedad de los llamados “espíritus naturales”, de los cuales se decía que “vivían en el aire”.<br />Uno de los más consecuentes defensores de esta teoría animal, o “medusas del espacio” es John Bessor, de St. Thomas, Pennsylvania.<br />Las sugerencias de Bessor a la USAF hablaban de cierta clase (denominada “jellyfish”) de “peces gelatinosos”; algo así como medusas de los espacios estelares. Al respecto, el conocido científico aclaraba: “Afirmo que los “ foo-fighters” son una forma animal espacial, o criatura de una sustancia altamente atenuada, capaz de materializarse y desmaterializarse, cuya propulsión es una especie de energía telecinética.”<br />Ahora bien, si los océanos de nuestra tierra bullen de variedades de seres vivientes, ya sean grandes o pequeños, ¿no seria lógico suponer que el <em>océano de </em><em>nuestro cielo</em> tuviese abundancia de diversas formas de vida, igualmente grandes o pequeñas, de estructuras variadas, pero adaptadas a su hábitat celeste?<br /><em>Algunas pueden ser totalmente invisibles, otras traslucidas, otras opacas, y aun existir otras que puedan cambiar como un camaleón, de un color a otro, de una forma a otra, de la visibilidad a la completa invisibilidad, todo ello en un momento.</em><br />Una detallada elaboración de esta teoría a cargo de la condesa Zoe Wasilko-Serecki, de Viena, Austria, apareció en 1955 en el diario “Inconnue”, editado en Ginebra.<br />La condesa, mujer brillante y enérgica, ha ocupado por muchos años un lugar prominente en los círculos intelectuales europeos.<br />El artículo al que nos referimos, llamó la atención de Ivan T. Sanderson, el renombrado zoólogo y naturalista.<br />Escribiendo en 1957, Sanderson bosquejó la teoría de Wasilko-Serecki y agregó los resultados de su propia investigación, que sustentaba la posibilidad de que las extrañas bolas o luces enigmáticas pudiesen ser entes animados o subanimados.<br />En primer lugar, la condesa subrayaba las extrañas características de estas <em>entidades</em>: “Juegan a la mancha, bailan, son muy inquisitivos, ocasionalmente parecen “reproducirse” uniéndose en parejas, usualmente evitan contacto con el hombre, pero si se sienten acorralados se defienden con descargas de energía. Parecían tener un bajo nivel de inteligencia”<br />Si son formas de vida, equivalentes a las conocidas, pero no específicamente animales, vegetales o virus, ¿como es posible que puedan vivir en la atmósfera o mas <em>arriba</em>?<br />Ahora bien, los animales se alimentan de materia; las plantas se alimentan <em>parcialmente</em> de materia, en la forma de aire que respiran y del liquido que absorben, y en parte de energía proveniente del Sol. Por su parte, los virus en su mayoría parásitos, tienen su sustento en la materia; pero en algunos casos, por ejemplo los bacteriófagos, pueden ser al mismo tiempo cristales inanimados o coloides animados.<br />Relacionando estos hechos, la citada condesa sugirió la existencia de formas de vida que se alimentaban de energía pura, y que en su mayoría estaban compuestas de energía, concentrada alrededor de un núcleo o cuerpo de materia altamente atenuada.<br />Esos objetos-al decir de la Wasilko-Serecki-podrían ser inmensas esferas membranosas de fina composición, conteniendo silicones coloidales en una forma especial, dado que podrían asumir estructuras lenticulares cuando estuvieran estacionados. Estructuras en forma de pera, cigarros, husos, etc. U otras formas cuando se encontrasen en movimiento. Estos cambios de forma, observados en ciertas especies acuáticas, serian casi automáticos si consideramos que las mencionadas “criaturas espaciales” son probablemente masas parecidas a la gelatina, o virtualmente vacías, a excepción de su energía encapsulada. La forma de pera podría provenir a raíz de las bajas velocidades en un medio denso, y el huso se conformaría por las altas velocidades en un medio rarificado. Siendo esos seres pura energía, podrían brillar en la noche, y debido a su “piel” externa parecida a una membrana, brillarían como el aluminio lustrado durante el día.<br />Si tales criaturas existen, su hábitat natural seria, obviamente, el límite de nuestra atmósfera, donde los rayos cósmicos, fotones y otras formas de cruda energía, se encuentran en abundancia suficiente para poder abastecerlas. Al respecto, la condesa Serecki observó el tamaño de los entes vivientes en el medio líquido. Y notó como los animales de mayor tamaño, en los océanos de la Tierra, viven cerca de la superficie o sobre la misma, mientras que los mas pequeños habitan el fondo; esto dentro de una situación general, porque existen -por supuesto- excepciones.<br />Sin embargo, parece posible que las criaturas espaciales mas grandes, se encuentren usualmente mas allá de la atmósfera, mientras que las mas pequeñas se hallan mas cerca de esta.<br />Volviendo a nuestra comparación tendremos ahora en cuenta la diferencia de velocidades, según el medio en que se desarrollen.<br />Los animales que viven en la tierra, en madrigueras, se mueven lentamente. Los animales que se encuentran cerca de la superficie de los océanos, se mueven con mayor velocidad que aquellos que viven en el fondo. Pero las velocidades adquiridas en el aire son aun mayores.<br />Existen, por ejemplo, aves gigantescas que se desplazan a velocidades notables. Y los veloces e increíbles desplazamientos de estas extrañas luces en la noche, no serian incompatibles con la teoría de que algunas de ellas pudiesen ser formas vivientes.<br />Si se compara la vida actual existente en nuestros océanos, con la vida teóricamente atribuida al <em>mar atmosférico</em>, es razonable suponer que cuanto mas elevado es el medio de vida de los animales terrestres, mayor facilidad y velocidad de desplazamiento alcanzan estos.<br />Y es aquí donde surge la pregunta que se plantean los especialistas al respecto: ¿Si existen y habitan el inmediato espacio exterior, por que no se observan con mayor frecuencia?<br />Una respuesta es que normalmente vivirían tan arriba, que simplemente no resultan visibles, considerando el efecto de vacío que produce la luz al esparcirse en la atmósfera. Un enorme avión de cuatro turbinas, por ejemplo, en un nivel mucho menor, puede ascender tan alto que resulta imposible verlo. Los telescopios se enfocan a ciertos niveles atmosféricos menores, o bien mas allá de la atmósfera de la Tierra, sobre otros cuerpos celestes.<br />Por otro lado, un gran número de sorprendidos astrónomos, han observado pequeños objetos desconocidos atravesando el disco solar, lunar, o moviéndose entre los límites del alcance de un telescopio, y así lo han estado informando desde hace muchos años en diversas revistas científicas.<br />Otra respuesta es que esas criaturas puedan ser de una composición altamente atenuada, como dijimos, existiendo bajo la forma de <em>vejigas de silicones coloidales</em>.<br />Así se manifestarían más allá de los límites que alcanza nuestra mirada.<br />En ciertas condiciones, cuando se acercan a niveles mas bajos, podrían hacerse visibles debido a la mayor fricción en una atmósfera mas pesada, o quizás por la misma razón que los llamados “fuegos fatuos”, que aparecen a veces a lo largo de las alas y los propulsores de las hélices de un avión que vuela a través de un ambiente conductor de la electricidad.<br />Aun así, en niveles más bajos, esas criaturas permanecerían a menudo invisibles, como se hace evidente al plantearse las observaciones de radar. Veamos ahora el porqué de sus descensos a niveles más bajos, sobre todo, en años mas recientes.<br /><br /><strong>El hábitat de la zona caliente.</strong><br /><br />La condesa de Zoe Wasilko-Serecki ha ensayado una respuesta al respecto. Ella dice que un análisis de las observaciones de estas supuestas criaturas, revela que se “agrupan” o presentan con más frecuencia en los países técnicamente más avanzados y alrededor de ciertos terrenos.<br />Estas zonas, usualmente, son áreas donde existe una fuerte concentración de instalaciones de energía atómica, plantas hidroeléctricas, transmisores de radio o televisión.<br />Otras observaciones se han producido directamente a lo largo de líneas rectas, que pueden ser alcanzadas por las transmisiones radiales que guían los aviones.<br />Si estos seres aéreos se alimentan de pura energía, y si ocasionalmente se desplazan a niveles más bajos, naturalmente serán atraídos hacia estos cursos “alimenticios”.<br />En los tiempos primitivos existía sobre la Tierra muy poca energía de este tipo, y por esta razón rara vez se molestaban en bajar.<br />En nuestros días estamos produciendo grandes cantidades de fuerza energética y la estamos enviando al aire, ofreciendo de esta manera una especie de “almuerzo gratuito” a estas criaturas.<br />John P. Bessor ensaya otro tipo de explicación: en un estudio de documentos históricos, Bessor encontró que la intensificación de estas extrañas observaciones coincidía con registros de periodos de tiempo muy inusuales durante el siglo pasado. Es aquí donde el mencionado investigador opinaba que los disturbios cíclicos solares o cósmicos que producen semejante clima “inusual”, podrían afectar a estas criaturas aéreas y forzarlas a buscar un lugar seguro en la atmósfera densa de los niveles inferiores.<br />De la misma forma que los peces bajan desde la superficie a las grandes profundidades para evitar tormentas o el intenso frío o calor.<br />En el comienzo de nuestra era espacial, estamos en los albores de la exploración de la atmósfera superior.<br />Desconocemos totalmente la forma en que la vida se ve influida por los rayos cósmicos (recuérdese que al efecto se llevaron cinco ratoncillos en el vuelo de Apolo XVII y otras radiaciones del espacio. O bien que efecto puede tener la descubierta “zona caliente” de los anillos de Van Allen.<br />Sobre nosotros, encima de nuestras cabezas, existe un mar bullente de energía electromagnética, que puede fluctuar o efectuar a veces descargas mortales. Estamos invadiendo esa región misteriosa con cohetes, satélites, globos sonda y explosiones atómicas que dan origen a nubes radiactivas.<br />No es sorprendente pensar que si esta región albergase algunas criaturas vivas, algunas de ellas, al ser perturbadas, descenderían a niveles más bajos para salvarse. Los cardúmenes de peces de nuestros mares, también emigran de las aguas turbulentas.<br />Al comentar el tipo de vida sugerida por la condesa Wasilko, Ivan Sanderson señala que resulta difícil trazar una línea entre lo animado e inanimado. El limite entre lo orgánico y lo inorgánico, se ha vuelto impreciso como resultado de los descubrimientos realizados en los últimos años. Existen ciertos bacteriografos que, como ya dijimos, literalmente viven en el límite. Existen cristales que nacen, crecen, se reproducen, están sujetos a enfermedades y mueren.<br />Entre los estados líquidos y sólidos de la materia, se encuentran los coloides. Sucede que, en sus diversas formas de existencia, ciertas combinaciones de elementos pueden amalgamarse. Esto produce sustancias aun más complejas, que terminan en lo que nosotros denominamos proteínas.<br />Con otras variantes y combinaciones aun más complejas, algunas de estas proteínas finalmente se transforman en protoplasma. <em>La vida, así, podría ser considerada el cuarto estado de la materia.</em><br />Pero justamente porque la vida tal como nosotros la conocemos, existe solo entre límites de ebullición y congelamiento del agua, no hay razón para creer que otras formas no pudieran vivir en ambientes o temperaturas extremadamente altas o bajas.<br />El mero hecho de que nuestros cuerpos se fundamenten en hidrogeno y carbono, no significa que la vida no pudiese basarse en otros elementos; incluso podría ser cristalina. Las entidades animadas no necesitan ser sólidas, podrían muy bien ser liquidas, gaseosas o compuestas de <em>fuerzas</em>. Con nuestro limitado conocimiento, no podemos exponernos a ser dogmáticos en relación a lo que es la vida o las condiciones en las cuales esta puede existir.<br />Sanderson concluye: “Nosotros podemos ver tan arriba como algunos de nuestros instrumentos nos lo permiten, y también mas allá de ciertos puntos con otros. Podrían existir incontables multitudes de cosas que están zumbando allá arriba y que no podemos percibir porque nuestros ojos son sensibles a un único y limitado segmento del espacio total”<br /><br /><strong>Los conglomerados de la vida</strong><br /><br />John M. Cage, anciano científico e inventor, de Montlcair, New Jersey, proyectó y construyó numerosos aparatos detectores y reductores electrónicos para el Almirantazgo Británico y para la División de Proyectos Bélicos de los Estados Unidos.<br />En relación con los “foo-fighters”, Cage coincide, en términos generales, con la condesa Wasilko, <em>pero nos entrega bases científicas más detalladas que fundamenten tal aseveración.</em><br />Teoriza Cage que el universo entero esta penetrado de una sola energía, llamada electricidad negativa, y considera que esta fuerza energética es la única que existe, pues lo que llamamos carga positiva es solamente la ausencia de carga negativa. Para el citado científico, el poder resultante de un movimiento de electricidad negativa hacia áreas positivas, crea campos electrostáticos alrededor de todos los cuerpos celestes.<br />Sugiere que estas entidades sean “conglomerados de vida” (o campos de vida) de una composición altamente tenue, cargada mediante la alimentación energética en forma de electricidad negativa. Se generarían de la misma forma que otros seres vivientes, pero “representan una forma de vida que diverge del proceso de evolución de este planeta en una edad tan temprana, que no caen dentro de ninguna categoría predeterminada y establecida para la clasificación de formas de vida terrestre mas comunes.”<br />Esta divergencia les proporciona un entorno y un desarrollo evolutivo que podrían volverlos incapaces de sobrevivir en áreas de alta gravedad durante periodos muy largos.<br />Al tener un mecanismo natural para la absorción de cargas negativas, podrían sobrecargar sus sistemas y así iniciar sus fantásticos giros para descargar la energía excesiva.<br />Pero su accionar también señala actitudes inteligentes.<br />Siguen a veces a los aviones, parecen “jugar” en el cielo y demuestran cierta curiosidad por cosas y elementos terrestres.<br />Las teorías de Wasilko y Cage explican sus vuelos incoherentes, el porqué aparecen y desaparecen y además, por que pueden adoptar tantas y tan diversas formas, tamaños y colores diferentes.<br />También estos teorizadores han explicado el fenómeno observado de una forma gigante y otras pequeñas que giran a su alrededor, como una “conducta común en los marsupiales”.<br />Gran cantidad de testigos presenciales han constatado efectos electromagnéticos tales como el giro de las agujas de la brújulas, la disminución o la extinción temporal de la energía eléctrica en automóviles, el paro del funcionamiento de maquinas, obstrucciones en los radares, interferencias en radio y televisión, magnetización de los relojes y objetos metálicos. Los efectos físicos sobre el cuerpo de lo observadores incluye: taquicardia, sensaciones de picazón, parálisis parciales y algunos casos de quemaduras en grados menores.<br />Esto es lo que se sabe de las extrañas luces en la noche, llamadas por algunos “ángeles del radar” o “nubes vivientes del cielo”. Un enigma que existe en el firmamento.<br />Las “coléricas” medusas del espacio. Si. Podemos afirmar que “algo” vive y existe “allá arriba”. Algo vivo, inquisitivo, cuya presencia perturba los limites de la razón.<br /><br /><br /><strong>LOS AUTORES:</strong><br /><br /><br />Alejandro Vignati nace en Buenos Aires en 1934, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Residió en Brasil a partir de 1961, done actuó como Asistente del Sector Cultural de la Embajada Argentina. En 1965 viajó a Perú, donde realizó el guión del film de largo metraje “Taita Cristo”.<br />Luego de dos años en ese país, regresó a Argentina. Dirigió el corto metraje “Kosice” sobre la obra del escultor del mismo nombre, que compitió en el II festival Internacional de Ciencia Ficción, en Trieste. En Buenos Aires dirigió durante tres años la revista 2001, periodismo de anticipación.<br />Colaboró con Andreas Faber Kaiser en “Mundo Desconocido”.<br />Murió en circunstancias aun no aclaradas en un hotel de Caracas.<br /><br /><br />Andreas Faber-Kaiser (1944-1994), autor especializado en la investigación de aspectos de nuestra historia que los poderes establecidos intentan ocultar, obtuvo en 1972 el Premio Nacional de Astronáutica «Julio Marial». Fue director y editor de la revista «Mundo Desconocido», prestigiada en su momento a nivel mundial como una de las tres primeras publicaciones en su género, y galardonada en 1980 con el premio «Secinter» a la mejor revista especializada. En verano de 1988 presentó en Catalunya Ràdio el programa «QUÈ VOLEN AQUESTA GENT?», ciclo dedicado a la problemática extraterrestre y de los objetos volantes no identificados. Desde su fundación en 1989 y hasta mayo de 1992 fue coordinador internacional de la revista «Más Allá de la Ciencia» —La revista de mayor difusión a nivel mundial en el campo de las paraciencias—, de la que también fue Consejero Editorial, cargo que ocupó igualmente en JC ediciones S.A. De 1988 a 1994 dirigió, realizó y presentó en Catalunya Radio el programa de temática esotérica «SINTONIA ALFA» alternado con el programa especial «ARXIU SECRET».<br />Sus viajes de investigación le llevaron a buena parte de Europa, Asia, América y Oceanía, habiendo representado a España en congresos internacionales celebrados en España, Alemania, Croacia, México y Costa Rica. En agosto de 1992 abrió como primer ponente el Curso Especializado de Extensión Cultural «Grandes enigmas: los OVNIs», organizado por la Universidad Complutense de Madrid, y que constituyó el primer curso de Ufología celebrado en una universidad española.<br /><br />Para mas información sobre A. F. Kaiser,visiten esta dirección:<br /><br />http://<a href="http://personal.telefonica.terra.es/web/fir/index.html">personal.telefonica.terra.es/web/fir/index.html</a><br /><br /><br />Espero que hayan disfrutado de la lectura de este artículo.<br />No se olviden de visitar el Blog <a href="http://www.cieloaguatierra.blogspot.com/">FOTOS RARAS</a>.<br />Un saludo para todos.<br />Héctor.Unknownnoreply@blogger.com